[D I E C I N U E V E]

757 124 23
                                    

Después de recibir el mensaje de Joel no lo pensé dos veces y envíe la dirección en que me encontraba. Podía ignorarlo, ir a casa y encerrarme en mi alcoba, pero necesitaba de alguien o sería capaz de cometer alguna locura y no quiero eso.

Al menos no por ahora.

Solo faltaban dos días más para que mamá llegara, y aunque saldrá a trabajar como lo lleva haciendo desde hace años, sé que al menos estará cerca de mí. Y tal vez, solo tal vez, me de fuerzas para contarle todo.

Estos días sin ella he pensado en el daño que le causaré, pero ya no soporto a Johann. No lo quiero cerca, necesito que desaparezca de una maldita vez, no quiero sus ojos sobre mi cuerpo o sus manos, no quiero escuchar sus asquerosas palabras o su miembro dentro de mí.

Ya no quiero.

Los alumnos se han retirado desde hace varios minutos, yo continúo aquí, esperando por él sin saber la razón. A lo mejor se confundió de persona y el mensaje no era para mí, no volvió a responder y verifiqué si lo había visto, pero no lo hizo.

Aun así, tengo esperanzas. Irónicamente estoy confiando en un completo desconocido, un ser que fácilmente puede hacer conmigo lo que quisiera y hasta matarme en cuestión de segundos. 

El ruido de un claxon me saca de mi ensoñación, junto a ello también se escucha como una puerta es cerrada con violencia.

—¿Erick? —Levanto la cabeza y lo miro, está vestido de manera informal y no puedo comentar nada al respecto porque no me siento bien—. ¿Por qué lloras? Dame la mano, niño.

Con su ayuda me pongo de pie, ni siquiera sé en qué momento empecé a llorar nuevamente, pero mis brazos rodearon su cintura por instinto y oculté mi rostro en su pecho.

—S-Sácame de aquí —suplico sin salir de mi escondite, imita el gesto, dando palmaditas suaves en mi espalda—. Por favor.

—¿Qué pasó?

Antes que contesto se oye el grito del profesor Francisco.

—¡Erick!

Me alejo un poco y miro a Joel, esperando que se apiade de mí y cumpla mi petición.

—Llévame a otro lado, por favor, Joel.

—¡Erick, te estoy llamando!

—Joel —insisto al borde del colapso, presionando mis dedos contra su cuerpo.

Cuando su mirada pasa de mí, entiendo que él ha llegado, puedo oler su perfume y me causa repulsión. No puede ser que una persona que consideraba agradable quiera obligarme a algo que no quiero.

Dejo de llorar, pero no me atrevo a dejar el confort que me entregan los brazos de Joel. Es raro, pero logran tranquilizarme un poquito. Su mano pasea por mi cabello.

—¿Quién es usted?

Joel queda en silencio cuando escucha la pregunta que hace Francisco.

—Miente —susurro apenas audible—, miente.

—¿Va a hablar o tomaré medidas por estar cerca de un alumno?

—Soy su novio —contesta firme. 

***

El tercer capítulo del día, debería considerarse una mini maratón :3

Besos♥.

Ganaste un amigo || JoerickWhere stories live. Discover now