Nuestra historia comienza...

Start from the beginning
                                    

– Sophie, tu desayuno –dice en un tono dulce.

– Sí gracias, déjalo ahí Nana, por favor –Señalo la mesita, mi corazón se recupera, deposita la bandeja y me regala una mirada maternal. Yo la quiero demasiado.

– ¿Por qué no sales a divertirte? Sé que la familia del chico de cabello rizado ofrece una fiesta de Verano para todos los jóvenes... –hace una pausa, está meditando sus palabras– Deberías hacer amigos.

– Creo que paso –respondo en tono frio– En unos días iré en un yate y luego estaré en Paris, necesito descansar, además no creo que congeniemos mucho –Respondo, no le veo gran sentido a una relación que solo será de una semana. Mi nana se encoje de hombros; se dispone a volver a lo que sea que estaba haciendo antes de traer mi desayuno.

– Como digas pequeña, pero no te haría mal salir en lugar de quedarte sola en esta casa tan aburrida –Concluye y se retira. Algo me dice que tiene razón pero decido no hacer mucho caso de lo que dice, de todas formas me iré, como siempre.

Ariana ha sido mi nana desde que nací, es una señora de unos 60 años, es como mi abuela; técnicamente es mi única familia. Desde que mamá falleció ella me ha criado como su hija. Mi padre no se casó de nuevo ni consiguió pareja y mi demás familia hace como si yo no existiera, nunca he comprendido del todo la historia de mis padres, solo se que ambas familias odian a mi padre, la familia de mamá lo culpa de su muerte, por lo que no los conozco; la familia de mi papá jamás estuvo de acuerdo en su matrimonio, por lo que no tampoco mantengo contacto con ellos. Honestamente no se mucho de mis ancestros, solo lo básico y necesario, eso dice Joe. Sonrío, vaya vida más interesante y ocupada que tengo.

Intento mantener mis pensamientos a la raya y enfocar mis sentidos en el delicioso desayuno que mi nana preparo para recibirme, pero no puedo hacerlo, Ariana tiene razón, necesito amigos.

Yo no tengo amigos, no sé lo que es salir a divertirse con personas de mi edad o al menos con alguien. Hace más de un año que no veo a Joseph, mi único amigo y dudo mucho que eso cambie.

Mis fiestas son sólo de negocios, sí, viajo y compro lo que quiero, pero ¿con quién lo disfruto? La respuesta se produce sin meditarla ¡Sola!. Sonrío y niego a lo bajo. Las modelos de la empresa son s conocidas, pero al final de cuentas son empleadas de mi papá que quieren quedar bien conmigo para ganar más comerciales o publicidad, sólo eso. Resoplo y acerco mi mano a la charola para tomar un poco del pan francés que Ariana preparo junto con un delicioso té y un poco de fruta picada, más tarde comeré algo más.

La canela pica pero el sabor es placentero, amo venir a Londres y comer lo que sea que Ariana haya hecho para mí. Estoy absorta en mis alimentos cuando algo golpea mi mesa, ¡maldición!.

Lo que sea que haya sido tiro la comida de mi mesa. Frunzo el ceño, estoy molesta, me levanto de un tirón y miro la espantosa bola llena de mugre y suciedad cerca de mí, es un balón, es el balón de Louis, quién por un momento olvide que está jugando fútbol, me asomo un poco y al hacerlo ahí está él, mi guapo vecino intenta no reír, pero sus amigos no le ayudan mucho.

– ¡Señorita! –grita con cierto tono de burla, me gusta, pero estoy molesta así que decido ignorarlo. Tiraron mi desayuno y eso es descortés. Tomó el balón y me dispongo a bajar, quiero aventarlo directo en su cara y que se le deforme esa tonta y hermosa sonrisa, me espantó y además tiró mi comida.

Bajo las escaleras corriendo y abro la puerta de golpe, pero fracaso, ahí está el, supongo que iba a tocar la puerta pero fui más rápida por un nanosegundo, mi ceño se frunce y mi estómago se retuerce, esto no va bien.

Me quedo mirándolo, sus amigos están riendo, y mi sentido del habla se ha esfumado, no logro decir nada, él solo sonríe ampliamente y deja a la vista su hermosa dentadura, nunca había visto dientes tan bonitos, todo el reclamo que preparé mentalmente se evapora, su sonrisa puede más que mi enojo, estoy tan nerviosa y el solo está sonriendo, evidentemente es el típico chico popular y charlatán que enamora a todas las chicas con esa sonrisa jodidamente perfecta; para mí pésima suerte yo soy una de esas tontas.

Don't You Remember... || Louis Tomlinson [Terminada/Editando]Where stories live. Discover now