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CAPÍTULO 101: "UN ACTO DE COBARDÍA"

Al día siguiente, Yan Mingxiu lo llevó a su empresa.

Este fue la primera vez  que Zhou Xiang entraba en contacto real con los negocios de Yan Mingxiu, la escala de esta empresa realmente le impactó, debía ser realmente difícil para él dirigir una empresa tan grande mientras violentamente se exponía a la mirada pública, obviamente, imaginaba lo agotador que debía ser lidiar con esto día tras día.

Aunque Yan Mingxiu se había alejado lo más posible de la vista pública, pero apenas su coche entró cerca del área del edificio donde estaba su oficina vieron a una docena de chicas jóvenes con pancartas detenidas en la puerta por los guardias de seguridad, con el nombre de Yan Mingxiu impreso en ellas.

Zhou Xiang no pudo evitar suspirar mientras miraba a las jóvenes que desafiaban el frío viento.

Pero Yan Mingxiu estaba tan acostumbrado que ni siquiera las miró. Zhou Xiang probablemente podía entender por qué tenía que conducir un coche tan poco llamativo, incluso las ventanillas estaban cubiertas de una película negra.

Subieron al ascensor del garaje subterráneo que iba directo a la oficina de Yan Mingxiu, y en cuanto salió del ascensor, Jiang Yuan se acercó a ellos: "Presidente Yan, el señor Wang Yudong está aquí".

"Bien, ¿está en la sala de juntas?"

"Sí, aparte de él, también está ......"

"¿Quién más?"

"La señorita también está aquí".

La cara de Yan Mingxiu cambió ligeramente, "¿Qué está haciendo ella aquí?"

"No sé, ¿vas a ir allí ahora mismo?"

Yan Mingxiu dijo con voz profunda: "Si".

"Entonces ......" Jiang Yuan miró a Zhou Xiang.

La joven señorita de la familia Yan no era para nada indulgente con el libertinaje de su hermano, por el contrario, el hermano mayor de Yan Mingxiu prefería hacerse de la vista gorda, este par de hermanos ya habían discutido infinidades de veces por la orientación sexual de Yan Mingxiu, habiendo traído a Zhou Xiang en este momento sería como echarle leña al fuego.

"Está bien". Yan Mingxiu palmeó la espalda de Zhou Xiang, "Vamos".

Tarde o temprano tendría que tener un enfrentamiento con su familia, había adivinado los motivos ocultos del porqué Wang Yudong había traído a Yan Mingmei, y si quería obtener la oportunidad de redimirse ante su amado, uno de los dos tendría que ceder y él no estaba dispuesto a bajar la cabeza.

Zhou Xiang también le dirigió una mirada llena de vacilación.

Yan Mingxiu lo arrastró hasta la sala de juntas.

Tan pronto como entraron a la oficina, vio a una pareja sentada en el centro del sofá, muy hermosa, que hablaban y reían cómodamente.

Al ver entrar a Yan Mingxiu, Wang Yudong se puso de pie, pero siguió sosteniendo la mano de Yan Mingmei.

Yan Ming Mei también se levantó de después de un segundo, ella, que siempre solía llevar tacones de seis o siete centímetros, ahora llevaba un par de zapatos planos de suela blanda.

"Hermana, cuñado". Yan Mingxiu asintió con la cabeza, lo que se podía considerar como un saludo.

La sonrisa en el rostro de Yan Ming Mei se desvaneció en el momento en que ambos entraron. Probablemente, Wang Yudong ya la había puesto sobre aviso, había estado mirando a Zhou Xiang con una mirada poco amable desde que entró por la puerta.