15. LUCAS y las conversaciones pendientes.

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-¡Ah, pues genial! ¡Qué gran historia de amor! Normal que me veas haciendo pareja con él, si estamos hechos el uno para el otro. Vaya cupido mediocre estás hecho.

Él negó con carita de pena.

-Las historias de amor no existen, Lucas, se lo inventó todo Shakespeare mientras abandonaba a su mujer. Igual que se inventaron esa leyenda urbana del contrato fijo con un sueldo digno.

Lucas suspiró.

-¿En paro de nuevo? -Le vio asintiendo lentamente- ¿No habías encontrado trabajo en una agencia de seguridad?

-Era una sustitución. Me hicieron hacer un curso de guarda para sacarme un huevo de títulos y permisos oficiales, ¿Y para qué? Un mes y medio duré antes de que me largasen.

Apesadumbrado por la mala suerte de su amigo se sintió en la obligación de decirle en un suspiro:

-Mi madre está igual, eh. La pastelería donde trabaja está a poco de cerrar y a su edad a ver qué encuentra...

La puerta se abrió bruscamente interrumpiendo su charla.

-¿Es ese? ¿O llamo a la policía? -Oyó que decía Juan mirando detenidamente a Nolan, que entraba con cara de pocos amigos al apartamento con la misma fuerza que un tornado, dejando las llaves sobre la encimera de la cocina con un manotazo. Nolan llevaba un cabreo de mil demonios y la cara salpicada de sangre que, evidentemente, no era suya.

-El mismo e inigualable -Asintió Lucas riendo por tan tremenda entrada triunfal- Eh, tú. American Psycho, ¿Qué te ha pasado? Tienes sangre en la cara.

Lucas entró en la cocina. Tomó un trapo para mojarlo y limpiarle la mejilla.

-Mierda, creía que me había limpiado bien -susurró ceñudo y gruñón. Al levantar la mirada hacia el interior del salón se topó con Juan- ¡hey! Hola.

-Este es mi amigo Juan, el hermano de Germán -Le presentó Lucas rápidamente.

-Y Germán es... -Intentó hacer memoria. Le había preguntado mucho sobre sus amigos, parecía importante para él- el que te acompañó a buscarme a esa discoteca.

-Exacto.

Juan no sabía muy bien como saludarle, cohibido frente a su prestancia, que como siempre, llenaba con su presencia la estancia; así que levantó la mano musitando un tímido "Hola". Nolan rio enarcando una ceja.

-Tranquilo, tío, no muerdo -dijo burlonamente, tras eso intentó ponerse tieso para parecer mucho más seguro de lo que estaba.

-¿Todavía no ha... llamado... ÉL? -le preguntó Lucas acercándose con el trapo en la mano.

Nolan negó.

-No. Pero lo hará. Ahora sé que lo hará. Tiene que presionar a Nacho para que ceda, tardará unos días pero... Ahora sé que estamos por buen camino. Lo noto en las tripas.

Lucas le pasó el trapo por la mejilla para quitar los restos de sangre seca que adornaban su mejilla.

-¿Qué ha pasado? -preguntó apartando el paño húmedo. Nolan miró por el rabillo del ojo a Juan, que parecía pasmado de nuevo- Puedes hablar delante de él, es un bobo pero es de fiar.

-Bueno. Nacho me llamó, y me dijo que fuese a recoger lo recaudado de una pelea clandestina. Yo en realidad tengo ganas de agarrarle del cuello y hacerle CRACK pero... Ya sabes, hay que disimular -Lucas le sujetó los puños, sus nudillos estaban hinchados y la piel alrededor de ellos se había rasgado-. No es nada... Solo trabajo ¿Qué tal tu día?

Lucas no tenía historias tan interesantes que contar.

-Bien, nada interesante -comentó Lucas- Mi hermano se ha ido de la consulta porque mi sobrina estaba enferma.

IF IT HADN'T BEEN FOR LOVEWhere stories live. Discover now