CLOUDS; Nara Shikamaru. ✓

EXTRA┆UNICO.

Advertencia: Leve contenido erótico.

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He acariciado suavemente su espalda desnuda mientras comenzaba a dejar pequeños besos desde su cuello hasta su abdomen.

Hace tan solo unas horas fuimos oficialmente casados y ahora nos encontrábamos en nuestra esperada Luna de Miel, el cual fue un regalo de Ino.

—¿Sucede algo, Shikamaru? —preguntó de manera inquieta al sentir mis caricias y besos detenerse.

La miré por un momento pudiendo notar su mirada brillante por la situación en la que nos encontrábamos y ante aquello no he podido evitar sonreír para así comenzar a besarla con deseo. Ella siguió mi beso con algo de torpeza debido a que no estaba acostumbrada a este tipo de situaciones. He roto el contacto de nuestros labios para así comenzar a juguetear con sus pechos desnudos, donde ____ pronunciaba mi nombre en medio del deseo y el oírla solo hacía que mi cuerpo se calentara todavía más.

Mis manos comienzan a recorrer nuevamente su cuerpo desnudo y luego me coloco entre medio de sus piernas haciendo que soltara un gemido del placer al sentir mi intimidad contra la suya. Ella me mira ansiosa algo que me hacía sonreír debido a que me indicaba que estaba esperando este momento tanto como yo.

Comencé a besarla en el momento en que me he introducido en ella para que así se centrara en esto y no en el dolor que puede sentir al ser su primera vez. Entonces, cuando ____ me da la aprobación de moverme he comenzado a darle varias embestidas que hizo que ambos nos introdujéramos más y más en el placer.

Las manos de mi ahora esposa comienzan a acariciar mi cuerpo por un momento para luego besar mi cuello y en ello he podido oírle decir que me amaba. Haciéndome sentir la persona más afortunada.

—También te amo —dije con un tono de voz ronco mientras seguía embistiéndola—. Te amaré por siempre.

—También yo. Te amaré por siempre.

Ambos nos hemos sumido en el placer por unos largos minutos hasta que finalmente he terminado. Le he dado un casto beso en su frente para así luego recostarme a su lado, sintiendo así una gran felicidad en este momento.

Miré a mi esposa notando que su pecho subía y bajaba por lo que la he atraído hacía mí para así abrazarla con dulzura. Ella se aferró a mí mientras unía nuestras manos dejando ver los anillos que compartíamos.

Sinceramente, nunca imaginé que a la chica que conocí aquella vez en los exámenes chuunin se convertiría en la mujer a la cual amaría para toda la vida.