CLOUDS; Nara Shikamaru. ✓

027.

En los dos años posteriores a la guerra, mis dos amigos se habían vuelto bastante adultos.

Chouji seguía siendo tan regordete como siempre, pero había una mirada masculina en sus ojos, y tenía barba. Ino había dejado crecer cada vez más su cabello, abandonando su cola de caballo para dejarla suelto, y parecía más adulta comparado con su yo de antes.

—¿Comiste algo antes de venir? —preguntó Chouji mientras abría su boca y metía más carne, mascándola y tragándola.

—Shikamaru y yo hemos dejado de crecer hace mucho, así que no tenemos que comer tan ridículamente como tú, Chouji.

—¡Hey!

Los ojos de mi amigo se abrieron con indignación y no he podido evitar soltar una risa. Un aire de calma estaba plantándose en mi corazón; había pasado un tiempo.

—Vine específicamente a comer con ustedes, así que, ¿podría haber comido algo antes? —pregunté mientras extendía mis palillos hacia un pedazo de carne que parecía a punto de quemarse. Sin embargo, otro par de palillos me han interceptado.

—¡Hey, esa es la carne que pude en la parrilla! —protestó Chouji.

—Vale. Vale.

Habíamos pasado por esto muchas veces y es por eso que dejé la carne para luego mirar a Ino, la cual asintió dándome permiso para comer el trozo que ella había colocado en la parrilla.

—Ha pasado tiempo desde que nos invitaste a salir, Shikamaru —dijo.

—Sí —intervino Chouji—. Últimamente no he sido capaz de verte a menos que sea en ratos como este.

—Shikamaru tiene trabajo en la unión y es el ayudante del Hokage —dijo Ino—. Está muy ocupado, Chouji. No puede quedar siempre con nosotros.

—Entiendo, pero...

Había una parte de mí que estaba feliz de que hubieran notado mi ausencia, pero otra parte también me hacía sentir solo.

—¿Qué sucede? —preguntó Ino, inclinando hacia atrás su taza de cerveza.

—Nada. Solo quería hablar con ustedes.

Ino no preguntó más y entonces, los tres hemos comenzado a charlar; una conversación ligera.

—¿Cuándo piensas darte otra oportunidad en el amor, Shikamaru? —preguntó Ino. Su pregunta me tomó desprevenido que hasta me he atragantado con mi pedazo de carne—. Has estado solo por dos años.

—¿Por qué ese repentino interés en mi situación amorosa? —pregunté una vez he recompuesto mi respiración—. Además, Chouji también está solo y lo veo perfectamente bien.

—Para tu información Chouji ha estado últimamente más cercano a Karui, la chica del país del rayo —informó ella y sus palabras me han sorprendido—. Él finalmente avanzó y dejó un poco de lado su amor a la carne.

He mirado a Chouji bastante sonriente y por primera vez he sentido celos de mi compañero. Él estaba avanzando mientras que yo seguía estancado.

—Todavía tengo el suficiente tiempo. Solo tengo 20 años —le dije sin mirarla a los ojos porque sabía que ella descubriría que algo sucedía en mí—. No tengo prisa.

Al final del día, he regresado a casa solo y he mirado como Chouji e Ino se iban juntos mientras bromeaban. El verlos me hizo soltar un suspiro, yo había sido incapaz de contarles acerca de la situación del País del Silencio.

Iba a decirles que vinieran conmigo, pero el verlos tan sonrientes me fue imposible mencionarles esto; yo no quería arruinarles nada.

✧✧✧

Estaba hundido en mis pensamientos cuando el sonido de una voz despreocupada alcanzó mis oídos.

Una pequeña niña se tambaleaba hacía mí, moviéndose de izquierda a derecha con sus pies un poco torpes.

—Mirai —dije y mi voz se volvió más animada. Mi rostro se suavizó y mi boca formó una sonrisa.

La pequeña niña me abrazó fuertemente mientras alzaba su mirada hacia mí dejándome ver sus brillantes ojos y su gran sonrisa. La sonrisa de Mirai era como el sol al igual que la de su hermana mayor.

—Ha pasado un tiempo, Shikamaru

—Profesora Kurenai —saludé.

—Ya no soy profesora, así que puedes dejar de llamarme así —dijo riendo—. ¿Has venido a visitar a Asuma?

—Sí. He venido después de visitar a mi padre.

—¡Shika – nii chan! ¡Ver a papá!

Mirar a Mirai ha hecho que recordara la promesa que le hice a Asuma antes de que él dejara este mundo. Yo debía de proteger a sus dos hijas y para ello debería de mantenerme con vida.

—Ya veo, vienes a ver a tu papá —dije agachándome a su altura—. Que genial de tu parte, Mirai.

—Realmente quieres a Shikamaru – nii chan como a ____, ¿verdad, Mirai? —dijo Kurenai.

Mirai asintió furtivamente que casi se cae por lo que la he sostenido rápidamente.

—¡Shika – nii chan! ¡____ – nee chan! ¡Quiero!

—Gracias... —sonreí al momento en que la alzaba en el aire y mientras miraba a la niña de dos años que sonreía encantada no he podido dejar de pensar en que yo no podría morir.

✧✧✧

Una cabellera rubia entró en mi campo de visión y él al notarme ha sonreído ampliamente. Nadie hubiera creído que él tendría mí misma edad por la sonrisa infantil que iluminaba su rostro.

—¿A dónde te diriges con tanta prisa?

—Es lo que debería preguntarte. ¿Qué haces tan temprano, Naruto?

—No pude dormir la noche pasada —dijo Naruto—. Así que, cuando me desperté esta mañana, fui a comer algo de ramen al Ichiraku, y ahora me vuelvo a casa.

—¿Vienes de esa tienda tan temprano?

—Últimamente han estado abiertos veinticuatro horas al día —dijo con gran felicidad.

—No, quiero decir, comer ramen tan temprano en la mañana...

—¿Sabes? ____ me ha dicho exactamente lo mismo unos minutos atrás —dijo y el oírle nombrarla ocasionó que mi corazón se acelerara—. ¡Siempre está bien comer ramen, ya sea por la mañana por el mediodía o la noche!

—¿Ella ha regresado?

Aquella pregunta ha salido de mi boca sin siquiera pensarlo.

—Regresó esta mañana junto a Neji —respondió Naruto—. Ambos se dirigían al despacho del profesor Kakashi.

—Ya veo...

Una sensación de amargura se plantó en mi interior al oírle, pero supe fingir muy bien mi expresión para que así no me preguntara lo que me sucedía.

—Tengo el estómago lleno, así que creo que iré a casa a dormir un poco.

—Naruto —le llamé en el momento en que él comenzaba a irse—. Eres el hombre que se convertirá en Hokage. No lo olvides.

—Avanzar sin arrepentirme nunca de mis palabras —dijo él con orgullo—, ese es mi camino ninja.

Aquellas palabras han hecho que comenzara a pensar sobre varias cosas mientras me dirigía a mi misión.