capitulo 28: desesperación.

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La desesperación se posicionó de él, al escuchar que Isa no estaba. ¿Donde estaría?, no sabía donde buscarla, pues ella no era una chica que tuviese muchas amistades, la única, Giulia, no estaba en el país, entonces ¿ a donde fue?.

Julio entró a la casa, y tomó destino a la habitación de Isa, pues allí debía haber algún rastro de ella, pero al llegar se encontró con tremendo desastre, era como si un huracán hubiese pasado por allí y fuese arrasando con todo, esto empeoró el estado de Julio, pues isa, sí que lo estaba haciendo sufrir.

Buscaba en medio del desastre pistas que le pudiesen ayudar a encontrarla, cada segundo era una eternidad, nada de lo que encontraba le era útil, hasta que no pudo más, se sentó en la cama y tomaba su cabeza como si esta fuese a estallar. Respiraba profundo, pues sentía que cada minuto que pasaba, su aire faltaba, sus ojos recorrían desde su puesto la habitación completa, hasta que llegó un punto en el que algo llamó su atención, era un pequeño frasco puesto en la mesita de noche, se acercó, lo tomó, y leyó cada pequeña letra que allí se plasmaba.

Eran pastillas para los nervios, no eran malas, pero lo que hizo isa sí, pues había tomado una gran cantidad de estas, era evidente, pues en el suelo se notaba el reguero y el frasco casi vacío, pero tomadas por ella o no, era algo que se sumaba a las desdicha de Julio.

-¿has encontrado algo?- preguntó su padre.

- Eh... no, no nada- mintió, pues consideraba las pastillas como una pista.

- suspira frustradamente- Julio, no quiero preocupar a su madre, pero me temo a que Isa haga alguna locura.

- ¿cree que sería capaz de hacerse algo malo?- pregunto Julio incrédulo.

- Lo intento cuando su hermana murió. ¿Porque está vez sería diferente?- dijo abrumado por ese pequeño nudo en la garganta.

Julio no respondió, pues justo allí llegó a su mente aquella frase que había sido parte de una pelea.

- flash back-

- Irónico ¿no? - dijo Julio.

- ¿qué? - pregunto Isa.

- qué estés en la cima de una montaña, cuando le temes a las alturas- soltó Julio, pero luego continuo- es imposible sentir miedo aquí, es un buen lugar.

- Un buen lugar para lanzarse y suicidarse- bromeo isa.

- ¿qué estás diciendo?- dijo Julio y se acercó a isabela-

- solo es broma- dijo ella riendo.

- Fin flash back-

Julio apenas podía mantenerse de pie, luego de esto no tuvo más dudas.

- Joder, ¡no era broma!- dijo, salió de la habitación y se dirijo hacia el auto.

- ¿a que te refieres?- dijo el padre de Isa, pero era tarde Julio ya se había marchado.

Estaba decidido iría a esa montaña, quería asegurarse de que no fuese a cumplir lo que alguna vez mencionó.

El trayecto era eterno, odiaba cada vehículo que se le atravesaba en el medio, el sol estaba en su ocaso, y su pulso estaba al límite.

Por fin había llegado, fue un momento para retomar un poco la respiración, esta vez veía la montaña más inclinada que antes, pero era causa del miedo, miedo a que Isa estuviese allí.

Cada paso que marcaba era un latido más para su corazón, solo quería tener a Isa entre sus brazos, decirle que todo estaba bien, que él estaría ahí para ella. No queria que le pasara nada malo, pues debía decirle esa palabras que no le dijo, cuando ella lo hecho de su casa. Se sentía un cobarde por no haberse quedado allí con ella, dándole el apoyo que quizás necesitaba.

La foto de un Ángel - (Isulio)Where stories live. Discover now