capitulo 18: consecuencias

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- ¿qué dijiste Alan?

Isabela había llegado en el momento inadecuado, la vida si que conspiraba contra julio, lo que menos deseaba era que isabela se enterara por otra persona.

- lo siento Isa, debo irme- Alan se retiró dejando a la pareja solos.

Julio renegaba en sus adentros de Alan , si no lo estuviera presionando tanto, el tema no hubiese surgido y ella no se hubiese enterado de esa manera.

- ¿porque no me lo dijiste?- preguntó isabela, luchando con su interior para no quebrarse.

- Lo iba a hacer- Julio temblaba, sabía que nada bueno le esperaba.

- ¿cuándo?- grito ella.

- hoy, te juró que lo haría hoy- Julio se acercó a Isa, pero ella se alejó.

- ¿hace cuánto que paso?-  preguntó casi sin aliento, pues quiso creer que era mentira, pero con la respuesta de Julio, confirmo lo que temía.

- hace dos días - dijo cabizbajo

- dos dias- susurro isa, mientras analizaba y recorría los días anteriores en su memoria- fue por eso, que no pasaste por mí, estabas con ella ¿no?

Julio solo la miro, ya podía notar en los ojos de Isa, las lágrimas de las cuales jamás pensó que sería el causante.

Ella se fue y le pidió que no la siguiera, pero la terquedad de Julio era más fuerte, trato de alcanzarla pero al llegar a la estación de bus, ya Isa no estaba.

Por su parte tomó su auto y fue rumbo a la casa de Isa, debía aclararle todo, y quería llegar antes que ella.

(...)

Se encontraba parqueado a una esquina de la casa de Isa, ella aún no llegaba, por lo regular los buses siempre tomaban su tiempo.

Pero algo lo alertó, era la parada del bus que tanto esperaba, al verla bajar, salió de su auto y se dirigió a ella, podía sentir el frio de la noche, pues unas gotas de lluvia caían en el lugar.

Corrió y antes de que se acercará a la puerta de su casa, la tomó por el brazo, para luego soltar sus palabras.

- escúchame por favor- pidió Julio aún sin soltar su brazo.

- ¡sueltame!- dijo ella pero sin subir su voz, no podía, simplemente el cuerpo no la dejaba.

El obedeció, la soltó y ella quedó en frente de él.

- No es lo que piensas isa- dijo él casi rendido a la idea de que no lo escucharía.

- sentí lindo estando contigo, pero si sentías algo por ella ¿porque no me lo dijiste?- susurro Isa.

- Isa, jamás hubo, ni habrá, alguien que no seas tú- dijo Julio tomándole la mano, pero ella se soltó

-¡Por Dios, Julio!- grito isabela- Puedes estar con otra chica, ¿porque yo?, tengo un agujero dentro que no me deja tranquila, no me deja darte el cien por ciento de mi, soy un completo desastre y ...- isabela fue callada por las palabras de Julio.

- pues ese desastre lo elegí yo, y me encanta, ¿sabes?- grito Julio mientras sus miradas se cruzaban, sus respiraciones inundaban el lugar, y por sus cuerpos corrían las gotas de lluvia, tornando el sitio más frío de lo que ya era.- porque Eres como el mar, algunas veces en calma y otras en revolución, pero aún así no tuve miedo de entrar, porque te necesitaba en mi estupida vida; te necesito porque simplemente... - Julio respiro, cerro sus ojos y continuo- te amo, isabela- termino de decir, para de nuevo abrir sus ojos, y encontrarse con un rostro lleno de la lagrimas.

La foto de un Ángel - (Isulio)Where stories live. Discover now