capitulo 19: un trato por cumplir.

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La chica estába dispuesta a pasar por esa puerta y declarar su renuncia, pero no pudo evitar la nostalgia, cuando empezó a observar el lugar y recordar el día en que conoció a Julio, las tardes que habían compartido juntos, los cafés que se habían vuelto una costumbre y su puesto, el juego que tanto los hizo reír, aquel que tanto disfrutaron, no jugando, si no viendo a sus clientes intentar ganar un peluche.

Pero estaba decidida, quería renunciar, no solo por Julio, si no por ella, pues hace días no se ha sentido tan bien con ella misma, los recuerdos de su hermana no le han hecho bien, la actitud de sus padres han sido un calvario y ni hablar de todos la emociones encontradas que en ella había, sentía que no podía, y que todo esto no era un buen resultado, para lo que en realidad merecía Julio.

Con su cabeza en alto y su posición firme, paso por la puerta, entrando a la oficina de su jefe o ex-jefe.

- isabela, que gusto verte por aqui- dijo el jefe al notar la presencia de Isa.

- Hola- fue lo único que salió de su boca

- ¿te puedo ayudar en algo?-  preguntó él curiosamente.

- No, en realidad me ha ayudado mucho. Solo vengo a informarle sobre mi renuncia- isa dejo impresionado a Stewart.

- ¿qué?- reacciono el jefe- perdón, digo, si es lo que realmente quieres, tranquila.

Quedaron en un acuerdo, la renuncia de Isa ya era un hecho, pero antes de que Isa se retirara Stewart le dijo:

" Pudiste con este trabajo, verás que podrás con la vida"

Era hombre muy sabio, sabía cuando dar concejos, y más aún, a quien.

Si me conociera, no diría eso de mi-  penso isa.

- gracias - dijo ella y luego tomo rumbo a su casa.

(...)

Iba en al autobús, mirando cada cosa que se atravesaba en su vista, eran niños, árboles, casas, carros, parejas, fue allí donde suspiró, luego subió su vista al cielo y miró el volar de los pájaros, y pensó lo linda que era la vida, ¿porque ella no la disfrutaba?

El autobús hizo una parada para recoger algunos pasajeros, isabela determinó a las personas que ingresaban, pues ella tenía un cupo a su lado, y quería deducir quién se sentaría allí.

Una chica alta, pelo negro y ojos cafés, se sentó al lado de ella, isa le sonrió y está le devolvió el gesto.

El bus iba retrasado, e Isa veía el camino a casa, lejos. El tráfico en la ciudad era lo que más odiaba, pues siempre la hacía llegar tarde a todas partes.

Isa sentía una mirada sobre ella, fue Alli donde giro su cabeza y se encontró con la sonrisa de la chica que estaba a su lado.

- ¿nos hemos visto antes? - pregunto la chica al lado de Isa.

- ehm, supongo que no- dijo Isa.

- seguro. No olvidaría tu rostro de ser asi- la chica sonrió y volvió a preguntar- ¿eres de aquí?.

- si. ¿Tu no verdad?- la chica negó.

Así se fue desarrollando una conversación, sería una buena distracción para el trayecto tan lento en el que iban sometidas.

- ¿entonces te enamoraste de él? - pregunto la chica, pues realmente, su conversación  había llegado a la confianza, pues sabían que no se volverían a ver.

- si. ¿Tu? ¿Como es tu vida amorosa? - pregunto Isa, pero la chica bajo la cabeza y tardó unos minutos en responder, isa llegó a pensar que quizás había dicho algo malo.

La foto de un Ángel - (Isulio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora