Bonitos Recuerdos

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No sé cómo decirle a mi esposo que mi hijo quiere a su hijo, y no precisamente como a un hermano. 

Qué tal, me llamo Kenneth, soy un hombre casado de 42 años, y como ya dije, estoy en un problema grande. Mi hijo Dublín, que es adoptivo porque yo soy estéril, está enamorado locamente del hijo biológico de Dallen, Emmet >>Mi marido<< y, aunque es muy raro que esta relación pueda ser concretada, yo realmente no podía evitarlo

¿Por qué no separar a dos adolescentes enamorados que viven en la misma casa pero que no son hermanos?, por eso mismo; porque no son hermanos, porque no tienen ni seis meses viviendo juntos y porque siquiera comparten un hilo legal; Dublín solo poseé un apellido mío, mientras que Emmet, tenía el Dallen y su difunta ex-mujer

El problema aquí radicaba, en que ni los chicos sabían que yo ya estaba enterado. Y Dallen mucho menos, estaba solo en todo esto, y aunque al principio lo quise ignorar, me comenzaba a molestar no poder hacer nada >>Dos adolescentes lanzándose miraditas y siendo cariñosos frente a mis ojos, a mi no me hacen tonto en mi propia casa<<. No podía esperar a que Dublín quisiera mudarse y llevarse a Emmet con él, porque algo me decía que a Dallen no le encantaría la idea...

Pero bueno, ya hablaré con mi hombre en otro momento, ya era hora de abrir los ojos.

Estaba despertando ese día, cuando al abrir los ojos miré a Dallen poniéndose un bóxer negro y luego los calcetines largos del mismo color; pantalones azules de sastre, una camisa formal de manga larga negra, su saco en juego, su colonia, su antitranspirante, sus lentes, su cabello arreglado, su corbata negra, ah... Dallen era sexy sin duda alguna

-Buenos días mi amor- dije en un susurro, mirándolo desde la cama.

Se comenzó a acercar, tan él, con el sonido de los zapatos negros en dirección a la cama, poniéndose de cuclillas frente a mi, mirándome, con mis brazos abrazando la almohada, con la sábana cubriendo de mi cadera hasta mis rodillas, ya que las había doblado y movía mis piernas, con mi mano cubriendo la sonrisa de mis labios, un mal habito según él

-Otra vez cubriendo esa sonrisa- dijo mientras acariciaba mi mejilla y quitaba mi mano, acercándose a darme un beso en los labios, tan dulce, tan suave, tan él -Buenos días cariño, ¿descansaste?- preguntó, levantándose para alcanzarme una bata en lo que me levantaba

-Demasiado a decir verdad- dije suavemente, estirando mis brazos estando sentado en la cama, levantándome de un impulso, aceptando la bata, tomándolo de las mejillas, besándolo mientras me agarraba la cintura, provocando que sonriera, era agradable sin duda alguna que fuera así de romántico aún después de diez años de casados, me gustaba, y mucho -¿Quieres que te prepare algo para el almuerzo?- pregunté cálidamente, dándole de besos de vez en vez, sonriéndole

-No suena mal- dejó que me pusiera de pie y caminamos directo a la cocina, los chicos ya estaban desayunando, claro, eso pasa cuando ambos tenían entrenamientos durante vacaciones de verano

Se despidieron y partieron directo a la escuela a sus entrenamientos, dejándome a solas con Dallen de nuevo; empecé a prepararle un almuerzo simple como un emparedado mientras él desayunaba, o eso se supone que debería estar haciendo porque me abrazó por la espalda

-Un día te voy a secuestrar, no me preguntes cuándo, porque no tengo idea- dijo al poner su mentón en mi cabeza, abrazándome con cariño

-Qué más quisiera que eso fuera pronto, pero ambos trabajamos, y somos tan buenos en lo nuestro que estamos en eso horas y horas, que tiempo libre casi no nos queda- dije luego de tener todo envuelto y listo para llevar, dándome la vuelta para sentarme sobre aquel mueble y besar sus labios

-Bueno... Quizás sea más pronto de lo que te imaginas- dijo sonriente, dejando que besara su frente, abrazándome, poniéndome de pie -Alístate, te llevaré al trabajo-

-¿Y esa novedad?- pregunté curioso -Hace mucho que no me dejas en el trabajo- dije mientras me dejaba dirigirme a la habitación, buscando ropa en lo que él me arreglaba la tina

-Tengo una reunión cerca, durará mucho, y queda cerca de donde trabajas, así que te pensaba llevar y luego ir por ti cuando me desocupe- dijo cuando me vio entrar al baño, tomando la perilla de la puerta

-Entonces, me apresuraré para que no llegues tarde a tu cita- dicho ésto, cerró la puerta del baño y quince minutos más tarde salí de la habitación con unos vaqueros algo ajustados, unos tenis blancos, una camisa del mismo color y una chaqueta verde oscuro grande, no era mía, era de Dallen

Saliendo de casa, en Camille, porque así le puso Dallen a su auto, fuimos directo a la ''Grand International Academy of Classic Ballet from Liverpool'', osea donde trabajo, miré a unas alumnas y una profesora esperando a que llegara. No supe cuándo pero Dallen ya me estaba abriendo la puerta del auto para dejarme salir. Escuché risas, las chicas sonreían al vernos, no era común que la persona a quien más amaba se paseara por el trabajo, supongo que era por eso; cerró la puerta del auto y me besó suavemente

-Oye, no te lo comas, es muy temprano- dijo una compañera de trabajo, provocando que sonriera, sintiendo cómo el beso terminaba y nuestras frentes chocaban

-Te Deseo Mucha Suerte- me dijo luego de un beso corto para dirigirse al lado del piloto y cerrar la puerta.

Lo iba a despedir con un simple saludo cuando las chicas se me acercaron y se despidieron de él, provocándole una sonrisa en lo que se ponía sus lentes de sol. Al momento en que aceleró, las chicas se alejaron un poco y empezaron a caminar dentro de la academia cuando la abrí.

-Ay Mr. Kenneth, usted es muy suertudo y afortunado de estar con un hombre tan genial como Mr. Dallen- dijeron algunas de las chicas que hoy no tenían clase conmigo, haciéndome sonreír

-Si, soy muy afortunado, de no ser por mi enorme suerte, no estaría casado con él- dije sonriente, encendiendo las luces de todos lados en el aparador de energía

Habían pasados varias horas, ahora teníamos el ensayo general con el grupo de las jóvenes chicas en el gran teatro de la academia; era cuando ya casi terminábamos el momento en que una de las chicas preguntó en voz alta cómo era que yo había terminado así, dirigiendo una de ls mejores academias de Inglaterra, yo sólo suspiré, mencionando que ''era una larga historia''

-Oh Mr. Kenneth, todas sabemos que debe de ser una historia de amor increíble- dijeron ellas con una amplia sonrisa, sacando un banco para que me sentara frente a ellas mientras todas se iban acercando

Las miré asombrado, ¿en serio querían estar ahí sentadas tanto tiempo sólo para escuchar la historia de mi vida? -¿Están bromeando verdad? Es una historia larguísima chicas- dije con una sonrisa, asombrado, sintiendo cómo una de las alumnas que más tiempo ha estado ahí me empuja suavemente para que me fuera a sentar frente a ellas, dándole la espalda a los asientos del teatro

-Ay por favor, seguro que es algo bien interesante- dijo una de las chicas, sacando de su mochila su reloj para ver la hora -Y tenemos mucho tiempo, son vacaciones- dijo sonriente, haciendo que las demás estuvieran de acuerdo con eso

Solté un suspiro, se suponía que Dallen vendría por mi y seguro estaría esperando en la puerta de entrada a que saliera... Pero éstas niñas siempre habían logrado en mi una manera para convencerme.

-Está bien, pero será muy largo, así que están advertidas- dicho ésto rieron bajito y asintieron, estando listas para que les contara la larga historia de mi vida...

Te Deseo Mucha SuerteOù les histoires vivent. Découvrez maintenant