Invitación

54 4 2
                                    

Habían pasado unos cuantos días cuando una tarde me quedé a solas con mi papá y me decidí a comentarle mi situación que tenía con Dallen, no tardé mucho en decírselo, de alguna forma siempre me ha sido muy sencillo charlar con papá, siempre me entendía y cuando no lo hacía preguntaba, no se quedaba con las dudas, como la vez que le dije que era gay, preguntó como diez cosas y ya.

Ese día, inicio de semana, papá me había dejado frente a la escuela, hoy entraba más temprano al trabajo así que me quiso llevar 

-Nos vemos en la cena- me dijo antes de que yo bajara camino a la entrada

Al estar ya dentro encontré a mis amigos, estábamos algo apresurados debido a algunas tareas que debían entregarse en estos días. Yo tenía todos los trabajos, pero algunos de mis amigos no, así que me puse a ayudarles

-¿Hiciste los ejercicios de matemáticas?- dijo uno de mis amigos llamando mi atención

¡Los ejercicios de matemáticas! -¿Para cuándo son?- pregunté alarmado

-Mañana a primera hora- solté un suspiro de salvación, tenía que ponerme a hacer eso desde ya para poder tenerlo listo, las matemáticas jamás serán lo mío

Durante los descansos entre cada clase estuve haciendo ese trabajo, debía terminarlo aquí para poder irme al ensayo de hoy, y estaba comenzando a pensar que no iría a mi ensayo por esta tarea que no entendía muy bien y que mis amigos no podían ayudarme porque tampoco la habían hecho

-¿Qué haces?- preguntó una familiar voz cuando trataba de hacer el sexto ejercicio de quince

-Una tarea para mañana que debo terminar aquí o no podré ir al ensayo de hoy- dije un poco desesperado, le entendía más o menos al problema, sólo estaba un poco confundido

-¿Necesitas ayuda?- preguntó, haciendo que volteara a verle cuando una de sus manos terminaron en mi cabello

-Por favor- dije casi derrotado, sonriendo torpemente

-Déjame ver- tomó mi libreta y leyó unos cuantos ejercicios en voz baja, como si con eso lograra saber qué tema era -Bien, ya sé qué debes hacer- ¿qué? ¿en serio? Impresionante

-¡Entonces dímelo! Que muero por tener todo hecho- dije desesperado por escuchar su explicación

Daba gracias a que cuando pasó a mi salón a ayudarme, bueno, a saludarme, fue en el descanso para así ayudarme con el resto de los ejercicios

-Y es por eso que tienes que sacarle raíz, porque está a la tercera potencia- dijo acercando a mis manos la calculadora, sacando el último dato que necesitaba para acabar el ejercicio y mi tarea

-¡Te lo debo!- dije por fin libre de tareas, notando que aún después del timbre nadie había entrado al salón -Qué raro... No hay nadie dentro del salón y ya tocó para entrar- dije al ver la hora en mi teléfono

-Hay junta de profesores, tal vez por eso nadie está dentro- dijo mientras me despeinaba

-¿Y yo por qué no sé eso?-

-Tal vez porque no saliste al descanso- dijo en un tono de obviedad, eso tenía sentido, por lo que sólo pude soltar una ligera risa

-Ya lo noté, gracias- dije sonriente, obteniendo una sonrisa por respuesta -Hice que estuvieras todo éste tiempo conmigo ¿qué te parece si te lo remunero con algo de la cafetería? Vamos yo invito- dije mientras me ponía a guardar mis cosas y me levantaba

-No es necesario que me pagues algo, al contrario, te invito a almorzar, vamos, seguro debes de tener mucha hambre después de tantos ejercicios- me dijo sonriente, provocando en mi un rosado casi rojo en mis mejillas

Te Deseo Mucha SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora