Como la primera vez

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Después de sentir mi cuerpo protegido en esos brazos, y de que sus ojos me vieran por segundos que sentí eternos, me separé y abrí la puerta de mi departamento, dejando que entrara -Tienes hambre seguramente ¿qué quieres comer?- pregunté, peinándome un poco, andando a la cocina, caminando aún un poco torpe

-Lo que sea está bien...- escuché, mirándole unos segundos, estaba cerrando la puerta, y mi ritmo cardíaco había aumentando generosamente, de un momento a otro, tener su compañía, después de ésta revelación emocional, me hacía sentir un poco expuesto y nervioso

-Muy bien, entonces...- entrando a la cocina, viendo en el refrigerador, pensando en qué podría hacer, me decidí por algo no muy elaborado pero bueno -Hoy vamos a cenar pasta con filete- dije al sacar todo lo necesario y quitarme la chaqueta, girándome para ir a dejarla y verlo frente a mi, salté del susto -¡Joder! ¡No aparezcas así de la nada!- dije al ponerle mi chaqueta en la cara y tomar el delantal de cintura y volver a la cocina -Haz más ruido, siempre has sido de paso sigiloso, eso da miedo- dije al ponerme a cocinar como debía hacer

-Perdón, son cosas que no logro evitar- escuché a lo lejos, suponiendo había dejado mi suéter en la sala o alguna otra parte -¿Por qué no tienes mascotas Kenneth? Siempre te gustaron los perros-

-No tengo tiempo para cuidar mascotas, merecen espacio, tiempo de calidad y cariño, además de comida; yo apenas puedo alimentarme a mí mismo en mis horas, y trabajo todo el día todos los días- dije tranquilo, preparando en la estufa las cazuelas que usaría -¿No crees que el pobre animal lo pasaría mal estando aquí encerrado todo el tiempo? Nunca le haría eso a un perro- mencionaba al lavarme de nuevo las manos después de haber puesto la carne en una de las cazuelas

-Yo pienso que deberías tener un perrito... No lo sé, eso tal vez anime tu vida, y también tu departamento, siempre está en silencio, y no parece tener mucha energía-

-¿Acaso estoy escuchando a Dallen Wolff quejándose por mi estilo de vida?- dije en un tono divertido, volteando a verle, recargado en la encimera de la barra, mirándome para soltar una risita -No vengas a mi casa y me digas que es un lugar sombrío y aburrido si siempre tenemos sexo aquí; en ese momento la casa no te parece aburrida ¿cierto?- riendo aún con éstas palabras, coloqué la pasta en la cazuela con la salsa y el queso y justo en ese momento sentí cómo me tomaba por la cintura, y su mentón se recargaba en mi cabeza

-Cierto... Pero también me gusta tu casa, porque vives en ella- mi corazón empezó a latir muy fuerte ¿qué era éste comportamiento tan poco usual en Dallen el día de hoy? -Me gusta verte cocinar, reírte, la manera en cómo evitas recargar tu cuerpo en cualquiera de tus piernas, cómo no evitas que mis brazos te tomen, y tu peculiar manera de conllevar tus emociones, pareciendo normal pero, con un ritmo cardíaco más rápido-

Dallen conocía de mi, cada milímetro de mi piel, sabía todos mis lunares, cada cicatriz, incluso las que obtuve recientemente en la danza, sabía mis áreas sensibles, y también los que me provocan dolor. Sabía todo de mi cuerpo pero, en mi mente, cuando lograba entrar, me tenía por completo; me dominaba de una manera que, si bien me enojaba y aterraba al mismo tiempo, también me dejaba fascinado y encantado por querer siendo manipulado por él y su profundo tono de voz

>>Desgraciado seas por ser tú<< pensé, sintiendo cómo se apegaba más a mi cuerpo y su mentón bajaba, llevando sus labios a besar mi hombro derecho, entrecerré un poco los ojos, terminando la comida, apagando la estufa, colocando tapas en ambas cazuelas, mientras él seguía con sus labios en mi piel, que pronto ascendía hasta mi cuello

Por instinto mis manos fueron a las suyas, tomándolo de las muñecas pero, sin intenciones de alejarlo, de hecho; fue todo lo contrario, no quería que se detuviera -Eres un desgraciado- susurré, dando un paso hacia atrás, alejándome de la estufa, sintiendo su cuerpo pegado al mío y su boca comiéndose mi cuello, con sus brazos tomarme con tanta firmeza

Te Deseo Mucha SuerteWhere stories live. Discover now