Hécate

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Me quedé nadando en sus palabras, Emmet había ido a ayudar a alguien, alguien como Dallen y como yo, porque le pareció una injusticia ese trato. Mi corazón latió con fuerza y rapidez, sentía, realmente sentía que me podría desmayar ahí mismo. -Y ¿y por qué cree que lo haya hecho? – pregunté aún conmocionado

-Por los buenos valores que ha aprendido en casa-

-Pero, no suele vivir conmigo, él, pasa más tiempo con su madre-

-Sr. Lofthman, no se trata de cuánto tiempo invierta en estar con Emmet, se trata de qué tan significativo es ese tiempo en el que está con él. Y vaya, que ha sembrado una semilla de respeto e igualdad en el chico, porque esta no es la primera vez que sucede un conflicto así, pero sí la primera en que Emmet interviene... Lo felicito, Sr. Lofthman-

No sabía qué pensar, ni qué decir, siquiera sabía si debía hacer algo al respecto; quedé tan impactado por sus palabras, y por las acciones de Emmet, que simplemente sentía que el chico había crecido en tan solo 24 horas -Yo, no sé qué decir, esto me ha tomado desprevenido por completo- dije con una sonrisa tonta en los labios, sentía que hasta podría llorar

-No hay mucho qué pensar, Sr. Lofthman, solo siga educando al chico de esa manera, pero esta vez aclare la parte de no meterse en peleas y mejor pedir ayuda- reí a su comentario, los adolescentes harán lo que quieran hacer, pero al menos debía tomar su consejo

-Muchas gracias por hablarme para saber esto, se siente bien ver que Emmet ha estado creciendo, es un buen chico- dije ya más tranquilo, pero con una duda aún -¿Qué pasará con los alumnos agresores?-

-Suspendidos- dijo de inmediato -Sus padres no pusieron objeción alguna, saben de su mal carácter y creo, que esta suspensión será castigo suficiente pues esta semana que viene será la semana de actividades culturales y deportivas, y lo lamentarán mucho- reí, entendía eso, un chico lo que quiere es divertirse, y perderse esos días seguro dolerán -Por Emmet no se tiene que preocupar, una vez yo me entere que lo están agrediendo usted será el primero en saberlo-

Sonreí, contento por esa última afirmación, no sabía si estaba bien pues, Dallen era la figura directa de contacto aquí, sin embargo, quien se encontraba en reunión con la directora era yo por lo que, me quedaría con este pequeño logro para mí. -Muchas gracias, se lo agradecería muchísimo- me levanté y pronto fui acompañado a la puerta de la dirección, charlando un poco ahora en los pasillos del colegio que, se encontraban vacíos pero que nos dirigían a la cafetería donde sabía ahí estaba Emmet

-Emmet, si gustas irte por el día de hoy tienes permiso, tengo entendido que ya acabaste con tus exámenes- dijo la directora al momento que ya estábamos ahí

-Pero, mi papá tiene trabajo, no lo quiero incomodar-

Juro que desaparecí de ahí como cinco segundos, Emmet jamás me había llamado "papá"

-A-ah, me puedes acompañar, si quieres claro, ahí hay muchos chicos de tu edad y lo pasarás bien- dije con una sonrisa sutil, por dentro moría de la extraña y grata sensación de ser llamado papá

-Vamos Emmet, será mejor que vayas por tus cosas, ¿si? – la directora terminó de persuadirlo y se levantó para ir por sus cosas, a lo que solo solté un suspiro y la mujer, que quizá era unos diez años mayor, volteó a verme -¿Primera vez?-

-¿Primera vez qué?-

-Que te dice papá- de la nada se perdió la formalidad

-A-ah... Si- reí con nervios

-Te entiendo... Yo también me casé con alguien que ya tenía hijos, la primera vez que me dijeron mamá casi me desmayo- sonreí, se veía mucho más serena que yo -Espero lo haga con más regularidad, así te acostumbrarás más rápido-

-Espero que si- reí, andando al pasillo para solo esperar por Emmet -¿Tus hijos tienen la edad de Emmet?-

-Oh no, el menor está por entrar a la universidad- dijo al quitarse los lentes

-¿Cómo... Cómo hiciste para conectar con ellos cuando eran adolescentes?- se rió de mi pregunta y soltó un largo suspiro

-Yo no hice nada, solo seguí siendo la persona que era con ellos, pronto se dieron cuenta de que no iba a reemplazar a su mamá, sino a estar ahí siempre que ellos me necesitaran... Y por lo que veo, tú siempre estás ahí para Emmet, creo que incluso más que tu esposo. Tu hijo pudo llamar a su mamá o a insistir con tu esposo pero de inmediato quiso contactarte, creo que eso demuestra que has sembrado seguridad de que puede acudir a ti para lo que sea, eso es bueno, muy bueno-

Seguimos hablando un poco, incluso compartimos número telefónico pues sentía una buena amistad saldría de aquí y no la pensaba desaprovechar. Pronto Emmet llegó y nos retiramos andando a la salida y ver el panorama -¿Qué comiste en la cafetería?-

-Una gaseosa y galletas-

-¿Aún tienes hambre? Podemos pasar por un sándwich a algún café, o por pizza- dije al momento en que subimos al taxi que detuve y entramos -No lo sé, ¿qué deseas comer?-

-Pizza está bien- dijo, aún un tanto inexpresivo, mi mano no dudó en acariciar su cabello, llamando su atención

-Pizza será- el camino fue corto y rápido, dejándonos a dos calles de la Compañía, entrando pronto al restaurante italiano donde solía comer pizza una vez al mes cuando me quedaba a ensayos largos en la Compañía -Pide cuanto quieras de pizza, yo invito hoy- dije al momento en que las cartas nos fueron entregadas

-¿No estás molesto conmigo?-

-¿Por qué lo estaría?-

-Porque me metí en problemas en la escuela-

-Pero tú no provocaste que sucediera el problema, querías evitar que las cosas empeoraran-

-Pero Kyle terminó muy lastimado- su voz se quebró un poco

Mis manos soltaron la carta y tomaron las ajenas por unos segundos -Emmet, no fue tu culpa lo que le pasó a Kyle, tu lo que querías era ayudarlo, y lo conseguiste, estoy seguro de que Kyle está muy feliz de que alguien lo haya querido ayudar cuando nadie hacía nada antes- el chico comenzó a soltar lágrimas y el flujo nasal no tardó en aparecer, Emmet, tenía muy buen corazón. Mi mano derecha acarició su cabello y la otra limpió unas cuantas lágrimas -Eres un buen chico Emmet, no tienes nada por qué disculparte, pero a la próxima pide ayuda de un mayor que pueda controlar la situación- viéndole reír ligeramente, sonreí, se veía más relajado finalmente

-Está bien, a la próxima pediré ayuda- limpiándose la cara, pronto pedimos y recibimos las bebidas, Emmet dio un sorbo largo y respiró profundo para pronto empezar a comer, charlando de otras cosas al menos hasta que terminamos, quedando con la bebida nada más -Dallen me habría regañado por haberme metido en una pelea que no era mía-

Creo que era la primera vez que Emmet llamaba a Emmet por su nombre cuando hablaba conmigo -Bueno, fue una suerte que no atendiera la llamada entonces, porque es una tontería ser regañado por haber ayudado a alguien- una mirada, con resentimiento y dolor, fue lo que recibí a cambio, sabía lo que eso quería decir -¿Hace... Cuánto tiempo, viene "regañándote" Dallen?-

-No estoy seguro- susurró, acabando su refresco -Quizá desde hace tres años- solté un suspiro, ansioso, era más o menos el tiempo que tenía caso con Dallen -Antes era con mayor regularidad, por cualquier cosa, él... Siempre lo hacía la noche que yo llegaba a quedarme, justo después de ver a mamá-

Mi mano acarició mi sien, respirando profundamente, quisiera decir que estaba sorprendido por todas esas coincidencias, pero es que, tristemente no lo estaba. -Escúchame Emmet- dije al tener sus ojos llenos de incertidumbre de nuevo sobre mi -La próxima vez que lo haga, conmigo ahí o no, tendrás que decírmelo, no voy a permitir que Dallen te esté haciendo daño, no hay razón suficiente para golpear a su único hijo, ¿me escuchaste bien?-

Sabía que era algo complicado para Emmet el decirme todo esto, pero apreciaba demasiado su honestidad, era algo que no quería hablar aún porque deseaba que fuera cuando él se sintiera cómodo, pero si él deseaba comentarme ahora, entonces no lo iba a ignorar. Emmet asintió y limpió de nuevo su rostro, respirando lenta y profundamente, sonriendo ligeramente, lo que me hizo sonreír también

-Gracias papá-

-De nada, hijo-

Te Deseo Mucha Suerteحيث تعيش القصص. اكتشف الآن