Viernes Casual

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Entré a la escuela, con las emociones a flor de piel, no lo negaría; ya estaba más tranquilo que ayer, cuando todo era completamente ''nuevo'' otra vez, cuando Dallen Wolff me tomaba de la mano, me sonreía, me miraba fijamente, vaya, el sólo pensarlo me pone nervioso.

Cuando llego a mi casillero, mis amigos me abordan, preguntándome sobre si podré acompañarlos a molestar a Jack, contestando de manera afirmativa, pensando realmente en lo que había platicado anoche con mi amigo Jack, quien parecía estar muchísimo más nervioso que yo cuando salí por primera vez con Dallen, me preguntaba si era una buena idea después de todo.

Durante el primer periodo de clases estuve con Jack, charlando sobre la escuela, las materias y los exámenes que se nos aproximaban de forma olímpica; todo ésto con la intensión de distraer su mente de lo que sucedería saliendo de clases, además de que no se separó de mi en ninguna clase hasta que llegó el descanso

-Iré a la cafetería por algo de beber ¿quieres algo?- pregunté mientras guardaba mis libretas en la mochila

-No, gracias, me quedaré aquí a terminar un trabajo- dijo amable, mirándome sólo unos segundos, parecía no querer perder la concentración de lo que estábamos haciendo en matemáticas

Saliendo del salón, me doy un susto al sentir cómo alguien me tomaba de la cintura, girándome en seguida para encontrarme con cierto pelinegro de ojos verdes, sonriendo victorioso al hacerme brincar del susto -Eres malvado, la gente normal suele decir ''hola'' cuando se encuentra con alguien, no asustarlo- dije a modo de reproche, sonriendo levemente, sintiendo cómo Dallen tomaba mi mano y me acompañaba a la cafetería

-Si, yo también te quiero- dijo sonriente, acercando sus labios a mi mejilla -¿Qué tal ha ido tu día?- preguntó cuando ya estábamos próximos a entrar a la cafetería

-Bien, he estado con Jack, ya sabes, hoy tendrá una cita con el chico que le gusta, y trato de despejar su mente para que no se le suban los nervios de más- dije sonriendo ligeramente, sacando mi dinero para comprar una botella de agua -¿Cómo te ha ido a ti?- dije cuando estuve por dar el dinero

Pero cierta personita pagó por mi y de pasó pidió otra botella de agua -No me ha ido mal, todo tranquilo por el momento- dijo después de pagar, saliendo de la cafetería -¿A dónde quieres ir? ¿Regresamos a tu salón o qué lugar te gusta?- preguntó amablemente

-Mmmm- mientras consideraba cualquier lugar como óptimo para pasar el descanso, miré desde la distancia a mi profesor de química, me sentí intimidado por ese par de ojos, incluso hubo un momento del contacto visual en que me sentí desnudo ante él -Volvamos al salón- dije de inmediato, acercándome en automático a besar la mejilla de Dallen, no quería estar a la vista de ese profesor, no después del pequeño percance que habíamos tenido hace unos días, el solo recordarlo me ponía muy ansioso.

-De acuerdo, vamos al salón- dijo un amable Dallen, quien parecía complacido por mi repentino contacto con su mejilla, sería una buena forma para que no supiera que estaba nervioso o incómodo con el entorno.

Cuando llegamos al salón, ya más relajado, hablando con Dallen a punto de entrar miré desde el reflejo de la ventana en la puerta a Jack charlando alegremente con un chico, detuve mis pasos en seco y jalé de la mano a mi novio, quien me vio un poco confundido. Empecé a caminar muy lento para ver por el reflejo, haciendo la seña de guardar silencio a mi acompañante

Jack hablaba con quien deduje era su pretendiente, puesto que se veía serio y con pocas palabras. Así actuaba cuando se ponía nervioso con alguien, se veía muy apuesto sonriendo ligeramente para ese chico, quien parecía sentirse intimidado por la mirada de mi amigo ¿y cómo no, si Jack tiene los ojos super oscuros? -Eso no aplica conmigo, Dallen los tiene verdes y aún así me intimidan- pensé, cuando sentí sus brazos cobijarme por detrás, haciendo que le volteara a ver y le sonriera lentamente. Regresé la mirada al reflejo y miré cómo el muchacho y Jack se levantaban, parecían estar a punto de salir, por lo que en seguida me giré y empujé a Dallen a caminar muy lejos del salón como si no tuviéramos la iniciativa de regresar al salón, cuando mi real motivación era verlos de más lejos a ver cómo reaccionaban en un lugar más abierto que el salón.

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