Juntos

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Solté un largo suspiro, ensanchando mi sonrisa al momento en que mi mano tomaba y giraba la perilla, entrando a casa -Jamás creí extrañar tanto entrar aquí- murmuré, dando un par de pasos, dejando que Dallen entrara, me giré para tomar una de las bolsas que tenía consigo y cerré la puerta, sonriendo para él al instante en que me besó -¿Tienes hambre? Puedo preparar algo-

-Con calma, amor- su brazo rodeó mi cuello, acercándose a mi para besarme -Podemos cocinar juntos- dijo sonriendo suavemente a mis labios -No quiero que te esfuerces demasiado-

-Y yo quiero que descanses, haz estado de un lado a otro con el trabajo, Emmet, yo en el hospital y tener que encargarte de la casa, debes relajarte un poco- mis manos estrujaron la camiseta gris que Dallen vestía, a la altura de su cintura, mientras mis ojos permanecían en los suyos, realmente quería complacerle un poco después de tanto tiempo que estuvo solo aquí

Logrando persuadirle, Dallen fue a cambiarse los zapatos por unas sandalias mientras yo me lavaba las manos y me ponía sobre la marcha a cocinar, conforme lo que había en el refrigerador tomé lo que encontré. Puse a cocer arroz, comencé a cortar carne y verduras, hoy haría una mezcla de verduras y carne con arroz, bañados en salsa de soya, era fácil y no tomaba mucho tiempo hacerlo. Revisé una vez más en el refrigerador, y me di cuenta de que no había cerveza, ni vino, ni siquiera refresco

-¿Te falta algo para la comida? Puedo salir a buscarlo- dijo Dallen al acercarse y despeinarse un poco

-No, pero estoy sorprendido de no ver alcohol ni bebidas industrializadas aquí- dije al cerrar el refrigerador y girarme a él -¿Ya se te acabaron?-

-Estoy tratando de dejar el alcohol- impresión, emoción fácil de percibir en mi rostro, fue lo que sentí al escucharle

-Eso no me lo esperaba, ¿puedo saber la razón?-

Dallen soltó un suspiro y tomó mis manos -Terrie y yo hablamos un día que tu estabas en terapia, me dijo que si no hacía un cambio en mi vida iba a darme una paliza- dijo antes de reír un poco -Terrie no miente, y también sabe que el alcohol es un problema para mi desde que terminé la universidad... Así que, estoy intentando dejarlo porque, sé que el andar bebiendo también me hace una persona irritante y puedo llegarte a joder mucho por ese carácter-

Estaba anonadado, no podía creerme lo que escuchaba, Dallen en verdad quería cambiar su estilo de vida, no solo para que su salud y estado de ánimo mejorara, sino porque se preocupaba por nuestra relación >>Me siento muy feliz<<. Mis manos fueron a su rostro, besándole sin pensarlo demasiado, deseaba muchísimo tocar su boca, fundirla con la mía, así como mis brazos enredarse en su cuello y sonreír, no podía de la alegría

-Me agrada la idea, me encanta- dije sonriendo ampliamente, quedándome cerca suyo antes de separarme y ver la comida para que ésta no se me quemara -Estoy muy impresionado Dallen... Realmente me has dejado muy muy sorprendido- dije al reír ligeramente, una parte en mi interior se sintió cálida, pues su decisión me había parecido algo increíble

-Me alegro que te guste mi decisión, tu eres mi motivación- dijo al colocarse detrás mío y besar mi cabello, dejándome cocinar, andando a hacer agua fresca de limón y empezar a acomodar todo en la mesa.

Comimos, charlamos sobre gastos de la casa y también de lo que ha estado sucediendo en el exterior. Emmet había recién terminado la primaria y ahora entraría a la secundaria, estaba por cumplir los trece años en un mes y yo no me lo creía, ya era todo un hombrecito

-¿Le quieres hacer una fiesta o salir con él por su cumpleaños?- pregunté al momento en que terminaba de comer, recargando mi espalda sobre la silla en donde estaba sentado

Te Deseo Mucha SuerteWhere stories live. Discover now