P-R-Ó-L-O-G-O / PLAYLIST

29.6K 1.6K 550
                                    

Un año más. Una semana más. Un día más. Un primer día de clases más, pero el más importante, el último primer día de clases del instituto.

¡Que nervios!

Mi último año estuvo lleno de altos y bajos y de mucho drama, muchísimo drama. Algo que jamás hubiera esperado en mí, pues no creía que el drama fuera parte de lo que soy, hasta que llego él.

Logan Harris. Este chico le dio vuelta a mi mundo, de nuevo. Empezamos mal, pero debo de admitir que al final del camino, la vida nos sonríe, o al menos, casi siempre.

—De nuevo —Jace golpea la puerta de mi habitación—, si no te apuras, pequeña, juro que te dejo. Me vale que sea el primer día.

Tomo mi mochila que está junto a la puerta y abro rápidamente, dándole una gran sonrisa a mi hermano no tan mayor.

—Es nuestro último primer día —digo con emoción—, dame un poco de crédito por querer arreglarme.

Jace se aleja para verme desde un panorama más completo, lleva su mano al mentón mientras me analiza con la mirada de arriba abajo lo que llevo puesto.

Arruga el ceño. —Parece una combinación entre la antigua tú y la nueva tú.

Bajo la vista hacia lo que llevo puesto, es una sudadera ancha color azul marino que le robe a James hace unos días, junto con unos shorts no tan cortos de color blanco y mis zapatillas Van's. Y... ahora veo a lo que se refiere. Un poco holgado con algo ¿atrevido? Sonrío, porque eso significa que he cambiado, pero que aún guardo mi esencia.

—Soy yo —digo con una sonrisa de suficiencia—. Ámame o déjame.

Jace arruga el entrecejo y me ve como si fuera un espécimen raro. Abre la boca, a punto de decir algo, pero la cierra y niega con la cabeza antes de dirigirse a las escaleras seguido de mí.

—Desayuno del último primer día —anuncia mamá cuando entramos a la cocina. Huele increíble.

Mi hermano y yo nos sentamos en nuestros lugares y dos platos llenos de comida que se ve exquisita aparece enfrente nuestro.

—Se me hace agua la boca —digo, viendo a todo lo que hay en mi plato.

—No es lo único con lo que te pasa —murmura Jace a mi lado antes de llevarse el tenedor a su boca.

Lo miro mal, porque mamá o papá podían haber escuchado. Cuando ni uno me ve, le doy un empujón a Jace en su brazo, causando que el bocado que llevaba en camino salga volando con dirección hacia el suelo. Además de que es inapropiado, es muy incómodo que haga bromas con ese tema.

—¡Chicos! —reclama mamá—. ¿Por qué no pueden tener un desayuno decente juntos?

Jace y yo nos vemos cómplices. En realidad, cuando sólo somos nosotros los desayunos son muy decentes.

—Mamá —habla Jace con un poco de su comida en la boca—, dudo que quieras a tus cuatro hijos peleando tan temprano. Esto es lo más que podemos hacer entre Dylan y yo.

Sonrío y asiento mientras mastico mi comida. Mamá se nos queda viendo con diversión, mientras que papá solo ríe por lo bajo, ocultando su rostro con el periódico.

—Mis hijos serán unos revoltosos, pero siempre serán mis bebés —la voz de mamá es tan tierna. Ella siempre ha sido de esa forma con nosotros. Llena de amor.

Terminamos de comer entre risas y una que otra anécdota de Jason y James antes de que se fueran a sus respectivas universidades después de las vacaciones. Papá está orgulloso de que lleva dos de cuatro en buenas universidades gracias a becas deportivas que los chicos ganaron. Mi familia no es rica, pero sabemos cómo hacer para conseguir lo que queremos. Y como siempre los deportes son de mucha ayuda.

—Tengan un lindo día —nos despide mamá desde la puerta de la casa.

Nos subimos al auto que dejó James aquí y nos dirigimos hacia el instituto. Me recuesto sobre la orilla de la ventana abierta, dejando que todo el aire pegue en mi cara mientras empiezo a pensar como podría ser este nuevo año escolar. En definitiva, muy diferente al anterior.

Después de aquella competición intercolegial, fue más que obvio que todos descubrieron que además de ser una Connor, también practico deportes igual que ellos. Algunos lo tomaron bien, otros empezaron a creer que tendría ciertos beneficios por venir de una familia con legado deportivo, tal vez no en esta ciudad, pero si en otras. Y después, estaban a los que les daba igual, y a quienes más les agradecía, porque me seguirían tratando igual; y no, no me refiero a aquellos que me llamaban nerd. Sí, en pasado. Porque les callé la boca.

Empezar a tener toda esa atención me abrumo un poco al inicio, ni siquiera podía caminar por el pasillo sin que alguien preguntara por mi abuelo o incluso mi padre. De hecho, sentí disgusto cuando unas chicas preguntaron por mi papá. Iugh. Y a pesar de todas esas situaciones bochornosas tenía a mis personitas lindas para guardar mi espalda y escucharme cuando ya no lo soportaba. Mi mejor amigo, Sebastian, la loca de Becca, mis tontos hermanos, aunque ahora sólo me queda uno en la escuela y, por último, mi novio, Logan.

No sabría muy bien describir cómo se comportó, pero era como una combinación entre caballero y salvaje. Aún continúa trabajando en su temperamento, sin embargo, ha mejorado mucho y estoy orgullosa de él. No voy a mentir, a pesar de que estamos muy bien, siempre hay momentos donde discutimos. ¿Pero qué seríamos sino? Somos imperfectos juntos y aprendemos el uno del otro.

Las vacaciones fueron de los mejores momentos del año, la pasé de ensueño con todas las personas que amo. Logan me regalo varios libros para navidad, pero también una pelea cuando vio que Mike estaba en la cena de año nuevo. Aun así, ganó más la sorpresa de que nuestros cumpleaños estuvieran tan cerca. Becca me enorgulleció cuando al fin se abrió por completo con Adeline, que resulta ser el segundo nombre de Chleo y por el cual quiere que todos se refieran ahora. Y Sebas, al fin, pudo conquistar a su amor tan inesperado y les va de maravilla.

Todo va bien, toda va muy bien.

—Deja de soñar —siento que alguien toca mi hombro.

—¿Ah? —es lo único que sale de mi boca.

—Hemos llegado, pequeña —anuncia Jace, señalando con la cabeza al edificio que es nuestra escuela.

Le sonrío y él me devuelve la sonrisa, pero con una mirada que dice que me baje del auto ya. Le doy un pequeño golpe y salimos juntos. Ya no hay nada que esconder.

Porque ahora sólo somos nosotros.

---

¡Bienvenid@s a nuestra segunda parte de una gran historia!

Les confesaré algo... Esta segunda parte es por ustedes y solo para ustedes. Siendo honesta, yo ya me había resignando a no hacer una segunda parte de "El deportista y ¿la nerd?" porque no me creía capaz de crear una nueva parte... Sin embargo, aquí me ven, creando con los mismos personajes solo por ustedes y la verdad es que me emociona porque después de un tiempo me surgieron ideas para seguir.

He de admitir que las actualizaciones no serán tan seguidas, puesto que hace poco inicié la universidad y me robará más tiempo —de hecho, pueden revisar mi instagram, ahí lo mencioné— y todo llevará más tiempo. Así que ✨PACIENCIA✨, mis amores.

El plan era solo el nombre, portada y prólogo, pero amo tanto a mis lectores que les regalaré el primer capítulo... SIGAN LEYENDO.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Distintos, pero ¿iguales? [PI #2] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora