Distintos, pero ¿iguales? [PI #2] ✔️

V-E-I-N-T-I-S-E-I-S

Cerrar los ojos y escuchar esas risitas me llena de paz, es como flotar entre nubes de algodón de azúcar y tener el día más soleado del año. Sin embargo, no soy parte de ese momento, de esas risitas, de esas charlas contando anécdotas de cuando mis hermanos y yo éramos pequeños. Estoy presente, pero al mismo tiempo me encuentro ausente.

‹‹¡Feliz cumpleaños, medio rubio!››, desearía poder decirle a Jace junto con un abrazo fuerte y le jalo el pelo a modo de broma.

Desearía haber reído con su broma sobre Tom Holland al mencionar la canción de Umbrella, pero no pude, aún no puedo. Por ahora, mi único consuelo es haber escuchado el eco de mi familia, aunque en parte, se me haga doloroso, por lo que termino volviendo a pasear por el recorrido de mis memorias. Ahora estoy un poco más consciente de mí misma, ya no puedo ir tan lejos en mis recuerdos, en los que están más enterrados en mi cerebro; no obstante, los recientes tampoco son malos y a causa del gran día de hoy, me traslado al cumpleaños dieciocho de Jace.

Había sido una cena de doble celebración, pues además del cumpleaños del medio rubio, al día siguiente, Jason por fin se mudaría a su nueva fraternidad después de un año de universidad en casa. Por supuesto, a Jace no le molestaba compartir su día con su hermano mayor, a él le podía más la emoción de mostrarnos los diseños de sus cupcakes para nosotros de este año, aún cuando sabía que el mío sería el mismo.

—Oh, vamos, James. —Se impacientó como niño pequeño dando zapatazos al suelo—. Eres el último que queda.

Ya todos habíamos terminado de cenar, Jace al primero claro está, y solo quedaba James, quien se había tomado su tiempo para disfrutar cada uno de los bocados de la espectacular cena que mamá y papá habían preparado. Sonreía con gracia cada vez que volteaba a ver a nuestro hermano, pues estaba de más decir lo mucho que disfrutaba estar molestándolo. Después que terminó, Jace nos entregó nuestros cupcakes respectivos, el mío fue el único que no explicó, pues siempre era lo mismo: un cohete en representación de lo que es mi progreso, mi avance en la vida después de todos mis altibajos del pasado. Es lindo pensar que los chicos creen que es por algo que papá me dijo hace años de ser una viajera entre mundos cuando leo, pero la verdad es una idea personal con la que sigo batallando día a día.

Me concentro en los rostros de mi familia, sonriendo y disfrutando del momento, me concentro en el lindo momento que Jace y Logan tuvieron. Algo me dice que lo que sea que haya pasado antes ya se ha solucionado y eso me da más tranquilidad, pues no soportaría que dos de mis personas favoritas estén en esas condiciones.

Camino un poco más y me encuentro con otro recuerdo de Logan, fue una pelea que tuvimos en la fiesta de fin de año escolar de los de último año; aún no sabíamos que él había reprobado. Chloe intentó seducirlo más de una vez en la noche; en un momento que yo me había separado de él para ir al baño, la aprovechada tomó la oportunidad y para mi regreso, los encontré besándose. Fue asqueroso, incluso pude ver los hilos de saliva cuando sus labios se separaban, las náuseas me inundaron de inmediato.

—No es lo que tú piensas. —Quiso defenderse pobremente—. Ella me besó.

Reí fuerte y llena de sarcasmo mientras le arrebataba el vaso a un individuo al tiempo que me abría paso entre el gentío de la fiesta. Tomé la bebida de un solo trago, tiré el vaso al aire y repetí la acción de robarle a alguien el trago; para cuando estaba en la entrada de la casa, ya estaba empezando a marearme.

—Para un beso se necesitan de dos, Logan.

Fue mi respuesta antes de girarme y empezar a golpear su pecho, no lo quería lastimar físicamente, pero deseaba desquitarme de alguna forma mientras las lágrimas de impotencia empezaban a salir. Él no se resistió hasta que dejé caer mi frente sobre su pecho sollozando, pasó sus brazos por mi cintura y me sujetó para no caer.