S-E-I-S

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—Becca... —vuelvo a llamarla, pero se encuentra tan concentrada en su celular, que no me ve. Por lo tanto, como último recurso, tomo una de mis almohadas y se la tiro a la cabeza—. Hazme caso, estúpida.

Una mini risa se me escapa cuando veo como la cabeza de Becca se inclina cuando la almohada le da, además, se le desordena el cabello.

—¿Qué te ocurre, maldita? —reacciona con la boca abierta y una falsa indignación—. Estoy ocupada.

Alzo ambas cejas y la miro, sin creerme nada. —¿Ignorándome?

Ambas comisuras de su boca se elevan en una maliciosa sonrisa. —No estaría aquí si fuera así.

Achico los ojos en su dirección y me apoyo con mis codos sobre mis muslos. —Pues, por más que me encante tu relación con Adeline, necesito de tu ayuda con este ejercicio.

Toma la misma almohada y la tira en mi dirección, la atrapo justo a tiempo mientras ella se levanta del piso y se sienta a mi lado, en la cama.

—Aún no puedo creer que nos dejaran tareas en la primera semana —reniega, pasando las hojas de su propio cuaderno.

Me encojo de hombros, restándole importancia. Tarea es tarea, me la dejen hoy o la otra semana. Si algo no va a cambiar nunca en mí, es que soy responsable académicamente, pues en otras cosas suelo fallar.

—Tus maestros —digo con un tono de burla y una sonrisa de oreja a oreja.

Becca sonríe por igual y niega con la cabeza. —Uy, no. Los tuyos.

Nos reímos por lo bajo y luego, le explico lo que no entiendo y juntas resolvemos los ejercicios. Resulta, pasa y acontece que sólo uno era el difícil, los demás los hacemos tan fácil como en clases. Una vez terminamos, nos tiramos al piso con todas las almohadas y ponemos una serie en Netflix. Puesto que soy yo quien la elige, Becca se termina durmiendo.

—Necesitamos conseguir otra serie en común que no sea Shadowhunters —comento por lo bajo, para no despertarla.

Pauso la serie y tomo mi celular para navegar por mis redes sociales. Cuando entro a Instagram y reviso las historias de los demás, me doy cuenta que muchos están explotando la última publicación de Kayla. Frunzo el ceño, pues es muy extraño, pero todos parecen estar alucinados por su llegada. Al final, la curiosidad me gana y termino entrando a su perfil, sin embargo, no me sale nada.

—Que maldita —musito por lo bajo, dándome cuenta que me tiene bloqueada.

Sin embargo, lo primero que se me viene a la cabeza son las preguntas de ‹‹ ¿por qué? ›› y ‹‹ ¿desde cuándo? ››. En el tiempo en que ella se fue, yo aún no tenía redes sociales y si tuve alguna, la borré por todo lo que estaba pasando en ese instante. Se me hace tan curioso y extraño. No obstante, la idea se desvanece en el momento en que veo la notificación de mi novio y su mensaje. Una sonrisa se dibuja en mi rostro.

Mi Idiota Fav ( ˘ ³˘) ♡︎

¿Qué está haciendo la niña más bonita de todo el mundo? ¿Ya se durmió? O, ¿sigue esperando a que su príncipe azul le hable?

Muerdo mi labio inferior mientras escribo mi mensaje en respuesta.

Yo: Sigo despierta, sí. Pero no sabía que tengo un príncipe azul, ¿sabes donde puedo encontrarlo?

Quedo satisfecha con mi mensaje, a pesar de ser corto. Desvío un poco la mirada hacia la hora y parece que ya es tarde, así que me doy la vuelta y empiezo a mover a Beca con la punta de mis dedos.

Distintos, pero ¿iguales? [PI #2] ✔️Where stories live. Discover now