CAPITULO 118

4.2K 193 9
                                    

· POCHE: Bueno, si no hacemos nada más, podremos estar esperando días a que lleguen los peces. ─sonreí ante su inocencia ─Tenemos que lanzar pan, para así atraerlos más rápido.
Así fue, adquirimos pequeños pedazos de miga de pan, que previamente traje en el interior de aquel cubo y lanzamos algunos al agua. ─Ahora sí ─me senté a los pies de la caña de mi abuelo, indicándole que hiciera lo mismo ─A esperar. En cuanto estuvo a mi lado, atrapé un poco de fruta con el tenedor y lo llevé a sus labios.
DANIELA: Me tratas como a una niña de tres años ─espetó recibiendo el alimento.
POCHE: Si fuera así, no estarías aquí.
DANIELA: En eso te doy la razón ─sonrió ─Entonces digamos que eres sorprendentemente atenta.
POCHE: ¿Sorprendentemente? ¿A caso no me he comportado así desde el primer momento?
DANIELA: Sí. Y siempre me va a sorprender. ─esta vez fue ella, quien llevó un poco de fruta hacia mis labios, que rápidamente fueron bien recibidos.─¿Te puedo hacer una pregunta? POCHE: Uh... Siempre que alguien dice eso, me tiemblan las piernas ─le sonreí ─Adelante, ¿Qué quieres saber?
DANIELA: Se te iluminan los ojos cada vez que hablas de tus abuelos. Sin embargo, son pocas las veces que has mencionado a tus padres. ¿Ocurre algo con ellos?
Esa pregunta me pilló completamente desprevenida y pensar la respuesta me obligó a dejar escapar un suspiro, pero no abandoné la sonrisa.
POCHE: Supongo que nada que no ocurra en cualquier familia. Mis padres y mis abuelos eran personas muy diferentes. Siempre me identifiqué más con los últimos. Ellos, simplemente me aceptaban tal y como soy, sin esperar que fuera otra persona.
DANIELA: ¿Tus padres no?
POCHE: Mi madre, no ─corregí ─Es una mujer... digamos, algo...especial. Y siempre he sentido que somos completamente incompatibles. A día de hoy, sigue esperando que sea alguien que no soy. Ella asintió, pareciendo entender perfectamente lo que quería decir.
DANIELA: ¿Y qué hay de tu padre?
POCHE: Mi padre, es el pacífico de la familia ─le volví a sonreír ─Siempre trata de entender ambas partes. Pero nunca se posiciona. Quizás eso es lo que siempre necesité; que se posicionara en algún momento. No obstante, lo adoro. Igual que a mi hermano, aunque no los veo demasiado. Cada vez que voy a esa casa, siento que tengo que estar continuamente a la defensiva, ¿entiendes? Siempre alerta, para no ser atacada por los comentarios fuera de lugar de mi madre.
DANIELA: Ella no acepta tu condición sexual, ¿verdad?
POCHE: Verás, realmente, nunca le di la opción de aceptarlo o no. Quizás ese haya sido mi fallo. Estaba tan acostumbrada a que no aceptara nada de lo que yo era, de lo que me gustaba, que un día solté la bomba sin más, sin detenerme a buscar una forma con algo más de tacto. A día de hoy, sigue soñando con la idea de que una mañana, apareceré del brazo de un hombre guapo e importante, anunciándole que me voy a casar y que mi homosexualidad no fue más que parte de una rebeldía adolescente.
DANIELA: ¿Y eso te duele?
POCHE: Yo sé que cuando nacemos, nadie les entrega un manual de cómo ser padres. Pero supongo que siempre necesité simplemente, sentirme comprendida y no juzgada todo el tiempo. Obligándome a crear una coraza para defenderme de mi propia madre. Me dolió, sí. Durante muchos años. Y aunque ya no me afecte, sigo teniendo la esperanza de que un día, cuando me vea enamorada de la mujer de mi vida, al menos sienta felicidad por mi .
Sonreí, tratando de no demostrarle lo ilusa que realmente me siento con ese pensamiento. DANIELA: ¿Sabes algo que siempre he pensado de ti? ─me preguntó.
POCHE: ¿Qué cosa?
DANIELA: Es muy extraño. Pero creo que si te hubiera conocido en otra situación, sin esa bata blanca, y hubiera visto todo esto de ti, jamás me habría imaginado que fueras psicóloga.

POCHE: Es que no soy psicóloga. Y no me refiero a que aun no me haya graduado. Quiero decir que, aunque haya estudiado esa carrera, creo que una persona no se define sólo por lo que estudia. Somos exactamente lo que queremos ser, aunque no nos dediquemos a ello de forma profesional. Si algo nos debe definir, son nuestras pasiones, nuestros sueños. Y si algo realmente me apasiona desde que tengo uso de razón, es el arte y la fotografía. Aunque no me gane la vida con ello.

REGRESA A MI.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon