CAPITULO 91

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· POCHE: Probablemente no pude abandonarla desde el primer momento en que la tuve frente a mí ─reconocí y vi su mirada expresar algo más de comprensión, lo que me permitió exhalar un suspiro ─No tengo ningún plan y si en algún momento hice uno, se me viene abajo cada vez que la miro a los ojos. Ni siquiera yo lo entiendo, ¿vale? No sé lo que me pasa. Dios, ella rompe todos mis esquemas. Consigue que actúe inconscientemente, que ceda ante sus juegos sin importarme las consecuencias. Logra que olvide si estamos o no, rodeadas de personas y hace que mis ojos solo puedan verla a ella. Es la persona más bipolar que he conocido jamás. Puede pasar de la nostalgia o la tristeza, al descaro y la locura en cuestión de segundos. Una vez me advertiste que quizás estaba esperando demasiado, que quizás me había creado una imagen inexistente de una persona inexistente. Nunca creé en mi cabeza una determinada imagen de su personalidad, pero de haberlo hecho, te aseguro que habría superado por completo mis expectativas. Es observadora, atenta, sumamente inteligente. Siempre va un paso por delante. Puede aparentar estar a miles de kilómetros emocionales de distancia, pero la realidad es que siempre está ahí, conmigo. Está completamente loca, PAULA, aunque esa palabra esté terminantemente prohibida para nuestra profesión, y me está volviendo loca a mí. Ni siquiera me reconozco cuando estoy con ella, porque siento que si el mundo se derrumbase en ese momento, no me importaría. No me importaría si lo último que escuchara fuera su risa. Esa que tanto me costó llegar a conseguir. ¿Y sabes que es lo peor? —le pregunté sin esperar respuesta, viéndola observarme atentamente —Que me encanta. Me encanta sentirme así. Me encanta que ella me haga sentir así, y saber que cuando está conmigo, sus problemas desaparecen. Que al menos durante unos minutos al día, puede y quiere ser ella misma. Así sea caprichosa, bipolar, desquiciada, miedosa, dulce, tierna o inocente. En cualquiera de sus facetas. Me encanta que cuando me mira a los ojos, solo pueda ver paz. Mis preocupaciones también desaparecen. Todo se esfuma cuando la tengo en frente.

Me encanta luchar a diario por conseguir sacarle una sonrisa y me encanta ser el motivo de ella... —volví a suspirar —Ni siquiera me he detenido ni un solo minuto de los últimos meses, a pensar en lo que estoy sintiendo, PAULA. Porque tal vez en el momento en que lo haga, tenga que darte la razón, tal vez tenga que apartarme. Y también porque creo sinceramente, que eso carece de importancia. Mis sentimientos personales no son vinculantes, porque si vuelves a preguntarme cual es mi plan, simplemente podría responderte; darle lo mejor de mí.

REGRESA A MI.Where stories live. Discover now