Untitled Part 107

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—Es todo interpretación, una apuesta a ciegas, Raguel... ¿Son estos los deseos divinos o es una prueba que debo superar?

—Es difícil saberlo... siempre es difícil saberlo. Pero lo ha sido antes, en muchos momentos. Recuerda Sodoma y Gomorra.

—Eso fue una prueba.

—¿Y el diluvio?

—Un castigo... de hecho, cada vez que pienso en esto, solo veo la duda cuando ha sido una prueba. En sus designios ella es clara.

—Entonces ármate de valor y sobrevive la tormenta —Raguel suspira.

—Tal vez debería encerrarme aquí —le mira de reojo.

—Puedes encerrarte un tiempo, Gabriel, pero recuerda... nunca huir del problema sirve para resolverlo —Raguel se revuelve un poco con eso de todos modos. (Alguien en el infierno opina que eres un cínico de mierda)

—No para huir, más bien para enfriarlo.

—Si realmente está enamorada de ti...

—Con un poco de suerte el problema pasará a ser de Azrael...

Raguel le mira a los ojos y se ríe un poco.

—Azrael no va a sobrevivir a un problema como ese...

Gabriel sonríe un poco de lado y pone los ojos en blanco.

—Tiene más resistencia una mosca para cierto tipo de cosas.

Gabriel levanta una ceja sin saber si eso es con doble sentido.

—¿Y por qué sí iba a sobrevivir el chico del correo?

—Tú eres mucho más que el chico del correo... —hace los ojos en blanco y se ríe de buena gana.

—No para ciertas cosas. No vas a comparar al ángel de la muerte... —suspira.

—Él hace muy bien su trabajo... y tú mantienes este lugar siendo el lugar que es. ¿Ahora me vas a decir que querrías intercambiar e irte a buscar a los muertos?

—No... pero tú no estuviste ahí, Raguel... no sabes lo que es oír como cientos de demonios, uno por uno, aseguran que su misión personal y principal en el año próximo será venir por ti con única y exclusiva intención de hacerte caer.

Raguel levanta las cejas. Ahora resulta que te parece horrible ser el foco de atención de TODOS.

Está haciendo drama.

—Cientos de demonios piensan que tú eres la presa más deseada... ¿y eso te molesta? —entrecierra los ojos y le pica el pecho con un dedo—. No, esto no va a colar conmigo, puede que cuele con alguien más.

—No salió tu nombre más que una vez, Raguel. Y no sé si el demonio en cuestión sabía de quién hablaba o se equivocó al pronunciarlo. Nadie mencionó a Remiel, Sariel o Uriel. Ni siquiera a Azrael, Raguel. ¿Crees que no me preocupa? Me hace pensar aún más que podría estar confabulado todo el infierno contra mí, que si acaso esto fracasara, vendría otro y otro y otro.

—¿S-Salió... mi nombre? —traga saliva.

—¿Lo ves? Solo fue una vez y te preocupa. Imagina lo que significa esto para mí.

—Pero... ¿quién lo dijo? —se muerde un poco el labio.

—No lo sé. ¿Importa eso? Ya te he dicho que creo que fue un problema de pronunciación. Pero todos los demás...

—Quizás la prueba para ti sea... más una prueba de humildad.

—¿Humildad?

—¿Crees que no puedes rechazar a todo el infierno?

Sin CityWhere stories live. Discover now