Untitled Part 3

408 55 29
                                    

—Make you fall.

Aziraphale levanta las cejas y le mira. Crowley le sonríe.

—F-Fall?! —el escándalo angelical de nuevo, el demonio mira adelante otra vez sin dejar de sonreír—. Vamos, que quieres llevarme del todo al camino del mal —protesta un poco, pensando en cómo pretende hacer esto.

—In love —añade en un susurro prendiendo el coche a la vez, sin mirarle.

Aziraphale le mira otra vez creyendo oír... o sea pero... no puede... querer decir. O sí?! Seguro ha oído mal. SEGURO. Vamos, que no es que no le tenga un profundo aprecio. Desde luego que le tiene un profundo aprecio. Pero...

W-What?

—Vamos a llegar tarde si no volvemos ya —conduce sin mirarle, volviendo a la carretera.

Y... muy, muy sutilmente, aprovechando un movimiento del volante, se le recarga encima un... POQUITO pensando que, venga, es que ya querer a un demonio como él lo quiere ES caer un poco de la gracia de todos. Aunque... bueno, él era un ángel. Y los ángeles deben cuidar y proteger... y querer. Se supone que era parte de su descripción de puesto también.

Crowley le mira de reojo con ese movimiento y da un volantazo para que se caiga del todo, volviendo a levantar el brazo.

—Había una pequeña serpiente en la carretera —se defiende a una acusación que nadie le ha hecho para justificarlo.

—Tan cuidadoso de todas las criaturas, claro... malas mañas las tuyas, más bien —protesta un poquito, pero se le recarga bastante bien, volviendo a pensar que... es que es tremendamente agradable estar aquí.

—Solo con mis semejantes. Si hubiera sido una mangosta me hubiera ensañado.

—A no ser que hubiera sido una mangosta bebé... —vuelve a poner una sutil mano en la pierna. Por ponerla en algún sitio.

—Entonces hubiera parado el coche y buscado el nido.

—Para llevarlo a él. Lo sé.

—Para darles un... caluroso... saludo —le mira de reojo.

—A momentos creo que... esto es como los lentes, ¿sabes?

—¿Qué quieres decir?

Aziraphale se humedece los labios y le mira de reojo, y es que... otra vez está muy cerca.

—No necesitas usarlos cuando estoy solo yo. Entiendo que a veces lo hagas y eso. Pero no es que lo requieras.

—Solo... estoy acostumbrado. Y me gusta cómo me quedan —se defiende el demonio encogiéndose de hombros.

—Supongo que es lo mismo con esto de ser... el demonio malévolo Crowley

What?

—Yo sé...—empieza con cierto cuidado—, que eres un demonio bastante más bueno de lo que aparentas. Así que... no es necesario fingir.

—Por todos los infiernos, ¿por qué no pones un maldito anuncio? —protesta frunciendo el ceño.

—Vale, vale... no es el término correcto quizás —gira la cara hacia él.

—¡No vas a empezar a probar bloody términos!

—Vamos, no tienen que ser términos en detrimento de tu malignidad...

—¡No pienso arriesgarme!

—¿Tienes miedo de que diga cosas bonitas de ti?

—¡No! —sí.

Sin CityWhere stories live. Discover now