Untitled Part 92

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—CROWLEEEEEEYYYYY! —se puede oír gritar a Belcebú en la calle, frente a la librería.

El nombrado pega un salto en el sofá y se hace una serpiente del tamaño de una nuez metiéndose bajo el sofá.

Muy útil...

WHERE THE HELL ARE YOU?! —puede que vuele la puerta y lo incendie todo.

Se mete dentro de los calcetines de Azrael. No te enfades, ángel, él estaba más cerca.

Azrael creo, la verdad, que al primer indicio de fuego infernal va a desaparecer de golpe. Uriel se caga del miedo buscando un crucifijo por ahí y Aziraphale tiembla cuando, a falta de Crowley, Belcebú chasquea los dedos y le levanta a ella como dos metros.

NO! ¿Azrael ya se ha desaparecido con él? Ugh ugh ugh ugh. Shitshitshitshitshitshit.

Uriel sigue gritando rezos. ¿No habían consagrado este sitio?

No te hacen descuento por tantas veces secuestrado, ni te van a dar una tarjeta VIP de cliente habitual, ángel.

Oh... ¿Seguros? Jo... Ella esperaba ya una membresía.

Claro que no. Ugh.

Un montón, MONTÓN de moscas rodean a Uriel sin realmente verse muy afectadas con sus rezos, lo siento. Yo dejaría eso y mejor cerraría la boca porque ya sabes lo que dicen sobre la boca cerrada.

Ella empieza a gritar intentando espantarlas a todas a la vez y dando vueltas alrededor.

Pero el foco real de Belcebú, claramente no es Uriel. Con los ojos brillantes y anaranjados de fuego infernal, se crece lo bastante como para que toda su actitud, su presencia y sus moscas llenen lo que queda de la librería entera.

—¿DÓNDE ESTÁ CROWLEY?

Y el asunto es que... Aziraphale no tiene ni idea

—L-Lord Belcebú... ¿qué ha pasado? —Aziraphale intenta sonar tranquila pero la verdad la voz le tiembla. Ella entera tiembla, sin entender qué pasa.

—¡NO LE ESCONDAS! ¿DÓNDE ESTÁ?

Uriel sigue gritando y ahogándose como una idiota.

Te dijimos que cerraras la boca.

Sí, pero es idiota.

—N-No lo sé... estaba aquí—confiesa la ángel, apoderada del miedo—. ¿Q-Qué ha pasado?

—¡ESTABA AQUÍ!

Belcebú le mira agobiada porque sí es verdad y no sabe dónde está, y tiene miedo y algo terrible ha pasado por lo visto.

—¿H-Ha pasado algo con Gabriel? —susurra Aziraphale como pregunta arriesgada.

You, filthy rat. Tú TAMBIÉN —grita tomándola de las solapas y estampándola con la pared con genuina FUERZA.

Ay, Aziraphale empieza a pensar que esto de usarle como piñata les gusta. Enamórate de un demonio, decían, será divertido, decían. ¿Quién te engañó, Roger Rabbit?

—TÚ has hablado con él también. ¡Les dije que no lo hicieran! —le mira a los ojos con un revoltijo de sensaciones y sentimientos encima, lo bastante intensos como para que Aziraphale les sienta. Es... ¿es eso amor otra vez?—. Él no te quiere, ni te querrá, solo trabaja para mí. Él quiere destruirte.

Aziraphale parpadea aún un poco descolocado con el amor que siente claramente venir de ella, esta reacción solo la frustra más.

—NUNCA más van a estar juntos, NUNCA —le grita, un poco desesperada y esto si congela a Aziraphale, la verdad.

Sin CityWhere stories live. Discover now