Capítulo 44

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Fausto Fantiny

— ¿Negro o azul oscuro, señor Fantiny?

— Negro, con corbata azul, así ha dicho mi mujer.

— ¿Broches dorados o plateados?

— Plateados por favor Mauricio, Siena es muy perfeccionista.

— A la orden señor.

Me encontraba frente al espejo del probador, tenía el que sería mi "traje de bodas en proceso" puesto en mí, Siena fue con su hermana y madre en busca de su vestido, conocí a mis suegros, muy orgullosos y un tanto desesperantes, su hermana es una niña hermosa, una pequeña de 6 años con hermosos ojos azules.

Solo faltaban pocos días para que todo estuviera listo, Luis informó que Sebástian ya está mejor y en condiciones, hoy irán a ver a Mimase, la he visitados unas cuantas veces, siempre que la visito su rostro muestra una sonrisa que se ve muy forzada, ocultando su dolor detrás de una sonrisa. Me sentía muy mal, verla tras ese cristal que nos separaba, nada de lo que pasó fue su culpa, y ella solo se enfocó en echarse la carga de todo.

Pagué en caja el costo del traje y todo lo demás, salí del local y me dirigí al club, por ahora soy yo el jefe, hasta que Sebástian esté totalmente recuperado, el doctor nos dijo que puede ser que pierda algunos recuerdos y su mente divague algunas veces, por eso hay que tenerlo muy vigilado.

Minutos después de llegar al club, recibí una visita inesperada, también una llamada antes de dicha visita.

~Luis Llamada entrante~

— «Hey hermano ¿Cómo va todo? »

— Todo bien por aquí Luis. ¿Estas con Sebástian y Samira?

— «Sí, estamos en una tienda ¿Nos acompañarán tú y Siena a ver a Mimase? »

Quisiera, pero no puedo, tengo cosas que hacer.

— «Qué pena, por cierto, Sebástian está bien, tiene jaquecas pero hasta ahora no ha dicho que ha olvidado nada.»

— Me alegro.

— «¿Cómo van los planes de tu boda, Fausto? »

— Hasta ahora muy bien, sabes que será pronto.

— «Lo sé hombre, los putos Fantiny en casadera y con hijos.»

Reímos.

— Sí, sólo falta que Sebástian deje lo marica y le diga a Samira que se casen.

— «Ella aun es joven como para casarse, que primero follen y gocen como quieran, luego que se amarren para toda la vida.»

— Bien dicho hermano.

— «Pues Fausto, te dejo, estoy buscando a Carolayn y tengo que comprar algunas cosas.»

— Vale, tengo a mi madre frente a mí y quiere hablar conmigo, te dejo.

— «La saludas.»

— Claro.

~Llamada finalizada~

Tenía a mi madre con su delicada sonrisa frente a mí, extraño me parece que quisiera verme en el club, juró no volver a pisar este lugar, pero ya que está aquí hay que recibirla.

— Mami. — susurré con voz de niño pequeño.

Lo siento, soy un niño indefenso por dentro, aunque me haga el macho soy débil con mi madre.

— Fausto mi niño, que gusto verte. — Me dedicó esa sonrisa tierna que suele tener.

— El gusto es todo mío madre, ha pasado mucho.

— Lo sé. — Contestó un poco triste.

— Descuida entendemos la situación.

— ¿Cómo sigue Sebástian? ¿Está mejor?

— Muy bien, ya salió del hospital, irán a ver a la niña de la que te hablamos.

Frunció el ceño y suspiró.

Cuando le hablamos de Mimase a nuestra madre, al principio le tuvo pena y un poco de nostalgia por el accidente de Samira, luego no le agradó la idea de que ella se acercara a nosotros, pero ella no es peligrosa, hasta yo hubiese reaccionado de la misma forma si amenazan a Siena quizás a Sebástian, que no es muy seguro por el pero por mi chica sí.

— Vamos madre, ya te expliqué, ella no es mala persona.

— Lo sé. — bufó — Pero hay algo que me molesta y de eso he venido a hablarte.

— ¿Sobre qué?

— Tu padre.

«Hablando de nadie»

— ¿Ahora qué con él?

— Sabes que salió de la cárcel, y hace unas cuantas semanas lo encontré merodeando por mi hogar.

— ¿Entonces?

— Lo confronté, y este y yo peleamos como siempre, entonces mencionó: "Obtuve información muy valiosa de la persona que menos pensé"

— ¿Enserio dijo eso madre?

— Sí, continúo diciendo: "Use el método de la extorsión con la chiquilla, las amenazas y la intimidación funcionó, la pobre Mimase me ayudó, le tengo pena a mi propia familia, incluyéndote, Beatriz"

— ¿¡Qué!? Dime que solo es una broma de mal gusto ¿Mi padre te ha amenazado a ti y a nosotros?

— Sí hijo, a mí y a ustedes, aun no entiendo por qué la mencionó, por eso te dije que no le confío la vida de mis hijos a esa niña, tengo miedo.

— No lo tengas madre.

— ¿Dónde están todos ahora?

— Van camino a verla.

Y justo ahí mi teléfono sonó, vi y era el número de uno de los guardaespaldas de Sebástian.

~Llamada Personal De Seguridad ~

— ¿Qué pasa?

— Tenemos dos noticias, Señor.

— ¿Cuáles?

— Hubo un choque.

— ¿Qué?

— Hubo un muerto.

— ¡Hablá despacio joder! — Le regañé.

— Lo siento, pero necesitamos que venga al kilómetro 7 de la principal lo antes posible.

~Fin de la llamada~

Acuerdos [Vol1]  [Trilogía Relaciones Tóxicas]Där berättelser lever. Upptäck nu