Capítulo 27

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Samira Rockefeller 

Y ahora esto.

¿Enserio no pudo esperar otro momento? ¿Otro día? ¿Otro maldito lugar que no fuera este? Todo esto está bellísimo, los adornos y las caras de todos lucían felices, las palabras para describir algo como lo que estoy viendo no existen. Todo parece estar hecho con mucha dedicación y empeño.

Fue tan rápido y en tan poco tiempo.

Pero, tenía algo más que solo lo bello de la decoración, tengo a Sebástian frente a mí, pidiéndome ser su "novia", algo que, dentro de mí, quería que sucediera, pero, como dije, su presencia cerca de mí me lastima, me lastima bastante y es porque cada vez que lo veo reflejo a su padre, y es un tanto doloroso volver a repetir lo mismo y tener la viva imagen de tu abusador frente a ti, me duele el corazón, y créanme que estoy llorando por dentro y es dolor más insoportable que he sentido en mi vida, nada se compara con este dolor que siento ahora.

Ya tomé mi decisión, cueste o no así será y no voy a cambiarla.

— Entonces, Samira ¿Quieres ser algo más que solo un acuerdo?

El silencio era inminente, todos me miraban y esperaban la respuesta, claro está que en esta situación yo tengo el poder pero ¿Qué dicta mi corazón?

—¿Qué crees tú que debería decirte? —Le dije alejándome un poco.

—Di lo que sientes, dijiste que sentías algo igual que yo, necesito que seas sincera.

—¡Por Dios, Sebástian. —Comencé a caminar en círculos desesperada. — Esto es bellísimo, todo esto es hermoso!, pero ves esto. —Señalé mis heridas. —Esto no es bello, es doloroso.

—Lo se y por eso quiero cuidarte y proteger de todo aquel que quiera hacerte daño.

—¿Crees que aceptando ser tu novia eso cambiaría? ¿Dejare de llorar? ¿Dejarán estas heridas de doler? ¿Dejarías todo por mi? ¿Tu amigas? ¿Tu club? ¿Esta vida?

Él no contestó.

—Eso pensaba, ya te sabes la respuesta.

Todos se quedaron atónitos con mi respuesta, pero específicamente él, dijo que respondiera con el corazón, y mi corazón ahora dicta odio y rencor latente, algo que no se borra tan fácilmente y sé que me estoy negando a algo que pueda ser que dé frutos, pero no quiero seguir sufriendo aún más y no creo que tampoco sea el momento de sacar mis sentimientos a la luz, cuando muy bien sé que estoy lastimada en todos los sentidos que se conocen.

Sebástian agachó el rostro y un silencio tétrico era evidente, la tensión crecía aún más.

Salí de allí, salí lo más rápido que pude, lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas, nadie me siguió, puesto que ya sabían que mi respuesta fue sincera y un tanto doliente, dolía para ambos porque sentíamos lo mismo, pero si estábamos juntos nos lastimaremos de una forma aún más dolorosa. Mis maletas estaban dentro de su auto, entré y luego de 10 minutos de espera, Sebástian salió y se sentó en el asiento del conductor, yo me quedé atrás, ninguno dijo nada, el trayecto a su casa fue bastante callado, él tenía unos lentes oscuros, tal vez sería para que no vieran su dolor o no sé en realidad, del lado del copiloto había una bolsa de color crema con un moño de color azul claro, di miradas para ver lo que era sin que él se dieran cuenta.

— Es tuyo, lo tengo para dártelo luego.

«Me descubrió»

No dije nada y me mantuve callada hasta llegar a su casa, al llegar una señora muy amigable abrió la puerta y me ayudo a bajar, dos chicos más tomaron mis maletas y las entraban, Sebástian le entregaba la llave a un chico para que aparcara el auto, la señora me ayudó a subir los escalones hasta llegar a la entrada, Sebástian no dijo nada y se mantuvo callado, al entrar, una chica de cabello oscuro y ondulado, pero bastante largo, de piel morena y ojos café, me sonrió y luego a Sebástian, pero este se quedó con el gesto serio y sin emoción.

Acuerdos [Vol1]  [Trilogía Relaciones Tóxicas]Where stories live. Discover now