Capítulo 23

2.9K 228 76
                                    

Maldije en voz baja para que Carlos no escuchara mientras salía del cuarto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Maldije en voz baja para que Carlos no escuchara mientras salía del cuarto.

¿Señorita Hale? ¿Se la estará tirando?

Carlos se marchó y mis nervios aumentaron, al igual que la rabia que tenía por dentro, los celos dominaban mi mente y a la vez mi voz de la razón me decía "te lo dije" además, Sebástian dijo que él no es hombre de una sola mujer y como me lo ha demostrado varias veces no le importa estar conmigo ahora e ir y tirarse a una de sus amigas.

Esta no sería la excepción si ella era su adoración.

Mis expectativas bajaron a niveles críticos, mi percepción de ver algún cambio en Sebástian también cambió por completo, y solo con ese comentario mi miseria volvía a mí, ¿es pecado enamorarse de un hombre que no está a tu alcance?

Mis miedos se hacen realidad, lo que acabó de una manera extraña, porque justo ahora, si no fuese por Sebástian y Fausto, aun estuviera en las calles como una vagabunda, sin oficio ni de que vivir y tal vez procurando intentar suicidarme de alguna manera.

Suspiré nuevamente y me senté en la silla de espaldas a la entrada, si el cliente entraría esperaría no ver su rostro de inmediato, si lo miraba, justo viéndolo vomitaría del miedo y la vergüenza.

La puerta sonó, liberando un gran sonido que inundó el cuarto, la piel se me erizó y el color que poseía en mí abandonó mi cuerpo, el estruendo del cerrar de la puerta me espantó aún más, maldecida el por qué Sebástian no llegó, en pleno cumpleaños número 20, tenía que trabajar y hacer esto que pensé que jamás se haría.

Unas manos frías se posaron en mis hombros, podía oler la colonia que tenía puesta, su respiración agitada y sentía como una presión en mi espalda palpitaba, chillé del susto, no volteé el rostro y solo me limité a poner de pie, este hombre, el cual aún no le he visto el rostro, seguía con sus manos aferradas a mí.

¡Maldito seas, Sebástian Fantiny!

Maldito sea todo, sentía como si mi cuerpo quisiera abandonar mi alma y salir huyendo de ahí, el toque de ese hombre en mi cuerpo era aterrador y un tanto doloroso, doloroso el hecho de que estaba prohibido tocarme y este ha roto esa regla.

— Cuanto deseaba tocarte de esta manera, pequeña Samira. — Susurró en mi oído. —Estas tan bonita como siempre igual que tu madre.

Giré  con rapidez quedando atónita, tenía una sonrisa diabólica y su mirada mostraba rabia y deseo, sus ojos se clavaron en mis cadera y este mordía su labio con gran deseo.

—¡¿Qué?!

—Te sorprende verme o te emociona.

—¡Pero, cómo es que....

—Eres hermosa. —Me tocó el pelo. —Muy bella.

— Quíteme las manos de encima o te arrepentirás.

Acuerdos [Vol1]  [Trilogía Relaciones Tóxicas]Where stories live. Discover now