Wonwoo observaba el techo de su habitación, tenia unos 5 minutos de haberse despertado y estaba seguro de que se arrepentiría mucho de lo que haría aquella mañana. Antes de poderse poner de pie se estiró un poco en un intento de quitarse el sueño que aún quedaba y observó el suelo, realmente quería seguir durmiendo pues él no se levantaba tan temprano.
—¿Qué haces despierto a esta hora?—Wonwoo miro a su padre quien lo observaba con atención desde el marco de la puerta de su habitación.—¿estás bien?
—Tengo que ir a la escuela.—la voz del joven sonaba algo ronca.
—Aún es muy temprano para que te lleven.—dijo el señor Jeon mientras miraba a su hijo ponerse de pie.—vuelve a dormir.
—Iré en autobús hoy.—Wonwoo buscó su uniforme mientras su padre lo miraba extraño.
—A ti jamás te a gustado ir en autobús.—Wonwoo sintió la mano de su padre en la frente.—no estás enfermo.
—Quiero experimentar nuevas cosas.—Wonwoo se apartó un poco de su padre para seguir buscando su ropa.— el autobús es algo que creo que necesito experimentar.—su padre seguía viéndolo extraño.—solo por hoy iré en el.
Wonwoo salió de su habitación con su ropa en mano mientras su padre lo miraba extraño, en definitiva ese no era su hijo, a él no le gustaba tener que esperar el autobús, ni convivir con otros.
—¿Por qué traes esa cara?—pregunto su esposa en cuanto lo vio entrar a la cocina.
—Dice que irá en autobús hoy.—Su esposa no entendía.—ya se está bañando y todo, ¿se golpeó?
—¿Quién irá en autobús?
—Tú hijo.—respondió el señor Jeon, pero su esposa estaba incrédula.
—Primero es nuestro hijo, tú también fuiste parte del proceso de hacerlo.—ella siguió cocinando.—segundo Wonwoo jamás iría en autobús, lo sabes lo odia.
—Lo mismo pensé, pero dice que quiere experimentar cosas nuevas.—Su esposa sonreía.—¿por qué sonríes? Nuestro hijo puede estar enfermo.
—No está enfermo.—ella sonrió más y observó a su esposo, quien a su parecer a pesar de los años seguía siendo muy apuesto, de hecho siempre decía que sus hijos habían sacado su hermosura.—está en proceso de enamorarse.
—¿Enamorarse? Mi hijo enamorado.—él observaba en dirección hacia donde estaba la habitación de Wonwoo.—¿de quien?
—El vecino de enfrente.—dijo su esposa mientras acomodaba la mesa para desayunar.—Al inició dijo que jamás le gustaría alguien como Soonie, pero solo por él iría en autobús a la escuela.
—¿Estas segura?
—Aún es muy rápido, pero de verdad creo que nuestro hijo le está tomando cariño a Soonie, es un chico muy lindo y agradable hubiese sido muy raro si Wonwoo no se hubiese fijado en el. Solo espero que no le haga daño.
—¿Soonyoung?—pregunto su esposo, pero recibió una respuesta negativa.
—Nuestro pequeño, puede ser algo grosero con Soonie y por lo que me a contado la señora Kwon él es un chico sensible a pesar de que nunca a pasado una decepción amorosa o algo igual, y sabemos bien cómo es nuestro hijo.—ambos se vieron.—sé que hará alguna cosa que terminará hiriendo de alguna forma a Soonie y se dará cuanta de que realmente lo quiere.
—No se como ustedes pueden ver tantas cosas.—su esposa sonreía.—a penas puedo notar cuando cambias tu color de cabello.
—Eres tierno.—ambos escucharon como la puerta del baño se abría y después pudieron ver a Wonwoo aún con el cabello mojado, pero ya tenía puesto el uniforme.—¿vas a ir en el autobús?—Wonwoo asintió.—¿Con Soonie?
—No...
—Entonces por Soonie.—Wonwoo no tuvo como defenderse.— es el único que te ha hecho querer ir en autobús.
—No voy por el.—reclamaba Wonwoo mientras se sentaba en una de las sillas del comedor.—solo quiero experimentar un poco, la vida solo es una.
Ambos padres sonrieron pues realmente aquella actitud no era común en su hijo.
—¿Estas seguro de querer hacerlo?—Wonwoo miro a su padre sentarse.
—Sí.—contestó el hijo muy convencido.—no va a pasar nada por ir en autobús, si no me gusta mañana ustedes me pueden llevar, solo quiero descubrir si me gusta o no.
En realidad Wonwoo estaba nervioso pues solo una vez en su vida escolar había ido en autobús, no le gustaba ir en él porque sentía que los demás juzgaban a los demás, cualquier cosa por más mínima que fuera la criticaban, si llevabas mal el uniforme, si tú cabello estaba desordenado e incluso por si aún tenías cara de sueño, aquello le aterraba un poco, no quería ser juzgado.
—Desayunemos para que puedas ir con tiempo a esperar el autobús.—dijo su madre con una sonrisa.
