•21•

326 52 10
                                    


Soonyoung había despertado muy tarde, demasiado tanto que no pudo desayunar ni despedirse bien de su familia, ahora mientras corría esperaba llegar a tiempo para tomar el autobús.

Él se culpaba por no haberle hecho caso al sonido de su alarma la primera vez que sonó, ahora estaba corriendo como loco intentando hacer un milagro. Quizás ese día llegaría muy tarde a clases y tendría otra falta más.

A lo lejos podía ver una figura que reconocía bien, era Wonwoo, tenía la mirada fija en el asfalto, de seguro el si había despertado temprano.

—¿Soonyoung?—Wonwoo lo miro extraño.—¿qué haces aquí?

Soonyoung se tomó unos minutos antes de responder pues le faltaba de aire, en ese momento solo quería tirarse en el piso hasta que sus pulmones se sintieran bien.

—¿Falta mucho?—pregunto Soonyoung aún cansado, pero Wonwoo seguía viéndolo extraño.— el autobús.
—Ya se fue.—dijo el más alto con mucha tranquilidad.
—¿Cómo que ya se fue?—la expresión de terror en rostro del rubio era toda una obra de arte.—¿por qué sigues aquí?
—Deje que se fuera, no tenía ganas de ir.—Soonyoung no podía creer lo que decía Wonwoo.
—Tengo que seguir corriendo si quiero llegar.—Wonwoo lo detuvo.
—No hay que ir.—Wonwoo sonaba seguro.
—Ya falte ayer.—replicó Soonyoung rápidamente.
—No pasará nada.—Wonwoo sonrió mientras tomaba al rubio de la muñeca.

Soonyoung ni siquiera podía seguir bien los pasos del alto y tampoco sabía a donde iban. Dejando de lado que era la segunda vez que faltaba a clases Soonyoung se sentía cómodo a lado de Wonwoo.

—¿Qué quieres hacer?—pregunto Soonyoung recibiendo una sonrisa por parte del alto.

Durante las mañanas en las calles solo se miraban a todas las personas que iba a sus trabajos o a la escuela, lo cual era una ventaja porque todo estaba casi vacío, justo como le gustaba a Wonwoo.

—¿Qué hacemos aquí?— Soonyoung observaba el parque.—¿no es muy temprano para estar aquí?
—¿Por qué haces tantas preguntas?—Wonwoo se detuvo y lo observó.—busquemos un lugar para sentarnos.
—Pero.—Soonyoung de nuevo era jalado por el alto.

Wonwoo había encontrado un árbol lo suficientemente grande para darles sombra una vez que el sol saliera bien. Soonyoung fue el primero en sentarse mientras Wonwoo sacaba un libro de su mochila.

—¿Vas a leer?—Wonwoo negó ante la pregunta de Soonyoung.
—Tú lo harás, vas a leer para los dos.—dijo él alto mientras le entregaba el libro al rubio.
—¿Quieres que yo lea?—Wonwoo sonreía una vez más.
—Haces muchas preguntas Soonyoung.

Ambos estaban recargados contra el árbol, la voz de Soonyoung leyendo era tranquila para los oídos de Wonwoo quien realmente estaba disfrutando aquello, por un momento cerró sus ojos y dejó que Soonyoung siguiera leyendo para el. Era un momento casi perfecto, el clima estaba equilibrado, la voz suave y tranquila del rubio al leer aquel libro era algo casi mágico.

En un momento Wonwoo ya no se sintió cómodo estando recargado contra el árbol por lo que optó por recostarse en las piernas de Soonyoung.

—¿Qué haces?—Wonwoo no podía verlo, pero se imaginaba a un Soonyoung sonrojado.
—Continúa.

Soonyoung sentía los latidos de su corazón ir rápidamente, tenia a Wonwoo descansando en sus piernas y este le pedía que siguiera leyendo, pero cómo hacerlo si estaba nervioso. Después de respirar profundamente él pudo seguir leyendo.

Las horas así pasaron y Soonyoung seguía leyendo pues el libro le había terminado gustando demasiado.

—Esto es demasiado bueno, deberás prestármelo.—Soonyoung dejo el libro de lado y miro a un Wonwoo durmiendo.

Desde donde estaba Soonyoung podía verlo perfectamente, cada parte de su rostro era perfecto, no había ninguna imperfección. Su mirada recorrió con detenimiento cada parte su rostro. Dormía tan tranquilamente que Soonyoung no quería ni moverse para no despertarlo y así poder seguir apreciándolo.

Algo extraño pasaba con Soonyoung, su corazón se aceleraba más con solo verlo.

—¿Por qué te detuviste?—la voz ronca de Wonwoo asustó un poco al rubio.
—Ya me cansé.—dijo Soonyoung intentando parecer tranquilo.

Al no recibir otra respuesta Soonyoung pensó que Wonwoo se había vuelto a dormir, pero al verlo se encontró con su mirada fija en el provocando que se pusiera más nervioso, en ese momento se sentía totalmente al descubierto. No había forma de esconder que su corazón latía rápidamente.

—¿Estas bien?—cuestionó Wonwoo.
—Sí.—una respuesta rápida por parte de Soonyoung.

En un movimiento rápido Wonwoo se incorporó y se acercó a Soonyoung, era la segunda vez que estaban tan cerca que podían con mucho detalle todo.

—¿Qué haces?—Soonyoung no podía estar más pegado al tronco del árbol porque se volvería uno con el.

Wonwoo siguió acercándose lentamente a él, esta vez no se alejaría, quería besarlo, al menos una vez que comprobar lo que estaba sintiendo. Un par de centímetros, solo eso los separaba, un movimiento más y sus labios estarían unidos.

Un sonido provienen del estómago de Soonyoung interrumpió a Wonwoo en su tarea para besarlo.

—¿No desayunaste?—Soonyoung negó apenado.—debiste decirlo.
—No me diste oportunidad.—el rubio había bajado la mirada.
—Vamos a buscar donde puedas comer.—Wonwoo se separó de él para ponerse de pie.—te puedes morir si no comes.—él le extendió su mano para que pudiera ponerse de pie.
—Eso es un poco exagerado.—Soonyoung sonrió.
—No lo es, vamos.—Wonwoo aún mantenía sus manos entrelazadas.

Soonyoung se dejó guiar, después de su pequeño momento ya no se sentía tan nervioso estando a su lado. Quizás, solo quizás Wonwoo era el chico que terminaría robando su corazón de verdad.

Happy • SoonWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora