A diferencia que lo que Wonwoo espero, la habitación de Soonyoung estaba ordenada eso si, tenía muchos discos seguro por lo mismo de que le gustaba bailar.
—Es diferente a lo que imagine.—dijo Wonwoo mirando una vez más el lugar.
—¿Diferente?
—Está todo muy ordenando.—Wonwoo dejó su mochila de lado.—me gusta.
—Ah pensabas que mi habitación era un desastre.—Soonyoung observó como el algo asentia tímidamente.—puede llegar a estarlo, pero intento mantener todo en orden.
Wonwoo dio algunos pasos por la habitación hasta llegar a donde estaban todos los discos de Soonyoung, tomó uno y lo observó, no conocía al artista. Habían muchos grupos o artistas que Wonwoo no reconocía, quizás Soonyoung realmente era un conocedor en música.
—¿Piensas dedicarte al baile?—Wonwoo miro a Soonyoung sacando su material para trabajar.
—Lo he pensado, pero no sé si soy bueno bailando realmente, solo lo hago porque disfruto de ello.—el rubio sonrió.
—Un día deberías dejar que te veamos bailar.—Soonyoung negó rápidamente.
—Me da hasta vergüenza que mi familia me mire.—Wonwoo no podía dejar de ver su sonrisa.
—¿Entonces como sabrás que eres bueno?
—No lo se, pero por el momento seré feliz disfrutándolo.—dijo Soonyoung regresando su atención a sus libros.—deberíamos empezar.
—Claro.—Wonwoo fue hasta su mochila.
Su tarde se pasó entre libros, explicaciones de temas que simplemente Wonwoo estaba fingiendo conocer para ayudar a Soonyoung, galletas recién horneadas por las madre de Soonyoung. Wonwoo estaba conociendo más al rubio y a su vez cambiaba su impresión de él, era más que una cara tierna, era dedicado a lo que hacía en más de una ocasión terminó corrigiendo a Wonwoo en sus explicaciones lo cual también le mostraba que era un chico listo, también estaba el hecho de que era bastante unido a su madre. Soonyoung ya no era un enemigo.
—¿Quieres descansar?—pregunto Wonwoo.—si sigo podría morir.—Soonyoung sonrió ante sus comentario.—háblame sobre ti.
—¿Sobre mi?—Soonyoung se cuestionaba porque ese día todos parecían querer saber sobre el.—no hay mucho que contar.
—¿No tenías miedo de mudarte?—pregunto Wonwoo.
—En un principio si, no suelo hacer amigos muy rápido y eso me daba bastante miedo.—Wonwoo no podía creer que alguien como Soonyoung no fuera sociable.
—Pero tú imagen muestra otra cosa, todos en la escuela te adoran.—Soonyoung asintió.
—La pregunta es ¿cuantas de esas personas se acercaron a mí para ser mis amigos?—Soonyoung suspiro.—por ti puedo tener con quienes almorzar y hablar.
—Jihoon y Junhui siempre habían estado esperando a que llegara alguien como tú.—Wonwoo lo señaló con una sonrisa.—alguien tierno.
—¿Puedo preguntar algo?—el alto asintió ante la pregunta de Soonyoung.—¿cuál es tu relación con Mingyu?
Wonwoo sabía que en cuanto le dijera que habían sido pareja Soonyoung se alejaría de Mingyu pues no parecía ser el tipo del que se involucra con las ex parejas de sus amigos y aún así no quería borrarle ese brillo en sus ojos.
—Somos amigos.—Wonwoo mintió.—pero hemos tenido algunos problemas.
—Ah por eso tu actitud hacia el.—Soonyoung se sentía un poco más tranquilo.
—¿Te gusta?—Wonwoo bajo la mirada algo dentro de él no quería escuchar la respuesta realmente.
—De nuevo lo preguntas.—Soonyoung sonreía.—empiezo a pensar que te gusta.—Wonwoo negó rápidamente causándole risa al rubio.—pero no se, aún es muy rápido para decir si me gusta o no, soy más del tipo de ir conociendo más a la persona y así saber si realmente tengo interés en el.
—Entonces vas a verlo más.—Wonwoo jugaba con un lápiz pues no quería ver a Soonyoung.—sabes es muy torpe realmente, siempre esta tirando las cosas o golpeando a otros por error.
—Eso es justo lo que yo mismo quisiera ver, si realmente quiero estar a lado de alguien quisiera poder cada una de sus facetas.—dijo Soonyoung mirando lo que Wonwoo hacía.—quisiera enamorarme de cada pequeña parte de una persona.
Wonwoo subió su mirada encontrándose con un Soonyoung que estaba demasiado cerca de él desde donde estaba podía ver perfectamente cada parte de su rostro, sus ojos pequeños que seguían observando el lápiz en su mano, su nariz, sus mejillas que a todos encantaban y sus labios casi perfectos. Él quería dejar de verlos, pero no podía.
—¿Por qué te quedaste tan serio?—Soonyoung también lo observó.
Sus miradas se encontraron y no supieron que hacer, pero aún así siguieron viéndose, era como si no hubiera necesidad de palabras en ese momento, Wonwoo quería decirle que no siguiera insistiendo con Mingyu, que no lo merecía. Un extraño sentimiento de querer abrazarlo invadido al alto, se sentía tan raro pues en un día había cambiado mucho su forma de ver a Soonyoung, no era el chico molesto que creía ni tampoco le caía mal.
—Wonwoo.—en cuanto escucharon la voz de la madre de Soonyoung se alejaron.—tú mamá ya está aquí.—la señora se encontró con una escena más de extraña. Ambos estaban en cada extremo de la habitación y con la mirada fija en el suelo.
—Voy.—Wonwoo empezó a buscar sus cosas aun sin ver al rubio quien aún tenía la mirada en el suelo.—listo.—dijo el alto mientras se colocaba la mochila.
Obviamente antes de que Wonwoo pudiera regresar a su casa con su madre tuvo que esperar pues ambas señoras aún tenían cosas de que hablar, realmente estaban siendo muy amigas al parecer de Wonwoo.
—¿Mi hijo te ayudo mucho?—Soonyoung miro a la señora Jeon y asintió con una pequeña sonrisa.—me alegra tanto que te se estén llevando bien.
Ambos se vieron por un segundo y apartaron rápidamente sus miradas, después del extraño momento en la habitación de Soonyoung realmente ambos estaban nerviosos.
—Nosotros nos retiramos, seguro Soonie está cansado.—alcanzó a escuchar Soonyoung mientras miraba como los Jeon salían de su casa.—despídete.—ordenó la mamá de Wonwoo una vez que estuvieron a fuera de la casa.
—Muchas gracias por todo hoy.—Wonwoo dudo un poco, pero miro a Soonyoung.—nos vemos mañana Soonyoung.—el rubio también lo miro.
—Hasta mañana.—dijo Soonyoung intentando parecer tranquilo.
Mientras eso pasaba ambas madres sonreían por las actitudes raras que tenían sus hijos, era más que obvio que algo había pasado entre ellos pues solo así se explicaba el leve color rojizo en sus mejillas.
