La hora de la salida había llegado más rápido de lo esperado, Wonwoo ya estaba en la salida, pero había quedado en que mostrarle el camino de regreso a Soonyoung el problema era que este aún estaba en el salón, parecía que todos se habían puesto de acuerdo para hablarle justo cuando se iba.
—Lo siento.— Wonwoo lo miro acercarse.— de verdad no se porque me quisieron hablar.
—Eres la novedad por eso.—el más alto empezó a caminar.— en unos días pasará y serás un chico normal.
—Eso espero.—Soonyoung iba a lado de Wonwoo.– no me gusta tener la atención de las personas.
—Pues sabes controlar eso bien.—dijo Wonwoo sin ganas.
—Supongo.—Soonyoung lo observó un momento.—gracias por todo el apoyo hoy, no se que hubiese hecho solo.
—Agradécele a mi madre, ella fue la que me pidió hacerlo, yo no quería.—Wonwoo no había medido sus palabras y lo había notado en la expresión del rubio.
—Oh.—aquello había sonado triste.
Soonyoung solo bajo la mirada mientras seguía de cerca los pasos de Wonwoo. Ninguno sabía que decir, Soonyoung temía seguir siendo una carga para el más alto.
—¿Trajiste todos tus libros?—Soonyoung asintió ante la pregunta de Wonwoo.—¿quieres que te ayude hoy? Se que Junhui te ayudará el fin de semana, pero creo que podrías avanzar mucho hoy.
—No, está bien.—él seguía sin subir su mirada.— debes tener otras cosas que hacer.
—Pues si.— ahí estaba de nuevo Wonwoo diciendo cosas sin pensarlo antes.—pero se supone que debo cuidarte y ayudarte, o eso fue lo que me dijo mi madre que hiciera.
—Está bien, Wonwoo, no ocupo ayuda.—Soonyoung había suspirado.— se que podré tener algunos trabajos listos para mañana.
De nuevo ambos se quedaron en silencio. Wonwoo sabía que su madre lo regañaría en cuanto viera a Soonyoung de aquella manera, pero no sabía cómo mejorar el momento. Usualmente nunca se preocupaba por subirle el animo a nadie.
—¿Te estás aprendiendo el camino?—Soonyoung asintió.—¿podrías hablarme?
—Sí, lo estoy aprendiendo.— su voz seguía sonando triste.— mañana seguro puedo regresar solo.
—¿Solo? es muy rápido
—De seguro quieres llegar antes a tu casa y yo solo atraso eso.—Soonyoung acomodo su mochila, ese pequeño gesto hizo que Wonwoo se sintiera mal.
—Puedo acompañarte hasta que te sientas seguro por estas calles.—Wonwoo se acercó un poco a él.
—¿Eso también te lo pidió tu mamá?—Soonyoung se detuvo.— no me gusta sentir que soy una carga, y en este momento lo estoy sintiendo, yo quería pensar que había nacido de ti.
Esas palabras habían dejado mudo a Wonwoo, él nunca se quedaba sin decir nada, pero en ese momento no sabía decir algo sin que sonara a que Soonyoung había sido una carga.
—Lo siento.—fue lo único que pensó Wonwoo.— soy terrible aceptando a las nuevas personas y tú eres muy nuevo, pero supongo que no eres mala persona.—ambos continuaron caminando.— se que no debía decirte lo de antes.
—No te preocupes.—¿por qué él seguía sonando triste?
Bien en ese momento nada parecía que fuera a mejorar las cosas, así que Wonwoo y él continuaron caminado sin decir nada. Soonyoung tuvo su momento para apreciar ciertas cosas que le harían recordar mejor el camino de regreso. Pues si, él cumpliría lo que le había dicho a Wonwoo, regresaría solo al día siguiente.
—Pensé que se habían perdido.— ambos vieron a la señora Jeon junto a la mamá de Soonyoung.—¿cómo les fue?
—Bien.—contestó Soonyoung.—todos fueron muy amables conmigo, solo que tengo mucho trabajo que hacer.—él sonreía pero está no llegaba hasta sus ojos.— pero se que aprenderé mucho.
—¿Wonwoo cuidó bien de ti?—ambos se vieron.
—Sí.—Wonwoo bajo la mirada.— hasta hicimos un trabajo en equipo con otros dos chicos y fuimos de los mejores.—ambas señoras sonreían.
—Entonces mañana nos vemos.—Soonyoung miro confusión a la señora Jeon y luego a su madre.—nos pusimos de acuerdo para que yo los lleve en las mañanas.
—Puedo tomar el autobús.—Wonwoo miro a Soonyoung.
—No creo que quieras ir ahí.—dijo el más alto
—Quiero hacerlo, de verdad agradezco que quiera llevarme.—de nuevo estaba esa sonrisa forzada de Soonyoung.— hoy hicieron mucho por mi.
Wonwoo odiaba ese sentimiento de culpaba que se estaba formando, su mente decía que debía decir algo para disculparse, pero nada salió en sus labios. Kwon y su madre se despidieron y fueron hacia su casa.
—¿Sigues pensado que no te gustan los niños tiernos?—escuchó Wonwoo la voz de su mamá.
