CAPITULO 63

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Haleth gritaba insultos y amenazas golpeando y sacudiendo la celda en la que había sido arrojado, consciente de que Beren no lo escuchaba pero incapaz de guardarse todo lo que sentía, la sangre le hervía y el terrible arrepentimiento que sentía no se comparaba con ningún otro dolor, saber que pudo haber hecho mucho más por su hermana y ni siquiera haber tenido la oportunidad de disculparse o tan si quiera despedirse sería algo de lo que se arrepentiría por siempre. Haleth grito y golpeo envuelto en furia durante horas hasta que su garganta y sus fuerzas cedieron al cansancio y se quedó sentado en el suelo de aquel oscuro y desagradable calabozo, con la mirada perdida se preguntaba cómo es que habían terminado así, y en silencio lloro por su hermana.

El repentino sonido de pasos lo alerto pues no estaba seguro de si Beren en realidad tenía intenciones de dejarlo morir de hambre o si simplemente acabaría con él de una vez, pero se sorprendió cuando pudo ver como Daven se acercaba deprisa, Haleth se acercó a los barrotes de la celda para poder hablar con él.

-¿Qué haces aquí?- Pregunto Haleth desconfiado, sin decir una palabra Daven saco un montón de llaves que colgaban de un aro y comenzó a buscar la que abría la celda de Haleth.

-No tienes mucho tiempo... Debemos ser rápidos y discretos si no queremos acabar todos muertos... sígueme- le dijo en voz baja al tiempo que la puerta se abría y Haleth salía de ahí aún confundido por lo que decía su amigo.

-¿Por qué haces esto?- le pregunto Haleth sin dar un paso más, Daven también se detuvo y poniendo una mano en su hombro lo miro a los ojos.

-... Tu hermana está viva- los ojos de Haleth se abrieron sorprendido y esperando que aquellas palabras no fueran una cruel mentira se permitió sentir un poco de alivio- pero está muy herida... Deben irse, quizá sobreviva si encuentras ayuda.

-¿Pero a dónde iremos?- le pregunto Haleth- El lugar más cercano en el que podría buscar ayuda es la ciudad de Dale pero ahí todos saben quién es Miriel, y Beren acabara enterándose.

-Debes buscar ayuda en el bosque Haleth- dijo Daven.

-Es muy peligroso- Haleth se sorprendió que sugiriera aquello pues él nunca lo habría siquiera pensado.

-Es el único lugar donde podrán ayudarla sin que Beren lo sepa, vale la pena el riesgo- Daven lo alentó y no le tomo mucho tiempo a Haleth acceder.

Caminaron de prisa y con cautela por los desérticos pasillos del castillo en medio de la noche, hasta los establos donde un caballo ya preparado esperaba, Haleth noto al hombre de pie junto a él y de prisa se acercó hasta donde se encontraba, en sus brazos sostenía el cuerpo inerte de Miriel cubierto por una capa, angustiado levanto la capa y miro a su hermana con más atención sintiéndose horrorizado por el aspecto de sus heridas. De prisa se montó en el caballo y con la ayuda del hombre que sostenía a su hermana pudo acomodarla delante de él.

-¿Qué pasara con Beren?- pregunto Haleth.

-Nos ordenó sepultarla y a ti junto con ella, le diremos que así lo hicimos- dijo Daven- ahora vete.

Haleth dio una última mirada a aquellos hombres y asintiendo les agradeció antes de salir de ahí, en silencio y con cautela antes de estar lo suficientemente apartados para poder acelerar el paso y dando un ultimo vistazo atrás abandono el reino. Al amanecer ya casi había alcanzado el borde del bosque, había sido un trayecto difícil y angustioso todo el tiempo pendiente de que Miriel pudiera resistirlo y aguantara un poco más, constantemente Haleth le susurraba que iba a estar bien y que pronto recibiría ayuda, palabras que más bien le servían de consuelo a él pues eso era lo que esperaba. Al llegar a los límites del bosque se detuvo admirando lo que se encontraba frente a él, desconfiado de aquel extraño y oscuro lugar, pero una vez más la sensación del cuerpo de Miriel entre sus brazos le recordó que ese no era un momento para dudar, y se adentró andando deprisa pero manteniéndose alerta, desesperado buscaba algún camino alguna señal, algo. Estuvo dando vueltas por un rato hasta que llego al punto en el que los caminos lo habían confundido y ya no sabía si debía continuar avanzando, escucho entonces un sonido arriba entre los árboles, volteo hacia arriba y le pareció ver que algunas sombras se movían, desesperado y asustado se bajó del caballo con Miriel sus brazos.

Born to Die (Terminada)Where stories live. Discover now