*Narra Miriel*
Me desperté temprano, apenas había conseguido dormir un poco, la cena me había dejado demasiado nerviosa. Me sentía tan rara, no estaba acostumbrada a que me pusieran atención y de repente estaban estos tres elfos atacándose y poniéndome a mí en medio de todo.
Suspire abrumada, hace un rato había venido Arphen a preguntarme si iba a bajar a desayunar, pero le dije que no tenía hambre. Pase toda la mañana en mi habitación leyendo algunos libros que Lindir me había conseguido.
En la tarde decidí salir de mi habitación e ir a caminar un poco a los jardines. Cuando estaba ahí me encontré con Glorfindel y Elrohir que se acercaron a saludarme
Glorfindel: Te extrañamos en el desayuno Miriel
Miriel: no tenia apetito- Elrohir me miro apenado
Elrohir: te ruego que disculpes a mi hermano, siento mucho si te causo alguna incomodidad
Miriel: no te preocupes- le sonreí
Glorfindel: ¿estás aquí sola?
Miriel: si, necesitaba estar un rato a solas
Glorfindel: bueno nosotros vamos a la práctica de la guardia ¿te gustaría acompañarnos?
Elrohir: será muy entretenido
Miriel: me encantaría- les conteste halagada por la invitación.
Los tres caminamos hasta el lugar en donde los elfos de la Guardia practicaban. A mi llegada los elfos se mostraron muy amables y me recibieron alegres de que yo estuviera ahí como espectadora. Y como lo prometieron fue muy entretenido ver como realizaban combates de prueba, eran unos guerreros asombrosos, tenían una gracia y fuerza impresionante a la hora de pelear.
Elrohir y yo estábamos sentados junto con otro grupo de elfos, observando cómo Glorfindel y otro elfo, Feren, me parece que es su nombre, se enfrentaban toscamente. Después de una reñida pelea Glorfindel logro vencer al elfo, lo ayudo a ponerse de pie mientras recibía cumplidos de sus compañeros
Elrohir: Glorfindel es uno de los mejore guerreros de todos los tiempos- me explico
Miriel: me doy cuenta, es impresionante
Glorfindel: es tu turno Miriel- me dijo Glorfindel acercándose a donde estaba sentada y tendiéndome una espada, inmediatamente yo comencé a negar con la cabeza, y los elfos que estaban cerca me animaban a que aceptara
Miriel: no, yo no sé hacerlo, soy más de libros que de espadas
Glorfindel: vamos, no me digas que nunca has usado una espada
Miriel: solo unas cuantas veces, Legolas me enseño lo básico pero- Glorfindel me interrumpió
Glorfindel: ¡con eso es suficiente!- esta vez me tomo de la mano y me hizo ponerme de pie
Miriel: en serio, yo no...- trataba de convencerlo de que era una mala idea, pero él insistió hasta que finalmente acepte
Glorfindel: seré muy suave, lo prometo- me dijo y yo reí nerviosa. Luego me dio una espada más o menos grande, pero lo suficientemente ligera para que pudiera manejarla- ¿lista?
Yo asentí, preparándome para lo peor. Él hizo el primer movimiento que logre repeler, y luego el siguiente y así varias veces, nuestras espadas se encontraban bruscamente, pero a medida que lo hacia mi confianza crecía y cada vez lo hacía mejor
Glorfindel: eres muy ágil- me dijo en medio del combate, cuando logre esquivar uno de sus golpes y yo quede a sus espaldas
Miriel: ¡esto es muy divertido!- le conteste riendo
Continuamos combatiendo, de verdad lo estaba disfrutando, me daba una sensación de adrenalina muy agradable. Pero entonces en un mal movimiento de ambos él me empujo más fuerte de lo que esperaba, y lo note por la expresión en sus ojos cuando se dio cuenta de que yo perdí el equilibrio y termine cayendo de espaldas. Me queje cuando sentí el golpe en mi espalda, pero estoy segura de que la caída se vio más dramática de lo que en realidad fue, porque cuando estaba en el suelo me dieron unas tremendas ganas de reír. Glorfindel me miraba asustado y Elrohir se había puesto de pie, todos lucían preocupados.
Glorfindel: ¡lo siento mucho! ¿Te hice daño?- yo le sonreí y él se tranquilizo
Miriel: estoy bien- dije apoyándome en mis codos
-¡OYE!- Glorfindel estaba a punto de ayudarme a ponerme de pie, pero entonces llego Legolas por las columnas a nuestra derecha llamándole la atención a Glorfindel, se veía muy molesto
Legolas: ¿Cuál es tu problema? ¡Pudiste haberla lastimado!- le reclamo
Antes de que me diera cuenta Lindir había llegado hasta mí y me ayudo a ponerme de pie, preguntándome sin parar sí estaba bien, si me dolía algo...
-¿En qué demonios estabas pensando?- apareció Elladan de la nada decidido a participar en la discusión
Glorfindel: fue un accidente, no quería hacerle daño además me disculpe con ella- les explico pero no parecían tener la intención de dejarlo en paz y no dejaban de reclamarle y decirle lo insensatas que habían sido sus acciones
Miriel: no es para tanto, además, no me paso nada- trate de tranquilizarlos
Legolas: eso no es excusa, debió haber sido más cuidadoso- dijo lanzándole dagas con la mirada a Glorfindel, y él solo suspiro abrumado
-¡Majestad!- exclamo uno de los elfos que se encontraba ahí e hizo que la atención de todos se dirigiera a las columnas por donde había llegado Legolas, ahí estaba el rey de pie, mirando la escena con una ceja alzada, todos permanecimos en silencio hasta que el rey finalmente hablo
Thranduil: bueno es bastante obvio que ella no necesitara aprender a utilizar armas, es decir ¿de qué le serviría? Si ya tiene tres alebrestados elfos, que pierden la cabeza a la más mínima provocación- hablo con desdén
¡Ja! Y yo que creía que lo que había dicho Elladan ayer había sido demasiado. El rey se quedo mirando a todos los presentes, disfrutando de la incomodidad general que había ocasionado con su comentario, sonrió satisfecho antes de darse la vuelta e irse.
Por unos instantes todos nos quedamos pasmados mirándonos unos a otros, pero finalmente los elfos comenzaron a recoger las cosas para irse, Elrohir fue directamente a su hermano y tomándolo del brazo se lo llevo casi a rastras, luego Glorfindel le dio a una mirada a Lindir de que ellos dos también debían retirarse. Y me quede a solas con Legolas
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Holaaa!
Perdón por no actualizar y dejarlas con la intriga, pero aquí les dejo este capitulo :)
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Born to Die (Terminada)
Hayran KurguEl anillo único había sido destruido, el heredero perdido de Gondor, Aragorn hijo de Arathror, había vuelto, la era del hombre había comenzado y así lentamente los pueblos de la tierra media se levantaron de las cenizas después de las terribles guer...