CAPITULO 45

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Habían sido dos semanas de arduo trabajo para Legolas, después del altercado con su padre habían llegado al acuerdo de que Thranduil no haría nada que pusiera en riesgo a Miriel si Legolas trabajaba para mejorar la seguridad del reino que ya era por sí sola muy buena, la tarea de Legolas consistía en hacerla infalible, además de esto Legolas hizo que todos juraran no decirle nada Miriel sobre el asunto con Beren. El rey Thranduil no era nada tonto y no subestimaba el riesgo que suponía o podría suponer en un futuro alguien como Beren, así que hacer que su hijo se encargara de la seguridad le garantizaba un trabajo perfecto, pues Legolas había puesto manos a la obra en seguida.

Comenzó ordenando que se reforzaran los muros que rodeaban el reino, incremento el entrenamiento de la guardia y lo supervisaba él mismo todos los días, incluso había viajado a las fronteras del bosque en el norte a trabajar con Ragadast para hacer los bordes del bosque más hostiles, prácticamente impenetrables, con ayuda de varios elfos reconstruyo el sendero que en teoría era el único camino seguro para que fuera un autentico laberinto que solo los que conocían el bosque pudieran atravesar, asigno hombres a todo lo largo de las fronteras a vigilar y mantenerlos al tanto de todo lo que pasaba a los alrededores. Legolas había pasado días y noches sin dormir trabajando incansablemente, apenas había tenido tiempo para estar con Miriel y las pocas veces que hablaron fueron por muy pocos instantes, la extrañaba tanto que cada vez que terminaba de trabajar corría a su habitación con la intensión de estar con ella aun que sea un momento, pero generalmente ya era tan tarde que la encontraba dormida y entonces se quedaba ahí junto a ella, veía lo tranquila que dormía ignorando que Beren había reunido un ejercito de hombres que la buscaban por todas partes y se iba determinado a seguir haciendo todo lo que estuviera en sus manos para impedir que los encontrara.

Este día en particular Legolas había decidido terminar con él trabajo más temprano cundo pensó en cuanto extrañaba ver a Miriel también pensó en los elfos que lo habían ayudado todo este tiempo y en que probablemente ellos también deseaban ver a sus familiares y amigos. Pero muy para su pesar cuando fue a buscar a Miriel se dio cuenta de que nuevamente no estaba por ningún lado; finalmente se entero por los guardias que custodiaban las puertas que esa mañana Miriel había salido junto con Elrohir y Glorfindel al bosque y aun no regresaban. Los nervios de Legolas saltaron de inmediato el sol se estaba poniendo y no había señales de ellos; paso largo rato esperando en la puerta caminando de un lado a otro impaciente, la sola idea de que algo malo hubiera pasado le aterraba.

-¡señor!- lo llamo uno de los guardias, Legolas en seguida miro al sendero donde señalaba y al fin pudo ver que Miriel se acercaba junto con los otros dos elfos.

Sin perder un segundo Legolas camino de prisa a encontrarse con ella quien se mostró sorprendida al verlo

Miriel: ¡Legolas! ¿Qué haces aquí?

Legolas: estaba esperándote ¿Dónde estabas?- le pregunto más serio de lo que normalmente era con Miriel

Miriel: en el bosque, Elrohir me pregunto si quería acompañarlos ¿por qué?

Legolas: no debiste haber salido y menos sin avisarme

Miriel: no nos paso nada- Miriel le hablo tratando de calmarlo e ignorando la manera tan severa con la que le hablaba

Legolas: pero si estas cubierta de polvo y rasguños- le dijo mirándola de pies a cabeza

Miriel: en realidad no fue nada...- ella trataba de explicarle pero Legolas la detuvo

Legolas: ¡No! No quiero que salgas, quédate detrás de los muros

Miriel no podía creer lo que escuchaba, no entendía que pasaba con Legolas ¿por qué se comportaba así?... se quedo sin palabras, ni siquiera sabía cómo reaccionar así que solo paso por un lado de Legolas caminando deprisa

Born to Die (Terminada)Kde žijí příběhy. Začni objevovat