CAPITULO 86: Black Beauty

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Thranduil caminaba entre los pasillos sin dirigirse a ningún sitio en particular, nunca lo admitiría pero comenzaba a ser tedioso el estar tan aislados del exterior. Y por más que lo fastidiara, con demasiada frecuencia se encontraba pensando en su hijo. Thranduil deseaba poder ignorar sus pensamientos pero todo estaba tan tranquilo y callado que le resultaba imposible, o al menos hasta que alcanzo a escuchar el sutil murmullo de una melodía, le pareció curioso y se detuvo para poder identificar de dónde provenía. Siguió el sonido hasta las puertas entre abiertas de la biblioteca, al asomarse apenas un poco pudo ver a Lindir tocando el arpa y cantando lo que leía de un cuaderno cuya desgastada cubierta de cuero dejaba ver lo usado que estaba.

"Voy a pintar el cielo de negro

Dices que si pudieras

Harías que la noche durara todo el día

Para que así se adaptara al humor de tu alma.

Pinto la casa de negro

Mí vestido de novia de cuero negro también

No hay espacio en ti para la luz, el amor se ha perdido en ti

Pero conservo mis labios rojos

Para que asemejen cerezas en la primavera

Cariño, no puedes dejar que todo sea tan triste y sombrío

Pero, oh ¿qué puedo hacer?

Para animarte o conseguir que te abras...

Oh, ¿Qué puedo hacer?

La vida es hermosa pero tú no lo entiendes

El sol y el océano azul...

Su magnificencia no tiene sentido para ti

Belleza oscura"

-¿Tu lo escribiste?- el corazón de Lindir casi se detuvo cuando escucho que le preguntaban de la nada. Nervioso y visiblemente sorprendido se puso de pie apenas noto que era el rey quien se encontraba en la puerta.

-No majestad- contesto con dificultad- solo añadí la música.

-¿Quién escribió la letra?

-Miriel, majestad- Lindir contesto esperando que el rey Thranduil perdiera el interés de inmediato, pero este solamente arqueo la ceja.

-Eso es lo que tienes ahí ¿canciones?- pregunto señalando con la mirada el cuaderno de Miriel sobre la mesa.

-Así es.

-No te importa si lo hojeo ¿verdad?

Lindir no supo que contestar, jamás hubiera creído que fuera algo que el rey considera siquiera prestar atención, y por otra parte no estaba seguro de que fuera algo con lo que Miriel se sintiera cómoda, la insistente mirada del rey no le dejo más remedio a Lindir que acceder.

-Por supuesto majestad- le dijo tendiéndole el cuaderno- lo dejare leer tranquilo, avíseme si necesita algo- Thranduil solo asintió, Lindir hizo una reverencia y salió de ahí.

Thranduil leyó por un rato en un principio por deshacerse del aburrimiento, no pensaba que lo que leía no eran más que simples palabras pero aunque no lo admitiría ni para sí mismo no pudo permanecer indiferente. Lo había evitado por mucho tiempo ya pero antes de que se diera cuenta vinieron a su mente las imágenes de la noche en que Miriel volvió a Mirkwood.

Born to Die (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora