CAPITULO 50

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*Maratón 1/3*

Miriel se despertó lentamente en la oscuridad de la habitación iluminada tenuemente por la luz de luna que entraba por la ventana y no tardo en notar que Legolas ya no se encontraba recostado junto a ella lo cual la hizo ponerse en alerta de inmediato, pero no paso mucho tiempo y antes de que Miriel despertara por completo Legolas entro despacio en la habitación cuidando de no hacer ni un sonido, se acercó hasta ella lo suficiente para que pudiera ver su rostro en la oscuridad, ella estaba a punto de reclamarle por no haber seguido sus indicaciones de quedarse en cama pero él de inmediato le hizo un gesto para que guardara silencio.

-ven conmigo- Legolas susurro.

-¿Qué está pasando?- pregunto ella también en un susurro.

-Debes venir conmigo sin hacer preguntas ¿confías en mí?- ella asintió- cúbrete.

Salieron al pasillo, cautelosos mirando de un lado a otro y cuidando estar lo más silenciosos que pudieran, Miriel noto que Legolas iba armado con su Arco y su espada pero respetando lo que había prometido no comento nada. Legolas la tomo de la mano y camino por delante en medio de la oscuridad y el silencio de los enormes pasillos hasta unas escaleras, bajaron y bajaron hasta que llegaron a una pequeña puerta junto a los calabozos que llegaba al bosque, al ver la oscuridad del ya por si solo lúgubre bosque cubierto de una espesa niebla Miriel dudo en seguir avanzando entonces Legolas le aseguro que todo estaba bien. Sin embargo a medida que se adentraban en el bosque aceleraban el paso y muy pronto estaban casi corriendo, constantemente Legolas miraba hacia atrás como asegurándose de que nadie los fuera a alcanzar, a cada paso Miriel estaba más nerviosa y no creía poder estar mucho más sin hacer una pregunta, entonces Legolas se detuvo y se puso delante de ella que trataba de recuperar el aliento, pero noto la mirada de Legolas, jamás lo había visto con esa expresión, parecía apesadumbrado o cansado en un principio pero luego se dio cuenta que en realidad era miedo.

-Legolas- le hablo Miriel preocupada.

-Beren te está buscando- confeso al fin y Miriel de inmediato sintió como que de un momento a otro se encontraba en una pesadilla- hay un grupo de sus hombres que recorren el norte buscándote.

-¿por qué no me lo habías dicho?

-No quería asustarte... él no sabe que estas aquí ni siquiera creo que sepa del reino del bosque negro, pero ahora temo que mi padre pueda entregarte a él y por eso necesitamos irnos- todo esto era demasiado para Miriel pero trato de no complicar la situación dejando que el miedo la dominara.

-Está bien, vamos- dijo finalmente.

Miriel se quedó viéndolo, él se acercó despacio a ella y la beso despacio y profundamente.

-Tengo una última cosa que decirte- le dijo cuándo se separaron, ella lo miro atenta-... Te amo- y sin esperar a que Miriel contestara continuaron caminando.

Unos metros más adelante cuando finalmente Miriel estaba lista para dar una respuesta se dio cuenta de que delante en ellos en la poca luz que se colaba por las copas de los árboles y entre la niebla se distinguían tres figuras encapuchadas, se detuvo con desconfianza frente a ellas.

-Todo está casi listo Legolas- dijo una voz que le resultaba familiar a Miriel y lo confirmo cuando se acercó y pudo ver a Glorfindel Elrohir e incluso para su sorpresa Elladan.

-¿casi?- pregunto Legolas.

-Arphen y Gimli están retrasados- Contesto Glorfindel justo antes de ser interrumpido por el sonido de unos pasos detrás de ellos.

-veníamos casi detrás de ustedes- comento un agitado Arphen mientras se acercaba, junto con él venía Gimli quien refunfuñaba a cada paso- tuvimos problemas para sacar a Gimli del calabozo.

Con todo lo que estaba sucediendo Miriel había olvidado que después de lo que había pasado con Legolas Gimli había buscado al rey Thranduil para decirle un par de cosas que terminaron con los guardias del rey arrojándolo en una celda. Se quedaron de pie en silencio con todas las miradas en Miriel y Legolas.

-¿Qué hacen todos aquí?- pregunto ella.

-más tarde te explicaran todo, debemos continuar- dijo Legolas.

Miriel noto los cuatro caballos alistados previamente que se encontraban ahí también cuando Elladan Lindir Elrohir y Glorfindel se montaron en cada uno de ellos, algo en todo esto no le causaba un buen presentimiento pero probablemente estaba tan impresionada que no le salían las palabras así que únicamente apretó con más fuerza la mano de Legolas. Glorfindel la miro y él le extendió una mano, ella lo miro confundida y dando un paso hacia atrás.

-debes ir con ellos- le dijo Legolas llevándola hacia Glorfindel y ella comenzó a negar con la cabeza.

-Espera ¿tú no vienes?- dijo asustada, y su primer reflejo fue tratar de aferrarse a Legolas pero él que la conocía bien fue más rápido y la sostuvo alzándola para que Glorfindel pudiera ayudarla a subir al caballo con él.

-No- dijo ella- no me envíes lejos de ti Legolas- tomo su mano e impidió que se alejara sin siquiera mirarla a los ojos antes.

-Legolas tenemos que irnos ya, debemos partir antes de que amanezca- Glorfindel interrumpió. Legolas se dio la vuelta y la miro fijamente mientras acariciaba su mano.

-Vas a estar bien- le aseguro intentando calmarla para luego mirar a Glorfindel a lo que el asintió en una conversación que al parecer solo ellos entendían- Guren níniatha n'i lû n'i a-govenitham*- le susurro a Miriel justo antes de soltar su mano para dejarla ir, se mantuvo serio esforzándose por ocultar lo mucho que le dolía hacer esto.

-espero que cuando todo esto termine aun sigas creyendo que valió la pena- dijo Elladan antes de partir a lo que su hermano inmediatamente lo reprimió.

Miriel continuaba protestando y suplicando mientras encaminaban a los caballos para partir, todo había pasado tan deprisa sentía que en dos segundos había pasado de estar en los brazos de Legolas a alejarse de prisa de él. Cabalgaron rápido por el largo y oscuro camino que tenían por delante, Miriel no podía dejar de mirar hacia atrás estirando una mano como si tratara de alcanzarlo. Legolas se quedó de pie observando cómo se alejaba con cada suplica de Miriel retumbando en sus oídos y haciendo eco muy dentro de él sintiendo nuevamente como se llevaban una parte de él.

-nosotros también deberíamos marcharnos ya- hablo Gimli apenado por su amigo, Legolas no dijo nada solo dio la vuelta y comenzó a andar.        

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Born to Die (Terminada)Where stories live. Discover now