CAPITULO 38

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*Narra Miriel*

Lo mire directamente mientras hablaba, me encontré con sus ojos que brillaban con fervor y entonces la oración se quedo a la mitad por los labios de Legolas que ahora estaban sobre los míos. Un jadeo de sorpresa se escapo de mi garganta, pero mi cuerpo respondió instintivamente a su toque.

Mis manos descansaban sobre su pecho, mientras uno de los brazos de Legolas rodeaba mi cintura acercándome a él tanto como fuera posible y su otra mano sobre mi mejilla acariciándome el rostro y el cabello. Me besaba enérgicamente dejándome probar el ligero sabor a vino en su boca, haciendo que cada fibra de mi cuerpo temblara de emoción y dándome las sensaciones más maravillosas e inimaginables que alguien pudiera sentir.

Legolas termino el beso sin soltarme, con su frente recargada en la mía y mirando profundamente en mis ojos. Yo estaba en shock aun, tratando de recuperar el aliento que tan violentamente me había arrebatado.

Legolas: ¿Qué es lo que me has hecho?- se pregunto a sí mismo en susurro ronco- ¿Por qué me haces sentir estas cosas que apenas entiendo?

El parecía atormentado por estas preguntas, y yo lo miraba llena de ternura, de repente todo mi enojo había desaparecido

Miriel: ¿Qué cosas?- le pregunte calmadamente, con mis ojos brillando de emoción anticipados a su respuesta

Legolas: La alegría que tu mera presencia puede evocar y la tristeza que la reemplaza en tu ausencia. Esta inexplicable ira cuando veo a otros abrazarte. Esta rabia amarga que me hace ansiar egoístamente mantenerte cerca a pesar de que no tengo derecho alguno

Él murmuro su confesión mientras mi corazón latía con tanta intensidad que creí que se saldría de mi pecho, no cabía de la felicidad que inundaba to mi ser, pero me controle y evite mostrarlo

Miriel: ¿es amor?- pregunte tranquilamente

Legolas: eso me temo

Miriel: ¿por qué?

Legolas: Por la indiferencia que por largo tiempo demostré y tal vez llego a desanimar tus sentimientos y afecciones si es que alguna vez las tuviste- él bajo la cabeza

Miriel: no tienes nada que temer Legolas, pues mi corazón comparte cada uno de los sentimientos que tanto te inquietan ¿no te das cuenta de que estoy atada a tu voluntad?

Él levanto la cabeza ahora con una ligera sonrisa en sus labios que tuvo como respuesta una amplia sonrisa de mi parte. Me acerque a él ansiosa por probar sus labios otra vez, Él sonrió sobre mis labios y puso sus manos en mis mejillas para profundizar el beso. Legolas comenzó a caminar hasta la banca que estaba ahí sin separarse de mis labios, y se sentó ahí jalando de mí gentilmente y haciendo que me sentara en su regazo, besándome efusivamente en todo momento. Hasta que finalmente nos separamos respirando agitadamente, el cerro los ojos y recargo su frente en mi hombro descubierto

Legolas: Miriel quiero que estemos juntos, quiero ser tuyo y quiero que seas mía- me dijo mientras acariciaba mi hombro con sus labios para luego besarlo lentamente subiendo por mi cuello- dime ¿eres mía?

Suspiraba extasiada por sus caricias que no me permitían pensar con claridad, pero al fin recupere la compostura lo suficiente para contestarle

Miriel: si- le susurre y él sonrió complacido

Permanecimos en silencio por un largo rato, disfrutando de la paz que nos había brindado decir lo que sentíamos. Me quede con mi cabeza recargada en su hombro y sus brazos rodeándome, todo estaba tranquilo hasta que él hablo

Legolas: deberíamos irnos ya, está empezando a hacer frió- me dijo cuando noto que yo estaba temblando mientras acariciaba mis brazos de arriba abajo intentando calentarme

Born to Die (Terminada)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें