CAPITULO 16

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*Narra Miriel*

Habían pasado dos semanas y las cosas no mejoraban, me vigilaban las 24 horas del día, eso me había ganado después de una semana entera de intentos fallidos por escapar, de hecho me sorprendía que aun no me hubieran encadenado a la cama.

Estaba cansada, enojada y triste, me la pasaba sentada sin decir ni una palabra, apenas comía y no me habían permitido salir de mi habitación.

Eran aproximadamente las dos de la madrugada y no podía conciliar el sueño, tenía la sensación de que algo andaba mal. Me quede observando la luz del pasillo que se colaba por debajo de la puerta y en un momento vi como la sombra del hombre que custodiaba mi puerta alejarse. Me puse de pie de inmediato, camine hasta la puerta, estuve tentada a abrirla, pero entonces escuche pasos acercándose, volví a la cama y me cubrí con las cobijas hasta la cabeza. Me quede muy quieta cuando escuche que la puerta se abrió, alguien se acerco y luego se sentó en la cama junto a mí, me tomo por sorpresa y me di la vuelta asustada

-Dorben!- lo abrace, no lo veía desde que Legolas se había marchado, él me sonrió pero no pudo disimular su angustiada expresión

Dorben: me alegra que estés bien, pero no tenemos mucho tiempo- hablaba susurrando y miraba de cuando en cuando a la puerta vigilando que nadie se acercara- están a punto de desterrarme

Miriel: ¿Qué está pasando?

Dorben: El rey está muy enfermo, y las cosas se van a poner muy feas por aquí, así que necesito que escuches con atención- asentí- Beren no tardara en convertirse en rey, y no tengo idea de que planes retorcidos tendrá para su reinado, cualquiera que se le oponga está en peligro ahora

Miriel: Dorben llevo semanas intentando escapar ¡no quiero casarme con él!

Dorben: ¿tu padre... él?- me pregunto comprendiendo lo que había pasado

Miriel: le dijo a Beren que podía casarse conmigo

Dorben: Ese hombre es tan despreciable- refunfuño- Miriel me encantaría sacarte de aquí, pero ya estoy demasiado viejo, y no llegaríamos muy lejos. Voy a conseguir ayuda, cuídate mucho- me dio un beso en la frente, y Salió de la habitación.

Me quede en la cama intentando comprender todo lo que pasaba, cuando escuche pasos acercándose nuevamente, Beren y dos de sus hombres entraron

Beren: Lamento molestarte tan tarde, pero tengo la necesidad de hablar contigo...-me dijo desde la puerta, luego se sentó en la cama junto a mi- ¿sabes que las cosas no tienen que ser así, verdad? No eres mi prisionera, eres mi prometida y nada me complacería más que tratarte como la reina que eres... ¿acaso no ves todo lo que puedo ofrecerte? Joyas, vestidos, oro, cualquier cosa que desees será tuyo

Miriel: ¿no lo entiendes? No me interesa nada de lo que puedas ofrecerme, lo único que deseo es mi libertad- Beren se acerco a mí, totalmente desconcertado y me obligo a mirarlo

Beren: Miriel sé que haces esto por los problemas que tuvimos en el pasado, pero ya no tienes que hacerte la difícil

Miriel: tú crees que me comporto así para darte celos, y sé que odiaras escuchar esto, ero esto ya no se trata de ti- Beren suspiro furioso y se quedo en silencio un largo rato, pero finalmente me dijo...

Beren: bien, déjame explicarte algo, admito que no eres la más bonita y tampoco eres la más agradable, quiero decir todo el tiempo estás hablando de cosas que a nadie le interesa, pasa demasiado tiempo leyendo.

Miriel: que halagadora observación- comente sarcásticamente

Beren: no me sorprende que tengas esa extraña fijación con los elfos, en fin. No aceptas órdenes de nadie, no puedo evitar desear que de entre todos, yo sea el hombre al cual debas obedecer, incondicionalmente

Miriel: preferiría estar muerta, antes que recibir órdenes de alguien como tú... no sé cómo pero voy a salir de aquí

Beren: me da igual lo que prefieras, y no tengo tiempo para estar vigilándote, llévensela- le ordeno a los hombres que lo acompañaban, me hicieron ponerme de pie y me empujaron bruscamente para arrastrarme fuera de la habitación.

-¿A dónde majestad?

Beren: al calabozo, enciérrenla en una celda- me obligaron a seguir caminando, en el pasillo nos cruzamos con mi padre

Miriel: Padre! Ayúdame, no quiero estar en esasceldas!- suplique, el calabozo era un lugar horrible y oscuro que siempre habíaodiado, me volvería loca ahí encerrada, estaba tan asustada que comencé allorar, espere que mi padre me defendiera, al fin y al cabo era su hija, perono hizo nada, se dio la vuelta y se fue.

*****

Espero que les este gustando la historia, ahora que sabemos que Beren sera un maravilloso esposo (Nótese el sarcasmo)

Sigan votando la historia así sabre que la están leyendo y subiré más capítulos, porque van a pasar muchas cosas que ya quiero que lean <3

Gracias :)

Born to Die (Terminada)Where stories live. Discover now