24 | Nuestro nuevo auto.

32.5K 2.7K 3.3K
                                    

Cuando desperté se manifestó un dolor palpitante en mi cuello, ahí supe que no tuve la mejor noche, además, no amanecí en mi casa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando desperté se manifestó un dolor palpitante en mi cuello, ahí supe que no tuve la mejor noche, además, no amanecí en mi casa. Al principio estuve un poco desconcertada, tuve que parpadear repetidas veces hasta acoplarme a la luz del día, para después darme cuenta de que estaba en la casa de Rhea...en su cama.

Podría despertar así todos mis días sin ningún problema.

Los recuerdos llegaron pronto a mi mente y me obligué a retener una sonrisa boba, mientras se ruborizaba mi rostro de tan solo pensar que dormimos juntas una vez más. Después hice un gran esfuerzo para levantarme, luchando contra el frío de la mañana.

La tarde anterior la pasé estudiando con mis amigos para los exámenes de admisión en algunas universidades. Al anochecer acabamos cansados, por lo que Liz se encargó de preparar pasta, Rhea salió a comprar algunas frituras y Holden propuso ver una película de suspenso.

Después de lo que pasó en la cancha con Melissa, nos suspendieron cinco días. Entonces, algo productivo debíamos hacer luego de habernos metido en tantos problemas.

Ah, pero a Melissa también la suspendieron.

Sonreí malévola, estirándome en la cama de Rhea que aún tenía ese aroma dulce a ella. Poco a poco me levanté, buscando a la rubia con mi mirada solo para darme cuenta de que no estaba cerca. Al rato supe que no se encontraba en la casa porque seguramente salió horas antes de que yo despertara. En los últimos días, estando más seguido con ella, descubrí que a veces se iba y volvía horas más tarde.

Seguro que algo tenía que ver con esas cosas ilegales a las que se dedicaba.

Ahora que me detenía a pensarlo, poco sabía yo de eso. Rhea era más reservada de lo que yo me imaginaba, no soltaba ni media palabra cuando le preguntaba sobre las drogas. Debía admitir que en algunas ocasiones me daba miedo enterarme de cosas que no fueran agradables, pero la comodidad y felicidad que sentía al estar a su lado podía sustituir todo aquello. Decidí ignorar esos pensamientos y distraerme en su casa.

Como ella no estaba, me tomé el atrevimiento de ordenar un poco, limpiando todo el desastre. Rhea y su primo ensuciaban demasiado pero nunca recogían nada. Tal vez, esa casa nunca había recibido una limpieza tan profunda como la que yo le di ese día, ordenando incluso algunos cajones viejos y ropa sucia.

En su habitación al lado de su cama se encontraba un estante pequeño, tipo mesa de noche. Me dio cierta curiosidad por ver qué cosas había en su interior, por lo que me atreví a abrirlo. Quizás estaba siendo un poco atrevida o invadiendo sus cosas, pero me pareció demasiado curioso husmear allí.

Me encontré con algunos papeles, lápices, libros viejos y una agenta de años atrás. También había un pequeño álbum de fotografías, donde se le veía a ella con otra chica de cabello negro. Fue fácil reconocer que se trataba de Elenth, la que fue su mejor amiga tiempo atrás. Tenían fotos en muchísimas partes, sonriendo, distraídas y abrazándose, haciendo muecas e incluso durmiendo juntas.

NavajaWhere stories live. Discover now