Extra 1: Atropellé a una chica.

27.8K 2.3K 2.5K
                                    

Rhea Morgans

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Rhea Morgans.

Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

Yo odiaba admitir que esa maldita frase de mierda tenía razón.

No podría describir con exactitud lo que sentí al ver una vez más a Juleth, meses después de lo que pasó entre nosotras, porque nunca esperé que eso sucediera. En mis planes no estaba reencontrarme con ella, mucho menos tener ese revuelo de sentimientos a causa de su presencia. Era como si la melancolía y el enojo se apoderaran de mí, como si algo en mi interior me estuviera reprochando por todo lo que le hice. Fue horrible verla a la cara después de todo, porque por primera vez el arrepentimiento llegó a mí de una forma desgarradora y no podía soportarlo. 

Lo peor de todo fue el momento en el que supe que ella debía marcharse cuando aquel atardecer tomó parte del celaje para mostrar el último paisaje del día, un viaje en tren que la llevaba hasta el otro lado de la ciudad. Yo no quería que se fuera, odiaba verla partir, pero ella se despidió de mí como si fuese una vieja amiga, no había una pizca de rencor en su rostro, se veía tranquila después de haber pasado la tarde a mi lado. Quizás eso fue lo que más coraje me dio, que ella parecía estar bien...

Pero yo me sentía de la mierda.

Porque en ese pequeño instante, cuando su mirada se cruzó con la mía una última vez desde la ventana del tren, supe que ella le puso fin a nuestra historia. Y yo apenas comenzaba a darme cuenta de que la había perdido para siempre.

Entonces cuando recordé la noche que la conocí.

Como si quisiera hacerme daño a mí misma, aquellas imágenes de una chica caminando apresurada en medio de las personas llegaron a mi mente. Ella daba pasos rápidos, escapando de algo o de alguien. Siempre quise saber por qué se marchó de la fiesta tan pronto como llegó, sin permitirse disfrutar aquella última noche de vacaciones. Vestía ropa abrigada a causa del frío invierno que cubría la ciudad, por mi parte yo me encontraba sentada en la tapa del auto negro de uno de los amigos de Fyodor, bebiendo alcohol, escuchando música a alto volumen y dándole un par de caladas a un cigarro mientras pensaba en lo miserable que eran mis días últimamente.

Allí nuestras miradas se cruzaron por primera vez y ella pareció quedar deslumbrada conmigo.

No me quitó la vista de encima por varios segundos y tampoco trató de disimularlo, quizás fue eso lo que me molestó o el hecho de que tenía un cierto parecido con alguien que no quería recordar en ese momento. Por eso mi reacción fue mirarla con una mueca de desaprobación, como si me molestara su presencia e indiscreta mirada.

―¿¡Se te perdió algo!? ―le grité esa noche, sin importarme el hecho de que me estaba comportando muy grosera con una desconocida.

Ella se sobresaltó en el momento en que le hablé, mostrándose algo avergonzada. No me dijo nada, solo apartó su vista y continuó caminando a pasos rápidos. Debió tener una pésima impresión de mí. Al marcharse solo solté una risa sarcástica, sin nada de emoción, tampoco pude evitar pensar en que ella me parecía bonita, pero eso solo me ocasionó cierto enojo conmigo misma.

NavajaWhere stories live. Discover now