Y del caos nacen las estrellas #1 ✔

Estrellas fugaces.

—Lo has hecho de maravilla —digo para aligerar el ambiente. A pesar de que ambos estamos en una relación formal, es inevitable sentirse extraños, pero nos acoplamos a nuestra nueva rutina de vida —me ha encantado. Sabes, voy a encargarte una canción.

—¿En serio? ¿Y sobre qué tema te interesa?

—¿Puede ser sobre mí?, ya sabes, decir lo maravillosa, talentosa y asombrosa que soy —bromeo —no quiero parecer toda una diva, pero, debo aprovechar a que mi novio sabe componer canciones.

—Novio, me gusta como suena eso, novia.

—No empieces —le advierto con una mirada a lo cual lanza una carcajada —soy capaz de darme media vuelta y seguir ensayando mis líneas.

—De acuerdo, entonces, será un placer escribir una canción sobre ti, bueno, no una, hasta tres si gustas.

—Oh, cielos, tampoco quiero abusar.

Él niega con la cabeza y se acerca a mi rostro y me da un beso en la mejilla.

—Supongo que ustedes siguen —dice —eres una gran actriz, Lara. Es tu momento de dejar a todos boca abiertos. Porque tú también sabes brillar como una gran estrella.

Le doy un fuerte abrazo y nos mantenemos así por unos segundos, mi momento es interrumpido por Patrick avisando que el profesor quiere que nos reunamos para unas palabras de aliento antes de salir a escena. Ambos chicos intercambian una mirada y por un momento siento mis músculos tensarse, pero Rafael le lanza una sonrisa y Patrick asiente con la cabeza como diciendo que todo ya está bien. Tengo suerte de que ya no me ande molestando como lo hacía al principio del semestre.

El chico nos deja a solas y me aparto para encontrarme con la mirada de Rafael, encoge los hombros sin saber que ha pasado hace un segundo.

Supongo que después lo hablaremos. Le doy un ultimo abrazo para reunirme con mis compañeros que han formado un circulo a un costado de las cortinas.

—Muy bien chicos, solo quiero decirles que ha sido un gran honor por haber trabajado con ustedes estos tres años en el taller de teatro dramático, todos ustedes se han desenvuelto todo este tiempo y me encanta la chispa en la que se han convertido.

—Profe, nos va hacer llorar —murmura uno de mis compañeros.

—Tal vez eso quiero lograr —dice él y todos nos reímos —quiero que se diviertan como siempre lo han hecho en escena y después de esto, espero que sigan haciendo teatro y vuelvan la actuación como su estilo de vida, no importa a lo que vayan a dedicarse en un futuro. Así que, rómpanse una pierna.

—Mucha mierda, querrá decir —agrega Patrick de manera segura.

—Sí también eso, chicos.

Cuando menos me lo espero ya es nuestro turno.

Decir adiós nunca es la parte favorita de las personas, se vuelve complicado dejar ir a lo que nos aferramos estos tres años en la preparatoria. A pesar de que he vivido buenos, malos y terribles momentos aquí. Sin embargo, lo único que me gusta, son las amistades verdaderas con las que me quedo y por supuesto el club.

Antes de formar parte del teatro, me costaba ser una persona disponible para los demás.

Nuestra obra tardó casi una hora, que para mí han sido como cinco minutos y no una eternidad. Cuando el telón se cierra por completo a pesar de que los aplausos siguen, no puedo evitarlo, las lagrimas se me escapan poco a poco.

Estoy preparada para lo que viene. Sé que no será sencillo, pero estoy dispuesta a sacrificar mis tiempos libres para estudiar.

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