Más que lista, decidida.

2K 322 56
                                    

Más que lista, decidida.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El pasillo está repleto de gente y no tengo más remedio que internarme entre ellos sosteniendo mi mochila con fuerza. Normalmente a la hora del receso ningún estudiante anda por los pasillos, la mayoría prefiere quedarse en la cafetería o fuera del edificio para descansar un poco del aire estudiantil.

Me encantaría enviarles un mensaje a mis amigos o a Rafael para encontrarlos rápidamente, pero la cuestión es que olvidé traer el celular y ahora tengo que caminar por todos los pasillos. No saben cómo me hubiera encantado compartir aula con Daryl y Maise, pero la suerte no estuvo a mi favor desde que comenzó el ciclo escolar.

Por otro lado, tampoco ha habido una señal de Rafael, que de tan solo pensarlo se me acelera el corazón como si estuviera corriendo en un maratón. Nunca antes me había sentido de esta manera, tan enamorada. Sin embargo, estoy aprendiendo a tomar las riendas para no perder la cabeza y me refiero a lo que una vez me dijo Daryl: Espero y no veas corazones flotando a tu alrededor. Tampoco pretendo a llegar a ese tipo de locura.

Este es nuestro momento.

Mi momento.

He aprendido amarme para amar a otra persona.
He aprendido aceptarme para aceptar a otras en mi vida y sobre todo a valorarlas.

Llevo dándole vueltas al asunto desde que llegué a noche a casa y por poco y no pego un ojo al estar tranquilizando mi ansiedad.

Trato de despejar mi mente y descarto la idea de dirigirme a la cafetería y termino yendo a la máquina expendedora por un glorioso paquete de galletas. De pronto, escucho a alguien llamándome a mis espaldas, giro sobre mis talones para encontrarme con Maise que luce bastante ajetreada.
En este instante le doy gracias al cielo por la inesperada aparición de mi mejor amiga.

—¡¿Dónde te habías metido?! —exclamó agobiada —¡te marqué como cien veces!

Doy un paso hacia atrás y trato de tranquilizarla. Verla de esa manera alterada, me hace pensar que algo está pasando.

—Tranquila, Mais. Es solo que olvidé el celular en casa y he estado buscándolos desde que llegué.

—A veces detesto estudiar en este edificio gigante —gruñe —tenemos que caminar bastante para llegar a nuestras aulas y ni qué decir de los baños, como sea, ya son tres años tarde para quejarse —toma una bocanada de aire mientras seguimos caminando y enseguida cambia de tema sobre una cuestión que ya imaginaba.

Y por supuesto que lleva por nombre: Richard.

—¿Qué sucede con él? —Inquirí alzando ambas cejas.

Maise hace un esfuerzo por controlar toda su energía para no explotar como una bomba de tiempo.

—Me ha invitado a una cita, mejor dicho, me ha invitado a su partido de fútbol el día de mañana. ¡¿Puedes creerlo?!, ¿acaso eso cuenta cómo una verdadera cita? Ya sabes, él en medio de un partido corriendo de un lado a otro, mientras que yo termino formando parte de los espectadores.

Y del caos nacen las estrellas #1 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora