Y del caos nacen las estrellas #1 ✔

Admirar casualmente el momento

Admirar casualmente el momento.

No les voy a mentir, algo dentro de mí ha comenzado a cambiar, algo que lo involucra cada vez que la miro, eso me asusta y me pone la piel de gallina.

Siento como los planetas que hay dentro de mi cabeza están por colisionar y crear un caos.

Yo Rafael Valtersen, estoy completamente enamorado, ¿es muy pronto para admitirlo?

Espero que no.

—¡¿Estás enamorado?!

—¡¿Por qué me pegas, imbécil?! —Llevo mi mano a mi hombro, fulmino a Fred con la mirada y me lo imagino hecho papillas. El muy tonto tiene una fuerza tremenda y no le queda claro que soy simple hueso —vas a terminar enviándome al hospital como por poco lo hace el equipo de fútbol.

—Perdón, es que no me lo creo, tú, ¿enamorado? Parece imposible. ¡¿Y si fuiste abducido por los extraterrestres?!

—¿Alguien dijo extraterrestres?

El inoportuno de Harry entra a mi habitación sin tocar, a él le vale un bledo la privacidad. Ahg, hermanos menores.

—No, Harry —niego con la cabeza —¿Qué haces escuchando conversaciones ajenas? ¿Quieres qué te acuse con mamá?

—Y-Yo solo pasaba por aquí y mi oreja tenía curiosidad y no quiso despegarse de la puerta por más que yo no quería —sonríe de manera inocente. No le creo ni pillo —tranquilo Rafa, tu vida es bastante aburrida como para interesarme.

Fred, lanza un uuuh y yo solo me limito a no perder la cabeza con dos inmaduros.

Sujeto una almohada y con todas mis fuerzas se lo lanzó justo en la cara para que deje de reír. Mi hermano menor y yo tenemos una pequeña batalla de miradas al estilo Viejo Oeste como el de las películas americanas antiguas.

—Bien, no le diré tu secreto a mamá y a papá de que estás enamorado —alza una ceja. Dioses, cuanta maldad tiene a su edad.

—No es un secreto.

Eso creo.

De todas maneras, ¿qué importa si toda mi familia lo sabe? No es un crimen estar enamorado de alguien.
Aunque si se trata de mi familia es... ¿cómo puedo explicárselos? Es como una bomba de burlas y bromas. Mis padres no son normales, ni Julie, Harry y menos yo.

Tengo complejo de chico raro y asocial. Meh, soy de los que no le importa que diga la gente de mí.

—¡Qué bueno que lo dices! Mamá tiene que saberlo —antes de que pueda detenerlo, él se esfuma saliendo de la habitación lo más rápido.

Fred se encoje de hombros y devuelve la almohada a la cama para luego concentrarse en su bendita tarea que se le ha juntado al estar enfermo, ahora que me doy cuenta, no se está muriendo.

—Como sea, ¿Y dónde tienen pretendido ir?

—¿Para qué quieres saber? —Achico mis ojos inspeccionándolo.

—Pues para espiarte, duh. Eso hacen los verdaderos amigos si las cosas se vuelven una locura.

—¿Qué no a eso le llaman acoso?

—¿Acoso? Yo le llamo: admirar casualmente el momento.

Claro, que típico de él, ahora entiendo porque las porristas quieren darle su lección cada vez que lo ven vagar por las canchas de atletismo. Es enfermo viniendo de su parte, pero como había mencionado antes, así es mi mejor amigo.
Ambos somos raros, ambos nos complementamos como el dúo dinámico.

—No tienes remedio, amigo mío. No tienes remedio.

—¡Ey! Pero la diversión no falta, Rafa. Tú dime la hora, el lugar y ahí estaré, es más, ni se darán cuenta de mi presencia usando mis habilidades ninja de manera sigilosa.

—Um, paso.

Admirar casualmente el momento, por favor. No quiero que esto termine siendo un desastre.

¿Qué piensan?
¿Ustedes se han enamorado en serio?
¿O han sentido atracción por alguien?