—Chicos —pronuncié al asomarme por la puerta del patio. Los tres se giraron a verme. Estaban sentados en uno de los bancos de madera que el tío construyó hace poco y que la tía pintó de color plata para simbolizar la paz en estos tiempos de incertidumbre y desconsuelo.

Cosas de brujos experimentados.

—¿Tienes alguna novedad? —Quiso saber Ryan. Tenía la mirada de todo un curioso.

Sentí un pinchazo de miedo en el medio del pecho.

Dejé escapar un suspiro mientras caminaba hacia ellos y me senté entremedio de Luke y Sara.

—No sé nada. Ni siquiera sé si llegó o no. Chase ha estado muy raro hoy. El último mensaje que me envió fue a las ocho treinta, y ya son casi las nueve y veinte. ¿Creen que el ritual ya haya comenzado?

—Lo más seguro es que sí —asintió Sara.

Chase realmente no tenía que haber hecho esto. Si él no regresaba, me echaría la culpa de por vida. Y la mía era muy larga.

—Así que ha estado un poco raro hoy, ¿eh?

—Así es, Luke. Cuando vino a despedirse, me dio un beso, me abrazó fuerte para calmarme, pero él no se notaba como siempre. Seguía con su típica oscuridad en él, pero esta vez se sentía... no sé. Pero supongo que es porque Chase odiaba el infierno. Ha estado allí en más de una oportunidad. Y claramente no le fue bien ninguna de esas veces.

—Estaría loco si no lo odiara —acotó Ryan.

—Lo sé, pero sabes a lo que me refiero. Sé que me quiere, y es lindo que me ayude, pero no estuvo bien lo que hizo. Debería haberme preguntado antes de ofrecerse. Si no despierta, lo habré perdido. Y si llega a despertar, algo malo traerá consigo.

—Al menos, si despierta o no, ya se habrá ganado mi respeto —soltó Ryan y volteé mi cara para verlo.

¿Había escuchado bien?

—¿Lo aceptarás? —me brillaron los ojos.

—Como dije, se ganará mi respeto.

—Ya se lo ha ganado —siguió Luke.

—No cualquiera hace eso por alguien —concordó Sara—. Obviamente te quiere. Pero si llega a despertar y piensa abrir la boca para decirle a todo el mundo lo que eres y cómo puedes morir, no podrá. Hemos hecho un hechizo para que su garganta se queme y no pueda hablar —su tono fue de superioridad.

Elevé las cejas.

—¿Realizaron un hechizo?

—Sí. No te enojes, si no te hemos dicho nada es para que no insistieras en que no. Además, ya sabes en qué situación solamente será utilizado.

Aún así, no era lindo.

De todas formas, sabía que Chase no haría nada para eliminarme de la existencia, así que podía sentirme tranquila.

Que los chicos empezaran a darse cuenta de que Chase sí me quería y que no era simplemente un monstruo como ellos pensaron desde un primer momento, me hacía sentir muy bien. Era importante para mí que lo aceptaran porque, así como Chase sentía aprecio por mí, yo también lo sentía por él. Cada tiempo que pasaba a su lado me daba cuenta de lo especial que era su presencia en mi vida, porque él, a pesar de todo lo malo, seguía tomándome de la mano y vencía la imagen que todos tenían del Chase bipolar.

—Depararía mucho en la parte de que tienen un hechizo para quemarle la garganta a mi novio, pero entiendo la razón y me enfoco en que lo están aceptando. Es realmente muy importante para mí que ustedes empiecen a ceder un poco, porque como ya sabrán, lo quiero demasiado. Me quitan un peso grande de los hombros diciéndome esto.

Atracción destructiva +18Where stories live. Discover now