Deberías ser menos gruñona.

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—¿Entonces? ¿Cuál? —Le doy el vistazo y escojo el lila —oh, buena elección. Gracias, ya te dejo para que sigas en lo tuyo.

—No hay de qué —él se da la media vuelta para irse y cierro de nuevo la puerta. Debo comenzar a arreglarme, empezando por darme un baño.

Una hora más tarde, salimos de casa en dirección al de los Valtersen, comienzo a sentir un cosquilleo, me pregunto cómo les habrá ido a los chicos en sus presentaciones. Y es que Rafael se limitó a darme los detalles mientras charlábamos en plena madrugada, quería que sea una sorpresa. Un mensaje de Maise logra que regrese a la realidad preguntándome si ya voy en camino a la cual no dudo en responderle. Debo felicitar a Harry Valtersen por querer organizar todo el solo a pesar de que me ofrecí a ayudarlo en las decoraciones. Según él, lo tenía todo controlado.

No nos toma mucho tiempo llegar, así que una vez que papá estaciona el auto, los tres salimos y caminamos a la puerta. El menos de la familia nos recibe con una gran sonrisa de oreja a oreja.

—Mis padres no tardan en llegar con mis hermanos, así que atenta -me guiña un ojo antes de hacerle charla a mis padres, que se ven algo confusos ante el comportamiento del chico.

—¡Al fin has llegado! —Daryl alza los brazos al aire mientras se levanta del sillón.

—¿Has visto a Allen?

—¡¿Allen?! ¿Lo invitaste? Oh, por todos los cielos, ya era hora.

—Sí bueno, tuve que rogarle por celular. Espero que no tarde en llegar, le prometí una pizza —dejo escapar un suspiro. Sé que me meteré en un lio sino pido la dichosa comida.

—Vale, yo me encargo de pedirlas, total, seguro que Harry puede pagarlas —bromea lanzando una risa. Le doy las gracias antes de poder dejarme caer sobre el respaldo del sillón.

No sé cuánto tiempo ha transcurrido y Maise ya ha llegado. Miro la pantalla del celular y diviso la hora. A pesar de que le mando mensajes a Allen, estos no le llegan y las llamadas de mandan a buzón, solo espero que no le haya pasado nada malo.

—¿Y esa expresión, amiga? No te veo happy.

—Bah, todo está de maravilla, Mais. No puedo esperar la llegada de Rafa y Julie.

—Más de Rafa, ¿cierto? —Hace un baile acrobático con sus cejas —sí que te ha afectado estar muy coladita por él. El amor hace que nos comportemos de manera extraña —me rio ante su ultimo comentario y niego. De las dos, Maise es la que ha estado más extraña desde que empezó a salir con ese deportista.

Antes de que pueda agregar otra cosa. Fred entra a la casa a toda prisa avisando que el resto de los Valtersen al fin han llegado. La escena se vuelve graciosa con los presentes buscando un lugar para esconderse, por otro lado, me desplomo de cuclillas en el suelo junto a Maise y guardamos silencio. Mis padres prefieren guardarse en la cocina y sé que papá aprovechará para probar las frituras. Todo pasa bastante rápido, nosotros exclamando: ¡Sorpresa!, los chicos quedando conmocionados sin mover un solo dedo y ninguna señal de Allen Fjor.

Ahora sé que en verdad no llegará, así que desecho todas mis esperanzas, haberlo presionado fue un error de mi parte. Tal vez no está listo.

Rafael saluda a todos hasta recaer en mi presencia, no duda en regalarme una sonrisa para luego caminar en mi dirección, sin embargo, mi padre interviene en su camino y llevo una mano a la frente.

Rayos.

—Así que tu eres el famoso Rafael —el desvía la mirada tras su hombro y alzo las manos sin saber que hacer —soy Mark Foster, el padre de Lara.

Y del caos nacen las estrellas #1 ✔Where stories live. Discover now