Capítulo VIII: Centro Comercial (parte 1).

2.1K 253 188
                                    

Molestias Menores.

Capítulo VIII Centro Comercial (parte 1).

Autor Original Mysterious Penname.

Traductor Tony Trinket.

"¡Muévete, Light-kun!"

Light había estado mirando atentamente el mismo escaparate durante más de cinco minutos y L se comenzaba a impacientar.

"¡Pero mira esa camiseta! Me vería ardiente en ella, ¿no lo crees?" replicó Light sin quitar sus ojos de la prenda de vestir.

L trató de determinar cuáles eran los motivos de Light para mirar algo a través del vidrio, pero se quedó en blanco. "Light-kun" dijo "necesita ingresar a la tienda y probárselo o continuar con la caminata a través de esta turba de gente. Mirar la camiseta no producirá nada."

Light se dio la vuelta, manos en la cadera, y dijo "¿Siquiera sabes cómo comprar? ¡Parte de salir de compras es mirar cosas! No tienes que salir corriendo y probarte todo lo que haya."

"¿Cuál es el punto de salir de compras si no se realizan las compras?"

"¡Las compras se harán!" medio-gritó Light, antes de calmarse a sí mismo ante las miradas extrañadas que estaba recibiendo. "Mira," dijo, controlando su voz "tienes que ser paciente, señor detective. Elijo mi ropa con mucha determinación y luego de mucha confusión interna. Tengo que considerar muchos factores: ¿Cuál es la etiqueta? ¿Cuántos conjuntos tienen en la tienda? ¿Es cómodo? ¿Acentúa mis buenos puntos? ¿Atraerá chic-"

"¡No me importa, Light-kun! Entra a probarte la camiseta o no lo hagas, porque esta perorata no me interesa." lo interrumpió L.

"¡Bien! ¡Tal vez me la pruebe!" con eso, Light irrumpió en la tienda, halando a L junto a él con la cadena, y marchando apurado hacia su anhelada camiseta.

L no encontraba nada particularmente especial en la camiseta: solo era celeste y con botones, una que L estaba seguro de que Light ya tenía...

"Supongo que tendrás que entrar al probador conmigo."

L enrojeció y buscó a tientas la llave para sacarla de su bolsillo. "Confío en que Light no hará nada, pero le daré tres minutos exactos," dijo él, abriendo la cerradura de la cadena.

"¿Qué? ¿Confías en mi ahora?" preguntó el adolescente incrédulo.

"Confío en que Light-kun está más ocupado con su apariencia por su vanidad para compensar los posibles esquemas de homicidio que pudo haber confeccionado."

Light se adentró enfadado al probador y L se sentó en una silla fuera de este, mirando la horda de personas que pasaban. Una pareja se pavoneaba cerca y él analizó su lenguaje corporal.

Ella es demasiado pegajosa y él quiere alejarse de ella. Probablemente ella experimentó falta de afecto cuando era niña.

Entonces un grupo de niñas preadolescentes pasó riendo por allí, apuntando a L y riendo aun más fuerte ante su extraña manera de sentarse y por su falta de zapatos. Una de ellas tenía un lollipop.

Me gustan los lollipops.

Por último, una pandilla de adolescentes pasó junto a él.

El que está en la parte de atrás no le gusta estar cerca de los demás. El que va al frente-

"¡¿Cómo me veo?!" dijo Light abruptamente, brincando fuera del probador. ¡Su voz es tan ruidosa!

L desplazó su mirada por Light, quien vestía su nueva camisa y lo cogía del brazo, como si esperara alabanza. "Light-kun luce como siempre lo hace. Él simplemente está vistiendo una camiseta cuatro punto siete por ciento más clara que otra que posee."

Light frunció el ceño y dio vueltas alrededor. "Bueno, ¿cómo hace ver mi culo?"

"Light-kun tiene una nueva camiseta, así que ¿por qué me está pidiendo que critique su trasero?" preguntó L monótonamente. Se volvió hacia él, viendo a la gente, y haciendo sonar la cadena. "Light-kun tiene dos punto tres minutos para volver a su atuendo normal y podremos proceder a comprar la camiseta."

"Como sea."

Después de dos punto un minutos, Light emergió del probador y L colocó la cadena de nuevo en él. Entonces el detective condujo a su sospechoso a la registradora.

"¡Espera! ¡No tengo dinero!"

L se detuvo en seco. "¿Light-kun vino a la tienda sin dinero? Mi sospecha de él que es Kira se ha reducido en un tres por ciento," dijo él, con un largo suspiro. "Yo pagaré por cada objeto que se considere necesario."

"...Gracias, Ryuuzaki."

Ambos caminaron por los alrededores después de eso, haciendo un par de compras más. Antes de comenzar a sentirse ansiosos y tener que parar en una cafetería. Necesitando claramente su dosis de azúcar, L corrió hacia los pasteles y tartas y colmó su bandeja de ellos. Light agarró una tarta de manzana.

"No me gusta estar rodeado de tantas personas," se quejó L, mientras trataban de encontrar un lugar donde sentarse.

Light finalmente los condujo a una mesa junto a una madre con dos niños pequeños que aparentaban unos ocho o nueve años. Se sentaron, y Light arrugó la nariz cuando L se abalanzó a su comida, pero se abstuvo de comentar.

Después de algún tiempo, la madre al lado de ellos se levantó para recuperar unas servilletas y uno de los chicos se acercó a L, que los ignoró deliberadamente.

"¿Señor?"

Nada.

"Hey, señor. ¿Por qué se sienta tan raro?"

Aún nada.

"¿Puede oírme?"

L solamente mordió su pastel, y el niño se trasladó hacia Light.

"¿Por qué están encadenados?" lo molestó.

Como L, Light eligió no responder al niño. No quería hablar con ningún mocoso engreído; él estaba por encima de eso.

"¿Son estúpidos o algo?" preguntó el niño, asomándose al lado de Light. "Par de imbéciles."

"Yo no me metería con él, niñito," dijo L de pronto, su perturbadora mirada desplazándose al niño. "Él es actualmente psicótico, es por eso que lo tengo encadenado a mí. ¡Si lo empujas una vez más, puede llegar a volverse mortal!"

Los ojos del muchacho se abrieron y miraron a Light llenos de miedo. El adolescente sonrió ampliamente hacia él y, con una velocidad increíble, el muchacho se escapó llorando.

Light rió y asintió a L. "¡Eso fue genial! Mocoso tonto," dijo. "Tal vez debamos irnos, Ryuuzaki. Déjame tomar mis bolsas-"

Las bolsas no estaban allí.

"¿Qu... qué...? ¡El niño! ¡Eran ladrones!" exclamó Light, saltando en su posición. "¡Tomaron todas mis cosas, excepto mi nueva ropa interior! ¡Se llevaron mi camiseta! ¡Voy a matarlos!"

"Subiendo a cuatro por ciento," murmuró L.

FIN (nos vemos luego, babeh (?)

Siguiente drabble: Centro comercial (parte 2)

Por cierto, ahora que finalmente he vuelto, quiero decirles que las actualizaciones serán los domingos y los miércoles c:

Molestias MenoresWhere stories live. Discover now