—¿Mi hermano está a cargo de la tostadora?

—Fred se ha encargado de mantenerlo lejos del aparato, créeme.

—Me encantaría, pero... —un suspiro largo se le escapa —tengo mucho que terminar para la presentación y quiero aprovechar lo que queda del tiempo.

—Lo entiendo, Julie, pero, excederse sin probar ni un solo bocado también es malo para la salud, acompáñanos, aunque sea un rato, así te ayudas a despejar tu mente del estrés, sé que tú y Rafael tienen tanto que organizar para su viaje. De hecho, él ha estado pendiente de ti al no estar saliendo de tu habitación al igual que tus padres. Ambos son artistas geniales y todo va estar bien.

—Eso es lo que me da mucho miedo, no tanto por lo de ser admitida, sino que mi arte no sea lo mejor.

—Deberías confiar en lo que haces. Yo también tengo esas inseguridades, pero al final, arrojo esos pensamientos lo más lejos de mi mente y me digo que todo saldrá como debe de ser y que es parte de una experiencia más. Retomando lo principal, queremos evitar correr al hospital por si alguien se desmaya —bromeo y logro contagiarle mi humor a Julie.

—Estoy hecha un desastre —comenta señalando sus manos y su rostro con manchas de pintura.

—¿Y eso qué?

—De acuerdo —accede saliendo de su habitación —debo admitir que tu discurso motivacional ha funcionado por primera vez conmigo. Que bueno que tú y mi hermano están juntos.

Encojo los hombros sin saber que decir.

—¿Y ya es oficial?

—¿Qué cosa? —Aparto la mirada de ella.

—Rayos, ninguno de los dos ha dado el paso —murmura y logro escucharla. Se me escapa una sonrisa de los labios. Lo he pensado tantas veces, pero siempre el miedo me gana —sabes, las mujeres también podemos dar el primer paso. Es posible que Rafael se tarde un poco más, pero tú deberías llevarle la ventaja, ¿te imaginas?

Lo ultimo lo comenta en otro susurro para mí porque hemos llegado a la cocina donde los chicos han terminado varis emparedados y ninguno sin quemar.

—¡ES UN MILAGRO! —Harry levanta los brazos al aire —al fin la señorita vampiro ha salido de su habitación.

—Tienes un increíble don, Lara —comenta Fred riendo —Rafael, ella te ha ganado.

—Rayos —dice él a modo de broma. Me extiende un plato con dos emparedados y lo acepto de manera gustosa.

Ese rato nos la pasamos entre bromas y comentarios graciosos. Julie aprovecha para poner en vergüenza a su mellizo contando anécdotas de cuando eran pequeños. Su rostro se torna de mil colores, pero no se molesta, al contrario, se la pasa de maravilla. De vez en cuando me echa un vistazo preguntándome si estoy a gusto lo cual le respondo con un movimiento de cabeza a modo de afirmación. Hacer nuevos amigos es maravilloso, como me encantaría que Daryl y Maise también se unieran, pero los chicos están ocupados y los entiendo. Para nosotros hacer amigos siempre se nos complicaba, pero ahora, tener a Julie, Fred y a Rafael en la escuela es mucho mejor. Ahora el tiempo para pasarlo juntos todos los días se están agotando, pero sé que cuando estemos todos en la universidad no nos dejaremos de ver, exceptuando a los mellizos Valtersen.

—Te has perdido por un momento —me dice Rafael.

Hace media hora que nuestra celebración ha terminado y todos volvieron a su rutina después de lavar los platos. Ahora me encuentro sentada en los peldaños fuera de la casa junto con él.

Acomodo mi cabeza en su hombro y siento como su brazo pasa detrás de mi espalda.

—Estaba pensando en lo que pasará después de graduarnos.

Y del caos nacen las estrellas #1 ✔Where stories live. Discover now