—Únete a la celebración —le dice Rafael.

—Vamos a preparar emparedados, ¿gustas?

Al parecer le da gracia lo que hemos dicho y frunzo el ceño sin entender el por qué.

—Rafael es ideal para quemar pan, así que mejor dejémoslo en nuestras manos, Lara, yo sé lo que te digo.

—¡Hey!, la ultima vez que quemé nuestros emparedados fue por mera distracción.

—Aja —esto ocasiona que también me una a las risas. Al llegar a la cocina Rafa se encarga de sacar de uno de los gabinetes la bolsa de pan, Fred del resto de los ingredientes y yo de la tostadora —¿Y qué estamos celebrando?

—El esfuerzo de Rafa por terminar su composición.

Enchufo el aparato. Nos lavamos las manos antes de tomar cada quien una rebanada de pan para luego acomodarlo en la tostadora. Fred, que dice ser el experto en usarla, se encarga de programar el tiempo.

—Hombre, si esos tipos no te aceptan en su escuela estarían perdiendo a un gran alumno con potencial y no lo digo por ser mi mejor amigo. Lara tú ya eres testigo de esto.

—Valoro mucho su apoyo chicos, pero el crédito no solo me pertenece a mí, sino que ustedes me han ayudado bastante y siguen creyendo en lo que hago —mientras Rafael dice esto, mantiene la vista al cronometro —de seguro Julie también querrá de esto, no ha salido de su habitación y me preocupa que no haya comido nada.

—Oh, yo puedo ir a verla —me ofrezco —ustedes encárguense de lo demás, enseguida regreso.

Doy media vuelta para regresa por donde vinimos hace unos segundos apresurando el paso en las escaleras hasta llegar al pasillo de las habitaciones. Cuando estoy a punto de llegar a la habitación de Julie, que he podido identificar por la puerta color lila y adornos con brillos, otra puerta se abre de repente y un chico se detiene al verme, en ese instante me percato que se trata del integrante más pequeño de los Valtersen: Harry.

—Hola —saludo.

—¿Hola? —Al parecer mi presencia le ha extrañado —¿Tú eres la novia de mi hermano? —Abro la boca, pero no sale ni una palabra, él sonríe —tenía razón el condenado, creí que estaba mintiendo.

¿Rafael ha dicho que soy su novia?

No sé si pegar de saltos o morir de la vergüenza en su presencia.

—Y-Yo voy a ver a Julie —es todo lo que digo y le sonrío.

—Oh, pues buena suerte, porque ni mis padres han logrado intentar que salga de su madriguera, a diferencia de Rafael, ella está algo obsesionada con que todo salga perfecto el día de su presentación universitaria.

—Entiendo.

—Soy Harry —se presenta realizando una reverencia exagerada —el más guapo y consentido de la familia, pero, no se lo comentes a mis hermanos porque son muy celosos —ríe.

—Yo soy Lara y tu secreto está salvo conmigo, Harry, ahora bien, ha sido un gusto conocerte, ahora tengo que hablar con Julie.

Antes de que pueda seguir de largo se me viene una loca idea a la mente. Así que, sin pensarlo, también he invitado a Harry a unirse a la celebración, ¿y por qué no?, el chico no duda en aceptar y sale corriendo de la habitación y rio. Sigo mi camino hasta dar con la habitación de Julie y le doy dos golpecitos a la puerta, del otro lado escucho los pasos, seguidamente la puerta se abre dejando ver a una chica llena de pintura.

—Oh, hola Lara.

—Hola, Julie, los chicos y yo estamos preparando emparedados, ¿quieres unirte?

Y del caos nacen las estrellas #1 ✔Where stories live. Discover now