Día 8

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—Podría decirse que es un milagro —maravillado y sonriente me dice el doctor al leer los papeles que trae en su mano, les dedica una última hojeada y luego vuelve a mirarme. —estás en mejores condiciones, hoy puedes regresar a casa

—¿De verdad? —digo sorprendida —p-pero... me dijiste que... que sería hasta un par de-

—No importa cariño —mi tía sonríe de oreja a oreja, sus ojos brillan como un buen par de estrellas y estruja mi mano con fuerza y felicidad. —al fin irás a casa mi amor, después de tanto tiempo

—Te recuperaste antes de lo previsto Bridget, quizá necesites un mínimo cuidado pero indudablemente estás mejor que hasta hace un par de meses

—Yo... wow, digo... —una diminuta sonrisa se forma en mis labios, no me puedo creer que al fin saldré de este sitio, justo como lo dijo Yadiel. —es... es que

—Sorprendente, ¿no? Pero así es como es —reitera el doctor— definitivamente necesitas un respiro de este entorno, también caminatas para acostumbrar a tus piernas y tomar los medicamentos correspondientes en las horas indicadas, así como comer bien —mira hacia mi tía. — por favor, sean constantes con los medicamentos, pero especialmente con las comidas, no queremos que ocurra algún incidente, ¿de acuerdo?

—No me regañes —mi tía frunce el entrecejo. —puedo cuidarla perfectamente

—Lo digo porque de la emoción se te puede olvidar que debes comer a tus horas, tu sobrina ha estado recuperándose bien, no me gustaría que enfermes tú también

—No te preocupes —replica con seguridad. —yo también puedo cuidarme, te lo aseguro

—Rachel...

—Ya, ya, no me mires así, prometo ser constante en mis comidas

—Eso espero

—De hecho... —le digo al doctor, ambos callan su discusión para observarme. —sería un placer que fuera a la casa, a comer algún día con nosotras

—Pero Bridg-

—Sería como agradecimiento por todos estos meses, considérelo por favor...

Él guarda silencio, mi tía se encoge de hombros al observarlo.

—Espero que tu respuesta sea si —dice ella al alzar la ceja. —es una invitación cordial por parte de mi niña, sería grosero rechazarla

Él carraspea nervioso. Vuelve a su porte serio e inspira profundo antes de hablar.

—Si no es molestia, ¿creen que pueda ir este fin de semana?

—¿Pasado mañana? —replica ella

—Sí es muy apresurado ento-

—Está muy bien —les interrumpo, yo veo en las acciones e incluso palabras del doctor el cariño tan grande que le tiene a mi tía

Me emociona mucho verlos juntos, en especial porque se cuidan y regañan el uno al otro cuando las cosas se salen de control. Realmente no sé si mi tía pensará lo mismo, pero no creo que sea mala idea que decida salir con alguien, empezar una nueva vida y darse la oportunidad de llegar a querer a alguien con mucho cariño. Después de todo, creo que se lo merece.

—Bueno, a mi niña y a mí nos hará mucha ilusión verte el fin de semana

En cuanto ella le sonríe, me percato de la mirada tierna que John hace, definitivamente está encantado con mi tía. Me encantaría sonreír de oreja a oreja, molestarlo y gritar ¡Uuuuuh! Por la emoción, pero me limito a morder mi labio inferior y contener la risa. Es que juro que se ve tan tierno.

35 días contigoWhere stories live. Discover now