Entrenando al Baby Boy.

Capítulo 55.

Feliz cumpleaños @OuroborosOphis <3 

Carter.

─Es una pena que decidieras no pasar las fiestas con nosotros, cariño.

─El trabajo me mantiene ocupado, mamá. Tal vez vaya el próximo mes.

─ ¿Y cómo está tu novia?

─Mejor dime cómo anda mi hermano, ¿Ya decidió qué hacer con su vida?

La conversación tomó un rumbo distinto, gracias a mis capacidades persuasivas. Mamá insistía en organizar una cena pronto para poder reunir a la familia, y yo siempre conseguía esquivar el tema. Le di el dinero a Arnold por haberme conseguido lo que le pedí, guardando las pastillas en mi bolsillo, a la par que escuchaba a mi madre parlotear al otro lado de la línea.

Me fue inevitable terminar la llamada tan pronto como se me presentó la oportunidad. Mi madre era la mujer de mi vida, pero era extenuante mantener una conversación con ella. No sólo por todas las preguntas que hacía respecto a mi vida personal, en el ámbito amoroso para ser precisos, sino que tenía la estúpida manía de ser optimista, resultando a veces en ideas descabelladas.

Volví a casa poco después de una reunión con el productor sobre la pre producción de la cinta, quitándome los zapatos y el saco, sentándome en el sofá. Fue una situación tensa, debido a las diferencias creativas. Yo quería salirme de lo políticamente correcto para dar la talla con una buena película, necesitaba generar un gran impacto. El argumento estaba listo, los guionistas sólo estaban perfeccionando detalles e incoherencias en la trama, añadiendo guiños a historias alternativas, apegándose al trabajo original. Mediante mis indicaciones, todo había ido viento en popa, más con el productor y la prensa bajando el ancla, la cinta acabaría lanzándose en tres años.

Había propuesto innumerables actores para el reparto, no sólo como personaje principal de la cinta, sino también a los personajes de fondo. Más de un par fueron rechazados por ser demasiado viejos, mientras otros simplemente carecían del carisma y la repulsión que debía generar el personaje. Era un tipo contradictorio, a quien le tendrías asco en un punto, por quien sentirías vergüenza ajena, pero también un hombre destruido que te generara empatía, sólo para después hacerte sentir un estúpido contigo mismo por confiar en un hombre capaz de revelarse, no sólo de una manera sádica, sino también equilibrada. 

─Ángel, ya volví, ¿Estás en casa?

─ ¡Enseguida voy Daddy!

Oír su voz, acompañada de sus pasos descalzos por el pasillo me producía la misma sensación que a un niño escuchar a su mascota a la distancia cuando le llamaba. Le vi aparecer por el pasillo con rapidez,  y antes de que pusiera aunque fuera pronunciar un saludo, se subió sobre mi regazo, rodeando mi cuello con sus brazos, llenándome el rostro de besos. Tuve que suspirar pesadamente. No era como si pudiera de la nada dejar de estar estresado como lo estaba, trabajar en fechas festivas era uno de los sacrificios que involucraba ser director y eso significaba  no poder disfrutar de esos días plácidamente.

El problema que frustraba mi enfado, era Jeremy, sobre mí como si fuera un niño pequeño, que no dejaba de preguntarme como había ido mi tarde, mientras comentaba ligeros detalles de lo que había hecho, mencionando nombres de tiendas, y prendas de ropa. 

─ ¿Te portaste bien yendo de compras sin mí?

─Sí. Me compré un par de conjuntos para cuando salgamos, y también quería tener ropa para usar cuando rinda algún examen práctico. Pensé en traerte algo pero no sabía la marca de Whisky que a ti te gusta.