Capítulo 6.

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Jeremy.

¿Sí, Jeremy?

─Yo... Quería agradecerle─ Me aproximé, tomando su mano para sentarle de nuevo en el sofá, yo junto a él─. Usted es muy amable conmigo, y quería...

─Te escucho─ Me animó a continuar, cuando las palabras no salían de mi boca. Estaba a punto de empezar a boquear como un pez cuando le oí reír─. ¿Sabes que no tienes que presionarte a nada, verdad?

─Lo sé.

Sus manos aún sostenían las mías.

─Y sabes que no me debes nada, ¿Cierto?

Asentí despacio, bajé la mirada hacia nuestros dedos entrelazados. Sus manos eran un poco más grandes que las mías y llevaba un par de anillos gruesos. Y fijándome en detalles, no pude evitar dirigir la mirada hacia su entrepierna. Aunque no estaba excitado, podía notar su miembro bajo el pantalón. 

Inconscientemente me mordí el labio inferior, debido a los nervios. Siempre había sentido una particular atracción hacia hombres mayores, y siendo que Carter no estaba nada mal, y me complacía comprándome cosas, parecía que me había sacado la lotería.

─Mis ojos están aquí arriba─ Soltó una de mis manos para levantarme el mentón. Esquivé su mirada de inmediato, nervioso─. Jeremy, te hablo enserio cuando te digo que no quiero presionarte. Soy un hombre a la antigua, prefiero ir despacio.

─Es que... No quiero que se termine aburriendo de mí.

─Eres muy complaciente, no podría aburrirme de ti. Me he cansado de los Sugar babys que tratan esto como si fuera prostitución. La prostitución es algo horrible, yo jamás le pagaría a alguien por tener sexo, sea hombre o mujer. Yo quiero un Baby que tenga ganas de mantener una buena conversación, salir a cenar y quizás viajar. No todo en esta vida es el sexo, por supuesto, es maravilloso, y si sabes hacerlo bien te la pasas genial, pero no creo que sea algo indispensable.

─ ¿Sabe?─ mustié bajito. No estaba seguro si decírselo iba a ser muy apresurado pero necesitaba comentárselo─. Cuando me registré en la página tenía miedo de que me estafaran, de que me usaran. Y como soy virgen, aún me asusta un poco todo el tema del sexo. Que me diga ésto me tranquiliza bastante, tengo que admitirlo.

─Tú quédate tranquilo, lo primero es el respeto y el consentimiento─ Pude alzar la vista unos segundos, me contagió su ligera sonrisa─. Nos vemos mañana, Jeremy.

Le abrí la puerta, saludándole con un beso por mejilla.

─Adiós, Daddy.

Aunque intentó reprimirla, pude contemplar una sonrisita de lado. Supe que le había gustado el apodo y me dispuse que la próxima vez, le llamaría así. Detuvo sus pasos, volteando de nuevo hacia mí, y caminó hasta que quedamos frente a frente. Me sujetó por la cintura, metiéndome dentro del departamento. No sé como cerró la puerta, sólo podía concentrarme en sus fuertes manos sosteniendome con fuerza.

─Llámame así de nuevo.

─Daddy─ susurré en su oído, de repente comenzó a besarme el cuello y me agitó aún más la respiración─. Daddy...

─Joder... Lo estás haciendo a propósito.

─Usted lo dijo Daddy─ gimotee en su oído, aferrándome a sus hombros─. Lo primero es el respeto.

─Seré muy respetuoso.

Solté una risa por la bajo. Hacía menos de diez minutos dijo que no le gustaría ir demasiado rápido, pero había bastado una sola palabra para volverlo loco y conseguir que se contradijera a sí mismo. Todo el tema del Sugar Baby comenzaba a gustarme bastante. Los besos sobre mi cuello eran indescriptibles, era una mezcla entre el cuidado que tenía para no ahuyentarme y la pasión con la que quería tomarme. Sentí su miembro haciendo presión en mi estómago, me estremecí sin poder evitarlo. La piel se me había erizado.

Entrenando al Baby Boy.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum